Perder 241 millones de dólares en un año
podría ser un problema más o menos importante para la mayoría de
nosotros, incluso para la mayoría de grandes empresas. Sin embargo,
a Amazon no parece importarle excesivamente, centrado siempre en el plan a largo plazo.
Amazon.com es hoy una de las mayores empresas de comercio electrónico del mundo, si no la mayor, y sin embargo
desde que entró en funcionamiento en 1995 apenas ha logrado dar beneficios
comparado con otras empresas con un volumen de negocio similar. Desde
2010, el margen de beneficio, el beneficio neto y el cash flow han ido
descendiendo, excepto en 2013, y sin embargo el valor de sus acciones
sigue creciendo, siendo, de hecho la compañía con un ratio más alto
entre beneficio y el precio de sus acciones, un valor que en Wall Street
sirve para medir de alguna manera el optimismo de cara al futuro de una
compañía.
La compañía con el ratio beneficios-precio de la acción más alto

Las pérdidas de Amazon en este último año se deben en buena parte
a una importante inversión con la que Amazon ha entrado en el mercado del
supermercado on-line o incluso de la
comida a domicilio.
Además el servicio Amazon Prime ha recortado notablemente los precios
en los envíos, además de ofrecerlos en únicamente 2 o 3 días. La
capacidad de Amazon para lograr beneficios depende en gran medida de los
gastos de envío, casi un de sus costes 9% está vinculado a ellos, y sin
embargo en el informe anual de 2013, Amazon aseguró que esperaba que
estos costes subieran a medida que sus clientes aceptasen las nuevas
ofertas.
Una parte importante de las ventas de Amazon se dan en el sector del entretenimiento,
donde el consumo está pasando del formato físico al digital, y en el
terreno de las descargas Amazon no es dominante: Apple, Google y Netflix
parecen tener ventaja en música, aplicaciones y películas. En este
sentido Amazon ya ha mostrado su ambición con el contenido propio de
Amazon Instant Video.
Una de sus series, Transparent, logró
llevarse el Globo de Oro a mejor comedia (si realmente es una comedia no es temática de este post), siendo
la primera plataforma digital que se hace con un premio de este prestigio,
adelantándose a Netflix que ya había apostado muy fuerte con House of
Cards. Además, la agresividad propia de la compañía de Jeff Brezos ha
obligado al gigante del streaming a
acelerar su expansión internacional.
Una compañía que ofrece muy pocos detalles sobre su actividad

Tratar de entender la estrategia de Amazon desde fuera es algo
realmente complejo debido a la poca información que la empresa facilita a
pesar de cotizar en bolsa, hasta el punto que realmente no conocemos el
número exacto de dispositivos Kindle que ha logrado vender. Sin
embargo, Eugene Wei, que trabajó para la empresa entre 1997 y 2004,
arrojó algo de luz
al explicar que aunque Amazon tiene poco margen de beneficio o incluso
pierde con algunos productos, en la mayoría si que gana dinero, sólo que
estas ganancias se reinvierten en otras áreas.
Como si fuese casi un villano de Bond, parece que buena parte de su estrategia se resume en la dominación mundial, c
onvertir el planeta tierra en un enorme supermercado
donde la gente básicamente compre todo o casi todo lo que consuma a
ellos. Como plan comercial a largo plazo no suena mal, y hay que decir
que si el servicio de atención al cliente sigue siendo como hasta ahora,
yo no me alistaré en la resistencia.
Algún día tendrán que buscar beneficios

Actualmente,
Amazon se comporta casi como si fuese una start-up,
donde el crecimiento y los ingresos son más importantes que los
beneficios, pero es evidente que no siempre podrá ser así y en algún
momento tendrá que pensar en eso de hacer dinero y eso tiene una
consecuencia bastante probable, y esa es que llegado el momento la
compañía suba los precios de sus productos y los envíos, aunque hay
analistas que
ven esto como algo poco probable.
Brezos siempre
ha apostado por poner al cliente y su satisfacción por delante de todo lo demás,
ya que es un firme creyente en que eso es lo que llevará a su empresa a
lo más alto. Pero la agresividad con la que ha buscado extenderse por
todo el mundo y en todas las áreas y los ajustados precios también
tienen un lado oscuro.
Pobres condiciones laborales y conflictos con los editores
Un reportaje de la BBC puso al descubierto
las pobres condiciones en los que sus empleados debían llevar a cabo sus trabajos,
la mayoría con contratos temporales que en pocas ocasiones llegan a ser
indefinidos. Además, numerosos editores y libreros se han quejado de
las prácticas de Amazon, a quien han acusado de
no respetar la Ley del precio fijo y de llevar a cabo prácticas abusivas y de carácter monopolístico.
Sea como fuere, Amazon se ha mostrado como una empresa valiente y
capaz de asumir los fracasos,
como Marketplace, que originalmente fue concebida como un lugar de
subastas para hacer frente a eBay y acabó reconvirtiéndose en una
plataforma para que cualquiera pudiera vender sus productos a través de
Amazon, o el reciente fiasco de su Fire Phone, que no va a suponer en
ningún caso el final de la aventura de la compañía en el mundo del
smartphone.
En cualquier caso, parece bastante claro que el comercio electrónico
es el futuro. Puede que Amazon no esté logrando tener unos beneficios
que podrían ser de esperar en un gigante como es la compañía fundada por
Jeff Brezos, pero hay una cuestión que no cabe ninguna duda: cuando el
e-commerce sea la principal forma en la que hagamos la mayoría de las
compras
Amazon se encontrará en una posición inmejorable para empezar a hacer sonar las bolsas de dinero.