Las actualizaciones de Android son un tema que por suerte o por desgracia está muy a la orden del día. En sus inicios, por decirlo de alguna manera, eran constantes esas actualizaciones,pudiendo llegar a haber varias en menos de un año, lo que provocaba que muchos usuarios se quedaran sin ellas dependiendo del dispositivo que tuvieran, en parte por “culpa” de la operadora o marca de teléfono, que no tenia tiempo de adaptar su terminal a la nueva versión.
Poco a poco, ese ritmo de actualizaciones parece haberse estabilizado, habiendo una general al año, que suele coincidir con la presentación de un nuevo Nexus, y alguna que otra menor, que no hace más que corregir pequeños errores. Eso ha conseguido que muchas empresas puedan adaptar dicha actualización a sus terminales, pudiendo ofrecer a los usuarios un mínimo de actualizaciones, pero ahora el problema no es actualizar, sino hacerlo lo antes posible.
Las prisas no son buenas
Samsung es la compañía que más terminales Android vende en todo el mundo, y gracias a ello se ha posicionado en un lugar que no es fácil llegar: la cima. Lo saben, y a cada nuevo terminal, intentan incorporarle mejoras que beneficien al usuario (aunque esto es más subjetivo), y como no, no pueden quedarse atrás en las actualizaciones de sistema. Hace poco se anunció que el Galaxy S3 pasaría directamente a de 4.1.2 a 4.3, y pocos días después de presentarse 4.4 KitKat, ha empezado a llegar la OTA a dichos dispositivos, pero parece que debido a las prisas, Samsung no ha hecho del todo bien su trabajo.
No son pocos los usuarios que, después de actualizar a 4.3, han experimentado problemas varios;entre ellos están el bloqueo del terminal, una mala respuesta de la pantalla, que ésta deje de funcionar en la pantalla de bloqueo, mal funcionamiento del teléfono (lag, cierres forzados, etc) o que la duración de la batería pase a ser risa. A todo esto, frente a los bloqueos o que la pantalla deje de funcionar, no queda otra que extraes la batería “a las malas”, lo que si ocurre con frecuencia (como nos han comentado, que puede llegar a pasar más de 10 veces en un día), es algo realmente molesto.
Al parecer, Samsung se ha dado cuenta del error, y ya ha retirado la OTA, por lo que si aún no habías actualizado, al comprobar actualizaciones te aparecerá el mensaje de que tu terminal está actualizado (a 4.1.2), y lo más probable es que el Note 2 retrase su actualización a pesar de que estaba lista para su distribución. Las buenas noticias es que Samsung ha corregido rápido el problema, las malas que los que habían actualizado van a tener problemas hasta que se solucione y los que no van a tener que esperar más para tener Android 4.3.
Parece que de momento no hay solución aparente, y desde Samsung deben poner remedio inmediatamente si no quieren que se les compliquen las cosas, pues estos fallos no son nada despreciables, y de no solucionarse pronto, puede que no sean pocos los usuarios de un S3 que se planteen la próxima compra.
Es cierto que cuanto antes puedas ofrecer la última versión del sistema, mejor, pero hay que probar las cosas antes de lanzarlas a la calle.
Google libera el código de su nueva versión con tiempo suficiente por si las compañías quieren empezar a trabajar en ellas y adaptarlas a sus teléfonos (la prueba está en que a veces hay ROMs basadas en una nueva versión antes de que esta de lance de forma oficial), y es comprensible que no estén listas en 2 días, pero creo que para sacar algo así, es mejor esperar un par o tres de semanas y recibir una buena actualización, antes que tener un teléfono prácticamente inservible.
Actualización: Parece que es un problema de Kernel. Hemos flasheado uno nuevo chino del SGS III que corrige en gran medida el problema del lag y la batería. Así que seguramente estemos cerca de una solución y que Samsung la envíe de inmediato a los que ya habían actualizado.
¿Habéis actualizado vuestro S3? ¿Habéis experimentado alguno de ellos, u otro diferente?
Fuente: Phones Review
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