Desde la página teardown.com han desatado una importante polémica hoy al publicar un detallado análisis por componentes de las Google Glass en el que la suma total de los componentes tiene un coste de alrededor de los 80 dólares. Dado el precio de 1.500 dólares que tiene este dispositivo en estos momentos, la polémica está servida y en muchos portales se han echado las manos a la cabeza ante el beneficio que obtiene Google por cada venta.
Antes de valorar el por qué de la abismal diferencia del precio de las Google Glass, repasemos los datos que ha ofrecido Teardowm.com, que por cierto, han sido desmentidos categóricamente desde Google, aunque sin dar el precio que les costaría “oficialmente” la fabricación de las mismas.
Según este informe, podemos ver que el componente más caro es el procesador, un Texas Instruments OMAP 4430 que tiene un precio de unos 14 dólares. Otras piezas de entre las más “caras” son la cámara que cuesta 8,18 dólares o 5,66 dólares. Incluso en el caso de que el precio final de venta al público de 300 dólares como se ha comentado, recordemos que de momento son algo que tiene una distribución muy escasa y enfocada a desarrolladores, la diferencia sigue siendo notable.
En el coste de un producto hay más factores que sólo las piezas
Y es que estos despieces en los que sólo se suman el coste unitario de las piezas son algo sesgados. En este sentido en la suma habría que añadir gastos propios de la fabricación, maquinaria, que en muchos casos hay que construir ex-profeso para algunos procesos, marketing, impuestos, etc.Además, en el caso de las Google Glass interviene un componente y es que no se están produciendo en masa. Esto es que puede que Google haya tenido que comprar una cantidad importante de componentes pero los tenga que mantener almacenados y, mientras tanto, producir unas pequeñas cantidades de unidades.
¿Cuanto dinero gastó Google hasta que salió la primera Google Glass de la linea de producción?
Por otra parte, no hay que olvidarse del coste en el que la empresa de Mountain View ha tenido que invertir en el camino para llegar al diseño final, tanto del hardware como del sofware así como de sus funciones. Es probable que incluso con las ventas que han tenido hasta ahora a un precio que, no lo negaremos es prohibitivo, no se haya cubierto este coste y de momento sea un negocio deficitario.Finalmente, no podemos olvidarnos el perfil que tiene este producto y a quien se dirige. Estamos ante un dispositivo único, es decir, aunque hay algún competido similar como las EPSON Moverio, Google Glass es un producto que ocupa el sólo su segmento y aún no es “oficial”, es decir, se dirige a un público de carácter empresarial que quiere desarrollar algún tipo de software o servicio sobre ellas.
Podemos criticar la moralidad de poner un precio desórbitado pero en realidad tienen el precio que ahora la gente está dispuesta a pagar
A modo de último aporte, tampoco podemos olvidarnos que las empresas son empresas. Es decir, invierten y desarrollan productos para ganar dinero y, por otra parte en este mercado de la tecnología de consumo, no son de primera necesidad. Nadie está obligado a gastarse el dinero en unas Google Glass y puede que nos gustaría tener todos y cada uno de los cacharros del mundo, pero la realidad es que no dejan de ser un capricho y un lujo.Podemos cuestionar la moralidad de la decisión o mejor, si no estamos de acuerdo, no comprar sus productos demostrando que el precio no es el adecuado pero en realidad ni Google, Apple o Samsung están obligadas a tener más o menos margen sobre ellos. Simplemente intentan optimizar el beneficio al máximo y si el cliente está dispuesto a pagar ese precio por su producto ¿qué razón hay para ponerlo más barato?
Fuente: Teardown.com
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