El caso es que Google va a llevar a cabo la primera actualización importante de su Android Wear a la versión que todos conocen como 2.0 (todavía no tiene nombre de ¿dulce? oficial) y que, según algunas fuentes anónimas, será liberada el próximo 15 de octubre.
Además, muchas de esas nuevas funcionalidades ya os las avanzamos hace unos días, cuando CNET entrevistó al jefe de ingeniería de Google sobre esos aspectos en los que cree que Android Wear debía mejorar o, mejor dicho, evolucionar. Y los primeros cambios salieron solos, como afinar todavía más los usos del GPS que incorporan estos smartwatch, permitir el emparejamiento con auriculares Bluetooth o abrir la personalización de esferas a ‘third party’ interesadas en venderlas o distribuirlas a través de la Google Play Store.
En Mountain View deben andar vigilantes sobre el cariz que va tomando el mercado ‘wearable’, toda vez que empiezan a vislumbrarse nuevos usos que hasta ahora nadie había contemplado. Y es que smartwatch como el Gear S de Samsung y su conectividad 3G, son un paso más en el camino de hacer que los relojes inteligentes dejen de tener que funcionar, necesariamente, en combinación con un smartphone.
Se busca claramente que estos dispositivos sean independientes algún día y, aunque de momento la mayoría de modelos que están, o que van a estar, en el mercado (Moto 360, LG G Watch R, etc.) sigan necesitando de una vinculación con otro aparato, al final Google debe adelantarse a todos e ir poniendo las herramientas suficientes como para que esa transición sea apenas perceptible.
Fuente: Android Police
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