Todo el mundo esperaba que Windows 9 fuera el sifguiente sistema 
operativo de Microsoft pero no. Se les ha debido quedar muy corto para 
el concepto que tienen en mente y que va a cubrir con un manto todo tipo
 de dispositivos capaces de llevar por su hardware el OS de los de 
Redmond. Así que Windows 10 será su nombre y se han empezado ya a conocer algunos de sus características más importantes.
Si nos permitís la comparación, esto nos empieza a recordar a aquella película que, precisamente, se basaba en la figura de Bill Gates, llamada Conspiración en la Red, y que soñaba con un mundo donde un único sistema operativo era capaz de controlar cualquier tipo de dispositivo.
Pues bien, lo más destacable es que Windows 10 será multiplataforma,
 valdrá para ordenadores, tablets, TV, móviles y cualquier otro 
dispositivo que tenga capacidad (por hardware) para instalarle el OS de 
Microsoft, lo que significa que todo lo que podamos hacer en una 
plataforma, podremos llevárnoslo como tal a la otra. ¡Ah!, y pretenden 
lanzarlo oficialmente en 2015, sin especificar un momento concreto.
La filosofía es muy sencilla y se podría resumir en una frase que han
 pronunciado los responsables de Microsoft en la presentación: “Un 
producto familiar. Una plataforma. Una tienda”. Es decir, ‘Microsoft 
One’, unificación total, eso que en su momento intentaron con Windows 8 
pero que no consiguieron al hacer diferenciaciones tan claras entre los 
productos móviles, de sobremesa y tablets (RT y Pro).
Si nos fijamos en la versión de ordenadores, vuelve el menú de Inicio,
 algo que en Windows 8 fue muy discutido y que con la versión 8.1 
reapareció… pero no tal y como lo conocíamos. Ahora, este nuevo menú 
guarda reminiscencias del de Windows 7 mezclado con el sistema de 
tarjetas del 8, que no ha terminado de calar entre los usuarios.
Windows 10 tendrá una manera de conocer dónde esta trabajando y sabrá si está en un ordenador, un smartphone o un tablet.
 Es decir, que será capaz de detectar si se está ejecutando en una 
pantalla de 4 pulgadas o en otra de 80, y en función de eso así colocará
 todos los elementos que forman parte de su interfaz. ¿Pensáis que esto 
es posible? Si es así, desde luego que será un gran avance para llevar, 
de verdad, un mismo OS allá donde nos encontremos de verdad.
Pero no solo el interfaz se ajustará. Según detecte la presencia de un ratón y un teclado
 lo que mostrará será diferente a si estamos trabajando desde una 
plataforma con pantalla táctil. Por ejemplo, en el primer caso Windows 
10 recurrirá a una configuración de escritorio tradicional, mientras que
 si operamos desde un smatphone o un tablet el botón nuevo en la barra de tareas será más grande para hacerlo más accesible.
Así por ejemplo, una de las características táctiles de Windows 8, 
Charm Bar, que todo el mundo daba por hecho que no volveríamos a verla, 
ha sido modificada de tal forma que al llevar el dedo al extremo 
(izquierdo) de la pantalla, aparece una especie de ‘barra de tareas’. Es
 una forma de tener a mano las aplicaciones que más usemos.
El diseño sigue siendo el que vimos en Windows 8, ese ‘Metro design’ que mezcla las tarjetas
 con colores planos en sus formas, iconos, etc. Imaginamos que estas 
directrices se respetarán en todas las plataformas para las que Windows 
10 ha sido diseñado y que, ya os avanzamos, funcionará de la misma 
manera independientemente desde el lugar en el que trabajemos.
Por cierto, uno de los grandes objetivos que se 
imponen los de Redmond es el mercado profesional, uno de los más 
importantes en ingresos y que últimamente ha visto cómo Apple y Google 
intentaban arrebartale una parte de la porción de tarta que todavía 
retiene Microsoft gracias al legado de sus Windows. Pero como es obvio, 
tampoco se olvida de la parte ‘consumer’ y los usuarios, tanto expertos 
en la plataforma (los que usan todavía el viejo MS-DOS) como los que 
puedan tener una menor experiencia. Para todos ellos, Microsoft cree 
haber dado con la tecla a la hora de creae un OS atractivo y eficaz.
Aunque Windows 10 tiene previsto salir en 2015, 
parece ser que las primeras ‘build’ podrían llegar en la próxima 
primavera, en abril. Entonces podría ser el momento de ver qué tal 
funciona y si de verdad este corazón multiplataforma es real y no 
existen distintas versiones que vayan limitando las funcionalidades 
según el dispostivo desde el que nos conectemos. No hace falta recordar 
lo ocurrido con Windows 8 RT, Pro y el Windows Phone 8.
 
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