Aunque en sus inicios WhatsApp no tuvo coste anual durante un periodo de tiempo que la propia compañía consideró de prueba. Posteriormente regaló a todos los usuarios de la plataforma una suscripción durante un año y a partir de ahí se implantó el modelo de pago que todos conocemos.
Lo cierto es que WhatsApp facilita en gran parte el pago de la suscripción, ya sea por PayPal, tarjeta de crédito e incluso a través de Google Play en el caso de Android. En todo caso el usuario puede escoger el pago de hasta tres años con descuento en el precio. Incluso una de las últimas actualizaciones de la aplicación añadía la posibilidad de pagar la cuota a cualquiera de nuestros contactos.
Sin embargo, cualquier facilidad de las anteriormente enumeradas está relacionada de un modo u otro con el método de pago por tarjeta de crédito. Y ese es el principal problema en la India. Allí los usuarios no disponen de estos medios de pago como algo habitual. La tasa de penetración del pago con tarjeta es muy inferior a la de, por ejemplo, Europa. Este inconveniente es aún mayor para los intereses de la compañía cuando el “epicentro del terremoto” se localiza en una región donde actualmente existe 70 millones de usuarios que utilizan WhatsApp. Estamos hablando de más de un 10% de los 600 millones de clientes activos con los que cuenta la red de mensajería. A todo esto debemos sumar que La India es un país con un enorme potencial aún sin explotar por las firmas tecnológicas ya que se trata de un territorio con una población que se sitúa en torno a los 1.241 millones de habitantes.
Expuestos los datos, ahora es fácilmente comprender la transigencia de WhatsApp con los hindúes. Al igual que China, La India es un mercado sumamente atractivo por la cuota de mercado que pueden arañar las compañías, y WhatsApp no escapa a estos intereses económicos y estratégicos. Sin embargo, conquistar estos mercados plantea mayores dificultades. De ahí que Neeraj Arora, vicepresidente de de desarrollo de negocio de WhatsApp haya indicado que por ahora el servicio seguirá siendo gratuito, aunque en los próximos años buscarán soluciones para implantar un modelo de pago adecuado. Suponemos que en ese periodo de tiempo la compañía intentará ganarse la confianza de un mayor número de usuarios.
Mientras tanto, en otros mercados el modelo de negocio pasa por el pago anual de un dólar, 0.89 céntimos de euro, ya que los fundadores crearon la app bajo la filosofía “No ads, no games, no gimmicks”, o lo que es lo mismo. Nada de publicidad, ni juegos ni trucos para sufragar los gastos y generar ganancias. Dados los precedentes en La India, ¿qué pasaría si los usuarios dejasen de pagar la pertinente cuota allí donde sí funciona el modelo de pago? ¿Terminaría la filosofía de “fuera publicidad”, máxima ahora que WhatsApp es propiedad de Facebook?
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