Se llama Osiris Aristy y vive en Brooklin pero el pasado 15 de enero tuvo una mala idea, que fue la de mandar a través de Facebook
un mensaje a la policía sirviéndose de emoticonos que no eran nada
amistosos. En los pocos caracteres que utilizó había armas apuntando a
cabezas amarillas y como lo escribió todo desde su cuenta en la red
social... pues fue muy sencillo dar con él.
Eso sí, aunque el mensaje lo escribió el 15 de enero, hasta el 18 no
se personaron en su casa los miembros de las fuerzas del departamento de
policía para arrestarlo bajo la acusación de ‘amenazas terroristas y posesión de drogas y armas‘.
Cargos que se vieron agravados cuando aprovechó para publicar, en los
días previos, imágenes suyas posando junto a una pistola.
El abogado de Osiris rápidamente salió a los medios a intentar quitar hierro al asunto, declarando que “su cliente no hacía nada malo” y que “todos los días son muchas las personas que usan estos emoticonos sin ser acusados por la Policía”.
¿Por qué no entienden que internet tiene leyes?
Esta no deja de ser una historia que podría considerarse como una
‘divertida’ anécdota, pero que deja bien a las claras que es necesario
cuanto antes fabricar entre todos una auténtica conciencia digital que
haga comprender a todos sus usuarios que en internet, como en la vida
real, nada de lo que se hace está exento de consecuencias y, como tal,
debemos ser responsables de nuestros actos.
Un mensaje amenazador con emoticonos o con texto es lo mismo a
efectos penales. De la misma forma que si lo hacemos a través de una
carta escrita a mano, a máquina o con fotos recortadas de pistolas y
cabezas. Internet se rige por las mismas leyes que el
mundo real y es por eso que este tipo de comportamientos deben traer
consecuencias, obligatoriamente, y dejarle claro a todos los que
utilizan la red que el ‘supuesto’ anonimato en el que nos movemos no
puede servirnos para insultar, faltar el respeto y, en las menos de las
ocasiones, infringir la ley.
Fuente: Europa Press
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