Nos apasiona la tecnología, nos encantan nuestros
smartphones, pero todos ellos, o una gran inmensa mayoría, adolecen de
una siniestra sombra, el uso de minerales en conflicto como el coltan y el tántalo,
del que el 80% de las reservas mundiales proceden de la República
Democrática del Congo y están controlados por grupos armados. A las
puertas del MWC 2015 nos preguntamos ¿qué están haciendo las compañías al respecto?
En torno a la telefonía móvil y la industria en general siempre
sobrevuela un oscuro nombre, que muchos dicen por lo bajo en los
pasillos de las compañías, pero que es un problema al nivel del causado
por otras materias primas en conflicto. Hablamos del coltan, y en menor
medida del tantalio. Ambos son básicos y sin ellos no se podría haber
producido el enorme crecimiento de la industria de la electrónica de
consumo en los últimos años.
El problema, en concreto del coltan es su procedencia. El 80% de las reservas están en la República Democrática del Congo,
un nombre que no le hace justicia a la situación del país donde más de
20 grupos armados controlan el tráfico de materias primas (diamantes,
madera, etc.).
¿Qué dice la ley?
La legislación al respecto es diferente a uno y otro lado del Atlántico. En EE.UU. En 2010, la ley Dood-Frank
redujo los minerales en conflicto al Tantalio, el Tungsteno o
Wolframio, el Estaño y el Oro, y a una sola zona geográfica, el este de
la República Democrática del Congo. Las empresas estadounidenses debían
investigar en su cadena de suministros e informar si usaban minerales
procedentes de esa zona o de alguna cercana o relacionada.
En Europa, las cosas van mucho más lentas. Aún se trabaja, y lleva así desde marzo de 2014, en una iniciativa para que la industria europea
no se surta de minerales cuyo comercio esté alimentando conflictos
armados. A diferencia de la ley Americana, esta directiva afectaría a
cualquier mineral, de cualquier parte del mundo, cuyo comercio alimente
conflictos, pero no sería de obligado cumplimento para los fabricantes,
si no de carácter voluntario.
Esto es lo que hacen las empresas actualmente
A las puertas del Mobile World Congress 2015, es interesante repasar
qué han manifestado las compañías en los últimos tiempo en este aspecto y
cuan comprometidas están unas y otras en este sentido con el uso de
materiales de zonas en conflicto.
Samsung
Empezando por una de las más destacadas del mercado, Samsung, podemos encontrar en su página web una
referencia explícita al tema. En ella se dice, textualmente, que la
compañía ha creado los mecanismos para evitar el uso de materiales
procedentes de zonas en conflicto y específicamente, aquel extraído y
comercializado ilegalmente desde Congo. Es más, no compran directamente en el país ni de ninguna fuente relacionada
con el el mineral puro y sólo un limitado grupo de proveedores les
abastecen de componentes basados en tantalio que tampoco pueden proceder
de Congo sino de otras zonas como EE.UU., Tailandia, o Rusia. Concluye
la compañía que se están realizando esfuerzos por sustituir
permanentemente componentes realizados en coltan y tántalo por otros
materiales en sus terminales.
Apple
Por su parte, Apple muestra en su último informe de responsabilidad social corporativa, indica que “instamos a las fundiciones y refinerías a cumplir el Conflict-Free Smelter Program (CFSP) o
un programa de auditoría independiente similar. Y en lugar de rechazar
directamente los minerales procedentes de la RDC y de otros países de la
zona, estamos respaldando líneas de suministro verificadas e impulsando
el desarrollo económico en la región.” Un enfoque diferente al de su
gran rival y arriesgado. Apple afirma que en enero de 2014, todas sus fundiciones de tántalo activas e identificadas de su cadena de suministro estaban certificadas como “no conflictivas” por auditores externos.
Sony
Siguiendo con los nombres propios, Sony es otra empresa importante en
este aspecto, no ya sólo por su presencia en el mercado smartphone,
sino en el de la electrónica en general. La empresa nipona ha actualizado su política de uso de materiales en conflicto el pasado mes de agosto
en la que indica que a las medidas ya puestas en marcha después de la
ley Dood-Frank se le añaden unos nuevos mecanismos para verificar que en
sus terminales no se usa estaño, tántalo, tungsteno, oro o coltan de
fuentes que soporten a grupos armados en la RDC o en la región. Al igual
que Apple, requiere que sus proveedores establezcan la trazabilidad de
los materiales acordes a la CFSP o la Electronic Industry Citizenship
Coalition (EICC)/Global e-Sustainability Initiative (GeSI).
Según informa la empresa, a agosto de 2014, aseguran que las auditorías realizadas aseguran que ninguno de sus productos actuales contiene minerales procedentes de zonas en conflicto, habiendo validado a 80 de sus refinerías y fundiciones y cortado lazos con 6 que presentaban materiales de dudosa procedencia.
HTC
La compañía taiwanesa también tiene un apartado refiriéndose al coltán y otros materiales en conflicto en su reporte de RSC. En ella se puede leer, de una forma salomónica:
“Como miembro de la Coalición ciudadana de la industria electrónica
(CCIE), subscribimos el Código de conducta de la CCIE, que exige a los
participantes adoptar una política de abastecimiento que garantice que
los minerales de tántalo (también conocido como coltán), estaño,
tungsteno y oro usados en sus productos no financian a grupos armados
que perpetran abusos contra los derechos humanos en la República
Democrática del Congo y el área circundante. Como la trazabilidad
resulta difícil, HTC ha dejado de abastecerse de minerales
procedentes de la República Democrática del Congo y de toda la región de
África Central.”
LG
La segunda compañía coreana tampoco se esconde y recientemente revisaba su código de conducta
para proveedores. Indica que obliga a sus proveedores a documentar sus
esfuerzos por trazar de donde vienen los materiales que podrían proceder
de zonas en conflicto, algo que es obligatorio para éstos a partir de
enero de 2015, y registrarlos en el sistema de la compañía o no podrán
seguir comerciando con ella. Para ello, utilizan los estándares del CFSP
o algún programa alternativo. Sin embargo, parece la más ambigua al
respecto y si es posible que sus sistemas estén ya verificados, parece
que se ha puesto manos a la obra recientemente.
Microsoft
La compañía de Redmond no se lo ha pensado dos veces y afirma que sigue aplicando la política que ya usaba Nokia.
Si bien desde Microsoft Mobile lo único que se expresa es que están en
contra y hacen el mayor de los esfuerzos por evitar el uso de estos
minerales, se agarran a lo que ya hacía la compañía finlandesa desde 2001,
donde cortó radicalmente el uso de tántalo procedente de estas zonas.
De este modo, requieren completos informes de trazabilidad a sus
proveedores, para asegurarse de que no procede de la RDC ni países
cercanos.
Motorola (Lenovo)
Como en el caso de Microsoft y Nokia, al hablar de Motorola hay que
buscar qué es lo que dice la que ahora es su dueña. En este sentido, la
empresa china mantiene desde 2007 las políticas implantadas y mejoradas
desde entonces (o al menos hasta 2012 que es cuando está actualizado el texto de su página web) en la que, básicamente, lo que viene a decir es que cumple a rajatabla con la ley en EE.UU., cosa que aplica al resto del mundo.
Huawei
La empresa china muestra en su página web un compromiso tanto propio
como de sus proveedores para no usar minerales de países en conflicto,
pero lo cierto es que no ofrece más información y hay que entrar ya en
sus informes de RSC para conocer algo más sobre el tema, siendo el último el de 2013 por el momento. En ella hay un párrafo sobre el tema en el que se incide en la prohibición para sus proveedores
de utilizar estos materiales en conflicto, para lo que ha renovado el
cuestionario que realiza a sus proveedores en 2013 y completaba en 2014
la auditoría a todos sus proveedores, cuyos resultados aún no han sido
publicados.
Otras marcas
Hemos intentado también encontrar información sobre la política que siguen otras marcas importantes como son Xiaomi y Meizu,
pero quizás la barrera idiomática nos ha impedido encontrar esa
información o simplemente es algo que, al estar en China, no les afecta o
no lo han estudiado aún. En el campo europeo, nos encontramos con un
problema parecido, al intentar encontrar información pública de marcas como BQ,
no hemos encontrado nada en sus páginas webs, probablemente porque
realmente quien hace sus terminales de marca blanca sean empresas chinas
que, suponemos, se habrán asegurado que cumplan con todos los
requisitos legales.
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