Noticia sorprendente pero que, bien analizada,
podría llegar a ser perfectamente lógica. Y es que como reza el dicho,
"si no puedes con tu enemigo únete a él". Y Microsoft ha decidido que lo mismo no es buena idea seguir empeñados en Windows Phone
(o Windows 10 en el futuro) y que el éxito radica en competir en el
mismo terreno que uno de tus máximos rivales. ¿O acaso se trata de una
simple inversión a la espera de beneficios?
Según informa The Wall Street Journal, Microsoft ha invertido 70 millones
de dólares (unos 62 millones de euros) en Cyanogen, la empresa que ha
venido en los últimos años desarrollando algunas de las instalaciones
más eficientes y con mejor rendimiento de todo el panorama Android. Y
claro, la pregunta sale sola: ¿qué hace Microsoft flirteando con el sistema operativo de Google?
Cyanogen quiere independizarse
Desde que los responsables de los míticos Cyanogen Mod se
constituyeron como una empresa, poco a poco han ido dando pequeños pasos
que buscaban independizarse por completo de Google, entendido esto como
un intento por desarrollar una versión propia del OS móvil de los de Mountain View sin su batería de aplicaciones oficiales.
Esto es, sin duda, un ataque a la línea de flotación de los padres de
Android que si por algo se han caracterizado en los últimos tiempos es
por querer hacer más férreo todavía su control sobre el sistema
operativo, obligando a los fabricantes a limitar el uso de ‘bloatware’
para entregarse por completo al ecosistema de aplicaciones que les
sirven de fuente de ingresos inagotable por servicios y contenidos.
¿Y Microsoft qué podría querer?
De momento según The Wall Street Journal, los de Redmond no tienen
intención de asaltar Cyanogen por completo. Estos 70 millones serían una
inversión para ir tanteando la posibilidad de trabajar en un Android
‘des-Googlelizado’, sin sus aplicaciones y, ¿tal vez con las
equivalentes de Microsoft implementadas?
Sería un movimiento audaz que seguramente tendría una respuesta
inmediata por parte de los de Mountain View que no se van a quedar con
los brazos cruzados viendo cómo uno de sus competidores más importantes
(pero en horas bajas por un Windows Phone que sigue sin crecer como es
debido) se mete en su corral e intenta hacerse con una parte del pastel.
Sin duda estaremos atentos a cualquier comunicado oficial
que pueda producirse por alguna de las dos partes pero de confirmarse,
veremos a ver qué declaran los de Satya Nadella por que, ciertamente,
esta inversión en Cyanogen era lo último que pensábamos que iban a hacer los padres de Windows Phone. ¿No os parece?
Fuente: The Wall Street Journal
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