Google no obligará a los fabricantes a cifrar los equipos con Android Lollipop, pero sí lo recomienda

Lollipop

La implantación de Lollipop en nuevos terminales sigue dando mucho de qué hablar. El año pasado Google anunció la encriptación obligatoria de los datos en nuevos terminales que equipen Lollipop de serie. Hasta ahora, la encriptación de datos para favorecer la seguridad del dispositivo era opcional en las versiones anteriores de Android. Con la llegada de Lollipop esta opción desaparece y la encriptación debería ser la norma, pero ya no es así.

No todos los terminales están preparados

Si los planes de Google hace un año respecto de la encriptación en Lollipop eran inamovibles, ahora parece que se distancia de ellos, aunque no renuncia en absoluto. Se ha demostrado que dispositivos como el Google Nexus 6 llegan a realizar algunas tareas de forma más lenta que su predecesor. Muchos achacan esta paradoja a que la encriptación de los datos, que consume bastante memoria del terminal, por lo que aunque su tecnología sea más moderna, no puede disponer de la memoria necesaria para realizar ciertas acciones. Para el deseo inicial de Google de que el encriptado sea obligatorio en todos los dispositivos, no es lo mismo que un terminal venga encriptado con Lollipop de fábrica a que se actualice desde una versión anterior. El primero tendrá activada por defecto la encriptación sin posibilidad de inhabilitarla, y en el segundo esta seguirá siendo opcional. Hasta ahora, el discurso de Google giraba en torno a que la encriptación en los distintos dispositivos con Lollipop debía ser obligatoria en nuevos terminales.
Lollipop
Pero el nuevo manual de Google que detalla cómo debe ser un terminal Lollipop certificado, deja la puerta abierta a que los fabricantes implementen en futuras versiones de Android la encriptación obligatoria. Este nuevo manual pasa de la imposición a los siguientes términos “very strongly RECOMMENDED” vamos, que ya no es obligatorio. Esto se debe a que no todos los terminales, ni tan siquiera muchos de los que se están lanzando ahora, son capaces de aprovechar todo su hardware mientras funcionan en un entorno encriptado. Los problemas de rendimiento detectados en  dispositivos como el Nexus 6 o 9 sólo podrán ser subsanados con nuevo hardware, básicamente chips que sean capaces de decodificar los datos de manera más rápida. Al final, no se trata de que Google deje de lado la encriptación obligatoria en los dispositivos nuevos, sino que es consciente de que esta medida no es compatible con la mayoría del hardware disponible actualmente. Así que no queda más remedio que levantar el pie del acelerador y dar un respiro a los fabricantes. Eso sí, esperamos que den ejemplo y los nuevos Nexus no ralenticen su hardware por una pobre optimización del software.

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