Grooveshark se convirtió en una web muy popular entre los aficionados
a la música, gracias a la facilidad para compartir sus canciones y
descubrir nuevos temas.
Lamentablemente, esa facilidad de uso también implicaba que era igual
de fácil subir música que no era de nuestra propiedad; algo que
organizaciones como la RIAA siempre han criticado, y por eso pusieron a sus abogados en marcha.El cierre de Grooveshark era un desastre anunciado
Conforme las demandas llegaban y Grooveshark se veía sin salida, empezaron a quedar claros los problemas estructurales del servicio por los que tarde o temprano iba a caer.Para empezar, no contaba con ningún sistema para detectar música con copyright, e incluso cuando lo introdujo no era muy eficiente. No sólo eso, sino que en las investigaciones se descubrió que los propios fundadores del servicio habían subido música que no era suya.
No es que Grooveshark no intentarse hacerlo bien cuando se dio cuenta del camino que seguía: firmó licencias con varias compañías, pero nunca consiguió convencer a las grandes.
Unas multinacionales que, ahora que tenían al servicio contra la espada y la pared, no iban a cejar su empeño; la cosa podría haber terminado bien si se hubiera firmado algún tipo de acuerdo, pero, cegadas por la ira y el orgullo, las discográficas no han aceptado; incluso han obligado a Grooveshark a disculparse públicamente por lo sucedido.
De esta manera, las discográficas no sólo se han deshecho de un competidor más en el creciente sector del streaming: también han derrumbado de la noche a la mañana la casa de muchos artistas que subían su música a Grooveshark, unos artistas que, aunque se supone que están representados, no tienen voz ni voto en estos asuntos.
Con el cierre de Grooveshark decimos adiós a otro servicio que se atrevió a pensar antes en sus usuarios que en las grandes discográficas, y pagó el precio.
Actualizado: cómo recuperar las canciones y listas de reproducción
Aunque la web de Grooveshark ya no está disponible, algunos de sus servicios siguen activos. Si nos damos prisa, podemos recuperar algunos archivos relacionados con nuestra cuenta, como las listas de reproducción; incluso algunos usuarios aseguran que han podido recuperar algunas canciones.
Para ello, tenemos que acceder a la página groovebackup e introducir nuestro nombre de usuario o correo de Grooveshark. No es seguro que funcione, y es posible que no obtengamos nada o que dentro de unas horas esta función quede deshabilitada, pero merece la pena intentarlo.
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