Si estás planeando actualizar y tienes un equipo al que no le sobra espacio de almacenamiento, te encuentras con un problema y es hora de que hagas todo lo posible para liberar espacio en disco, porque Windows Update no lo va a hacer por ti.
En la página de soporte de Microsoft explican de la forma más natural y normal del mundo que "Windows Update no comprueba los requerimientos de espacio adecuados en el sistema antes de iniciar".
Si resulta que no tienes suficiente espacio para la instalación, esta seguramente va a fallar. La advertencia hace referencia a sistemas con "espacio de almacenamiento limitado como los clientes ligeros o sistemas incrustados". Es decir, esto es un problema mayor en ordenadores de esos de 32 GB, pero no está limitado a ellos.
¿Por qué Windows 10 no previene esto?
Windows 10 ocupa por defecto entre 16 y 20 GB en disco, y ese espacio va aumentando con actualizaciones y uso. Aunque el sensor de almacenamiento de Windows 10 que se empezó a incluir con la Fall Creators Update ayuda, la realidad es que el usuario tiene que gestionar de forma manual para sobrevivir.
Sin embargo, que en el año 2018 que Windows Update no sea capaz de revisar esos requerimientos de espacio antes de empezar la actualización es bastante inaceptable, y terrible para la experiencia de usuario.
Nunca recomendaría a alguien comprar un equipo con Windows con tan poca cantidad de espacio, especialmente Windows 10 que nos manda actualizaciones mayores dos veces al año.
Mientras tanto, la recomendación tanto de Microsoft como nuestra es que lleves un régimen regular de mantenimiento para garantizar que tus actualizaciones se instalan de forma correcta. Esto tampoco es garantía total ausencia de problemas, puesto que actualizar Windows 10 a veces es como una ruleta rusa.
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