Surface Pro 3: ¿Por qué el mejor equipo no es la mejor tablet?

Microsoft continúa redundando en la idea de que su nueva Surface Pro 3 es perfectamente capaz de sustituir a un portátil con plenas garantías. Esto es algo sobre lo que no nos cabe duda alguna, de hecho, pensamos que los modelos anteriores también podían hacerlo, aunque ahora se trata más bien de convencer al usuario medio. El primer anuncio del dispositivo va en esa línea.

Durante el evento de presentación de la Surface Pro 3, Microsoft apostó de forma decidida por hacer un esfuerzo didáctico y tratar de enseñar al usuario que su equipo pesa menos y es más barato que la combinación de una tablet y un portátil. Desde alejandrotechnology estamos completamente de acuerdo con esa premisa, sin embargo, también es preciso señalar que, como tablet pura, no es la mejor. A continuación os explicamos por qué.

La tablet más completa…

De nuevo, el primer anuncio comercial para la televisión vuelve a girar en torno a esa idea. Estamos ante un dispositivo tremendamente solvente que puede utilizarse en la cama, en el coche, en una cafetería, en el trabajo, etc. Además, cuenta con un teclado y un stylus nativos para facilitar diferentes usos en todas esas circunstancias.

Partimos de que la Surface Pro 3 es la tablet más completa. No hay ningún dispositivo en el mercado capaz de articular tantas funciones de una forma tan orgánica. El diseño es sencillamente excelente, y los avances en ergonomía y usabilidad son merecedores de todo reconocimiento.

… no es siempre la mejor

¿Por qué decimos entonces que no es la mejor tablet? por una cuestión sencilla. Pensemos cómo son las tabletas actualmente y cuáles son sus usos más frecuentes. Si borramos todo rastro de PC en la Surface Pro 3, dejamos sólo aquello que es consustancial al concepto de tableta y lo enfrentamos (equiparando los precios) al iPad Air, a la Galaxy Note Pro 10.1 o a la Xperia Z2 Tablet, saldrá perdiendo por dos motivos: es más pesada y no cuenta con tantas aplicaciones como Android o iOS.

Obviamente, siempre podemos pensar “para qué queremos las aplicaciones si podemos mover cualquier programa de escritorio”, pero ¿quieren los usuarios de tablets mover cualquier programa de escritorio o prefieren las aplicaciones: táctiles, accesibles, abundantes, variadas, integradas entre sí y, sobre todo, extremadamente ligeras?