La relación comercial entre Apple y Samsung se ha deteriorado hasta el punto de que los californianos buscan la independencia total. Si bien los surcoreanos abastecían a la firma de la manzana con un buen número de componentes internos para la fabricación de sus smartphones y tabletas, durante los últimos años sus disputas en los tribunales y el enfrentamiento directo entre los iPhone, iPad y distintos modelos Samsung Galaxy que libran en el mercado tecnológico ha sido el detonante final para una separación definitiva. No ha sido, ni es, una tarea fácil para los norteamericanos pues pocos proveedores tienen la capacidad de producción de Samsung, la suficiente para calmar la sed de componentes que marca la alta demanda mundial de los iDispositivos. Sin embargo, la cúpula directiva liderada por Tim Cook ha conseguido poco a poco desligarse de los asiáticos.
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Uno de los síntomas más evidentes del divorcio es la reciente noticia publicada por el diario en su versión digital, The Wall Street Journal. En citado medio ha sacado a la luz el trabajo de cooperación de un menos conocido fabricante de semiconductores -TSMC o Taiwán Semiconductor- con Apple con el fin de que se convierta en el proveedor mayoritario de procesadores para los futuros iPhone y iPad. Según el artículo difundido, TSMC no solo se encargará de la producción de este importante componente, sino que ya ha comenzado a enviar las primeras partidas de un procesador que con toda probabilidad será incluido en el interior del futurible iPhone 6. Y es que el hecho de que los de Palo Alto ya dispongan de un primer lote de procesadores, justo unos meses antes de la presentación del nuevo iPhone, es un síntoma de peso para pensar en la integración del SoC fabricado por TSMC en el iPhone 6.Procesador más eficiente y de mayor rendimiento
Para que Apple se haya decantado por TSMC como socio distribuidor de componentes, el fabricante ha tenido que hacer frente a las exigencias de la firma tecnológica. Algunas de éstas pasaban por ofrecer una línea de producción lo suficientemente capaz como para abastecer la mayor parte de procesadores que serán necesarios para hacer frente a la demanda de sus equipos. Así lo supimos hace meses cuando se valoraba la posibilidad de que Samsung dejase de ser partícipe en la fabricación de los iPhone y parece que se cumplirán las premisas. No solo eso, sino que TSMC estará capacitada para ofrecer alta tecnología en procesadores a partir de un proceso de fabricación de 20 nanómetros. A modo comparativo, la última generación de procesadores de Samsung facilitada a Apple para equipar el iPhone 5s dispone de un proceso de fabricación de 28 nanómetros y arquitectura de 64 bits.Esta evolución en el campo de los smartphones implicará que el chip será más eficiente. Gastará menos energía o, en su defecto, la misma que generaciones anteriores aunque a costa de ofrecer un rendimiento superior. Una consecuencia directa de aplicar esta evolución se traducirá igualmente en un menor calentamiento del chip, lo cual también ofrece otro tipo de beneficios de cara al usuario final.
Fuente: Ars Technica
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