Pero resulta que no. Que esto son negocios y como diría el clásico “no es nada personal”, son 3.000 millones de dólares los que han soltado los de Cupertino para hacerse con el control de una de las compañías que más ha crecido en los últimos tiempos dentro del segmento de la música. Tanto en la vertiende del ‘streaming’ con su servicio Beats Music como el de la electrónica con sus auriculares de gama alta, altavoces, etc.
Pero ahora esa compra se ha consumado gracias a la aprobación de los organismos reguladores tanto en Europa como en EE.UU. y, por lo tanto, Apple ha podido presumir de adquisición. ¿Cuánto tardará en notarse que Beats forma parte ya del poderoso imperio de la manzana? Pues ya, Hoy mismo es posible notar ese cambio ya que la tienda de Beats ha cambiado todos los links de compra y ahora apuntan todos a la Apple Online Store. Es decir, que ya es Apple la que nos ‘sirve’ los productos de Beats.
Sin duda, la compra de Beats por parte de Apple tiene mucho de reconocimiento de culpa por no haber hecho bien las cosas en un segmento donde ellos fueron los auténticos revolucionarios: la música. Estuvieron cuando ésta dio el paso de los CD al formato digital pero el ‘streaming’ se les está escapando. Es por eso que Ian Rogers, CEO de Beats Music, podría estar ya dirigiendo los destinos de iTunes Radio con el objetivo de potenciar ese área.
De todas formas, mientras nos vamos enterando de más cosas, os dejamos con el comunicado que Apple ha publicado con motivo de la compra de Beats:
“Nos alegra dar hoy la bienvenida a Beats Music y Beats Electronics a la familia Apple. La música siempre ha tenido un lugar especial en nuestros corazones, y nos encanta unir fuerzas con un grupo de personas que la ama tanto como nosotros. Los counfadores de Beats, Jimmy Iovine y Dr. Dre, han creado productos bellos que han ayudado a millones de personas a mejorar su conexión con la música. Estamos encantados de trabajar con este equipo para intentar hacer mejor todavía esa experiencia. Y no podemos esperar lo que va a venir”.
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