Hace unos meses comenzaron los problemas con el espionaje por parte
de varios gobiernos por todo el mundo, provocando que los usuarios se
escandalizaran ante la exposición de sus datos privados. Actualmente la situación no es mucho mejor que la anterior, aunque compañías como Apple y Google han comenzado a “luchar ante estas injusticias” para evitar la venta de datos en sus sistemas operativos iOS 8 y Android L.
Hace apenas unos días nos hicimos eco de la noticia en la que se reflejaba que Wikileaks había puesto a disposición del público una gran cantidad de malware
utilizado por ciertas compañías para conocer la vida privada de ciertos
personajes importantes del panorama político, económico y social
mediante la instalación del software en sus teléfonos móviles u
ordenadores, ya fueran Linux, OS X, Windows (Phone), Blackberry, Symbian
o iOS. Esto, junto con el espionaje de la NSA, ha
provocado que muchos usuarios hayan comenzado a percatarse de los
problemas de privacidad y, por ello, tanto Apple como Google han
decidido poner fin, al menos, de forma parcial.
iOS 8 se estrenó hace apenas unos días y Apple
indicó ciertas ventajas con respecto a sus competidores, sobre todo en
el terreno de la privacidad. Según los de Cupertino, a partir del
lanzamiento del sistema operativo, toda aquella información que pueda almacenarse en los dispositivos o cuentas de Apple no podrá ser accedida sin autorización expresa del usuario,
respondiendo así a las acusaciones de haber colaborado con las
distintas agencias de seguridad. Para ello, básicamente se ha modificado
el sistema de encriptación, aplicándose de forma automático tras haber
elegido una contraseña.
Tras este anuncio acerca de iOS 8, Google no tardó en dar su opinión e informó de que Android L, la próxima versión de su sistema operativo móvil, llegará con cifrado automático de datos. En realidad, esta opción ya está disponible desde hace algunas versiones pero no de forma automática,
por lo que los usuarios normalmente no la utilizaban debido al
“desconocimiento” de la función. Por ello, Android L pasará directamente
a cifrar los datos si el usuario así lo desea, evitando que los accesos
no autorizados al terminal terminen consiguiendo datos comprometidos.
Desde luego, se tratan de dos opciones muy interesantes para proteger
nuestra privacidad y que, claro está, esperemos que funcionen. iOS 8 y
Android L cifrarán el contenido de nuestros smartphones automáticamente
pero, ¿qué ocurrirá con otros sistemas operativos como Windows Phone? ¿Acabarán ofreciendo una herramienta similar?
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