¿Podrán las baterías de litio-azufre aumentar la autonomía de los móviles?

¿Podrán las baterías de litio-azufre aumentar la autonomía de los móviles?

De vez en cuando aparecen noticias de estas que vienen a darnos algo más de esperanza en la vieja cuestión de las baterías de los móviles. Una especie de ‘milagroso crecepelo’ que todo el mundo espera y que nos permita pasar no uno, sino dos, tres, cuatro o más días sin acordarnos de qué es un cargador.

Pues bien, esa tecnología milagrosa podría estar ya asomando por el horizonte y prometiendo no solo una mayor autonomía, que es de lo que se trata, sino de la reducción de los tiempos de carga casi a la mitad. Algo que desde luego firmaríamos todos ahora mismo si fuera posible, ¿no?

Las ventajas del litio-azufre

Esas nuevas baterías son las litio-azufre que vendrían a sustituir a las de polímero de litio que son las que actualmente montan la mayoría de dispositivos móviles. Pues bien, mientras estas últimas son capaces de almacenar entre 150-200W·h/Kg., las de litio-azufre multiplican por dos y por tres esa capacidad hasta los 500W·h/Kg. La traducción inmediata de este dato es que una pila de litio-azufre es capaz de almacenar el doble (o más) de energía que una tradicional en el mismo espacio.
De primeras, esa sería una ventaja más que apreciable y a tener en cuenta en el día a día de nuestro smartphone o tablet, pero hay otra más que tiene que ver con eso que se da en llamar la ‘descarga fantasma’, y que significa que cuando no le damos uso al terminal, aunque esté apagada su pantalla y no haya tareas que esté realizando, la batería se va vaciando poco a poco. En este punto, esa pérdida progresiva también se mejora con las nuevas baterías ‘Sion’..
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PEro además de la mayor capacidad en el mismo espacio que una actual, la tecnología de litio-azufre tiene otra ventaja más: la rapidez de carga. Esto se debe a que la carga nuclear de las nuevas baterías contaría con dos electrones en vez de uno, por lo que los tiempos de recarga se reducirían, directamente, a la mitad.

¿Y cuáles son los ‘contras’?

Esencialmente, las baterías de litio-azufre están todavía en fase de experimentación y tienen dos grandes obstáculos que, con el paso de los meses y la mejora de la tecnología, permitirán salvarlos y dejarlos atrás. Uno es la ‘durabilidad’, el tiempo de vida útil que tiene la batería y que ahora mismo está muy lejos de ser la ideal por culpa de un proceso en algunos de los elementos que forman parte del cóctel, que cristalizan y obstruyen el circuito por el que fluye la carga.
Y por otro, está el problema del deterioro y el agrietamiento que sufren las baterías que se han probado con esta tecnología: parece ser que la tensión provocada por los ciclos repetidos desgasta demasiado los materiales y rápidamente pasan a ser inservibles, así que toca esperar a ver si en un tiempo prudencial de ¿pocos años? acabamos por tener una solución a las baterías de los móviles. Esas que ahora mismo es un milagro que nos duren un día entero.

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