Aunque siempre es recomendable instalar los últimos parches de
seguridad de Microsoft en ocasiones ocurre que alguna de ellas puede
generar errores en nuestro sistema por diferentes motivos. Si esto
ocurre e recomendable desinstalar dichas actualizaciones conflictivas y
bloquearlas para evitar que nuestro sistema siga funcionando mal ya que,
aunque sigamos expuestos a la vulnerabilidad, por lo menos podremos
usar nuestro ordenador sin problemas.
Cómo desinstalar actualizaciones de Windows
Para desinstalar una actualización simplemente debemos acceder al
apartado de “Programas y características” de Windows (antiguo agregar o
quitar programas) y desinstalarla como si se tratase de un programa
cualquiera instalado dentro de nuestro sistema.
Como podemos ver, en la parte derecha de la ventana de “Programas y
características” tenemos un apartado llamado “Ver actualizaciones
instaladas”. Pulsamos sobre él y nos aparecerá una nueva ventana con
todas las actualizaciones de Windows y de otros programas de Microsoft
que se han instalado en nuestro sistema.
Debemos buscar la actualización conflictiva en la lista para proceder
a su desinstalación. Seguramente leamos por Internet que otros usuarios
están teniendo los mismos problemas con la actualización KBx, o de lo
contrario, podemos ver la fecha en la que se instala cada parche y
podemos empezar por desinstalar una a una las últimas actualizaciones
hasta dar con la conflictiva.
Para desinstalarla simplemente pulsamos sobre ella con el botón
derecho y seleccionamos “Desinstalar” para borrar la actualización del
sistema. Una vez finalice esto reiniciamos y, de ser la actualización
conflictiva, los problemas deberían haber cesado.
Cómo bloquear actualizaciones en Windows
Aunque desinstalemos una actualización a mano Windows la detectará
como “no instalada” e intentará instalarla automáticamente cuando vuelva
a buscar actualizaciones. Para evitar que esto ocurra debemos
bloquearla para que no se instale de nuevo y se centre únicamente en los
parches nuevos que, en teoría, no deberían generar problemas.
Para ello abriremos una ventana de Windows Update y buscamos
actualizaciones nuevas. la actualización conflictiva debería aparecernos
entre ellas al haber sido desinstalada.
Aquí buscaremos nuevas actualizaciones para que el sistema detecte
que hemos desinstalado una e intente volver a instalarla. Cuando nos
aparezcan que hay nuevos parches disponibles accedemos al apartado de
actualizaciones donde veremos una lista con todas ellas. Localizamos la
que generaba los problemas y la ocultamos con la opción que aparece al
pulsar con el botón derecho sobre ella.
Una vez seleccionada esta opción la actualización ya no volverá a
aparecer para instalarse y quedará bloqueada hasta nuevo aviso.
Volviendo a la ventana principal de Windows Update, en el apartado
“Restaurar actualizaciones ocultas” podremos ver todas las que hemos
bloqueado y restaurarlas con el botón derecho para permitir que se
vuelvan a instalar en el sistema, por ejemplo, si Microsoft lanza un
nuevo parche para arreglar los problemas de ese parche.
Es recomendable instalar siempre las actualizaciones más recientes y
probar de vez en cuando si los errores han sido solucionados en nuestro
equipo para evitar tener una vulnerabilidad no solucionada en el sistema
por culpa de un parche que no funciona correctamente.
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