La última patente de la empresa de Kyoto acerca más que nunca el desembarco de sus títulos, al menos los más clásicos, a las pantallas de los terminales móviles ya que ha patentando la emulación de estos en smartphones y otros dispositivos.Hace tiempo que se viene comentando que Nintendo tiene la mirada puesta en el mercado de los teléfonos móviles como una posibildad de desarrollo de negocio futuro. Hasta su presidente, Satoru Iwata ha hecho algún comentario en este sentido. Si bien hasta ahora se ha matizado que utilizarían los smartphones como una plataforma en la que ofrecer más contenidos para los juegos de sus videoconsolas, es decir, usándolos como una segunda pantalla o con contenidos específicos relacionados, la última patente registrada por la compañía en EE.UU. da un paso en otros sentido, mucho más interesante para los jugones clásicos.
Y es que en ella se puede ver como ha renovado su interés, ya que lo que hace es reformar una vieja idea que tenía, y patenta un sistema de emulación de sus títulos de consola, incluyendo específicamente los de la línea Game Boy (tanto la clásica como la Advance, donde se hicieron muchos remakes de Super Nintendo) para portarlos a otras plataformas como teléfonos móviles e incluso sistemas de entretenimiento en aviones.
Lo cierto es que, de forma extraoficial, podemos encontrar ya emuladores, con más permisividad en Android que en iOS, donde hay que recurir al jailbreak, que permiten jugar a casi todas las consolas de Nintendo en otras pantallas y la gran N ha coqueteado ya con spin-offs de Pokemon en iOS o aplicaciones accesorias para Mario Kart 8, así como grandes títulos que triunfaron en sus consolas, sin ir más lejos los Final Fantasy de Square-Enix, han aparecido ya tanto para Apple como para Android.
Ahora bien, puede que quizás estemos pecando de optimistas y ante la enorme potencia del mercado del ocio electrónico móvil, Nintendo haya hecho simplemente un movimiento preventivo para poder asegurarse que tiene derecho de veto en todo lo que salga en este sentido.
Fuente: Neogaf
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