A nadie se le escapa que el principal reto que tiene Microsoft por
delante con Windows Phone ya no es la experiencia de usuario o la
competitividad de sus terminales, su problema, y no es pequeño, es el
poco interés que manifiestan los desarrolladores por crear contenido
para su plataforma en la que hasta las aplicaciones más importantes
tardan en llegar.Poco a poco se cierra la
brecha, pero mientras Google Play y Android crecen sin parar y acaparan
la atención de los desarrolladores, por mercado y beneficios
respectivamente, Windows Phone no parece un lugar donde realizar un
esfuerzo rentable. Es cierto, la mayoría de las principales han llegado
ya pero no se puede negar que hasta estas tienen un trato desigual.
Ejemplos son los de WhatsApp, que ha tardado meses en recibir
características ya presentes en otros sistemas o Spotify, servicio en el
que los usuarios de terminales Lumia y similares tuvieron que esperar
casi un año para recibir las posibilidades que da ahora su versión
gratuita.
Según Jo Foley de ZDNET,
algo que también ha mencionado hoy uno de los responsables de The
Verge, lo que ha hecho aumentar el peso del rumor, Microsoft se debate
entre dos posibilidades. La primera es seguir apostando por seguir
atrayendo desarrolladores gracias al Microsoft Developers Experience,
abriéndose a estudiantes, startups y casi cualquiera que esté interesado
en crear una aplicación, algo que en nuestro país incluso ha
subvencionado y ha permitido la aparición de algunas aplicaciones como
las de periódicos deportivos.
Abrirse a Android no le funcionó a Blackberry ¿puede ser diferente en Microsoft?
Ahora bien, la otra posibilidad que es la que se apunta desde el
ámbito de la rumorología es que el año que viene se dará soporte en
Windows 10 a las aplicaciones de Android, además de que esta nueva
iteración tendría un enfoque universal, lo que permitiría a los
desarrolladores crear una aplicación que correría tanto en smartphones
como en ordenadores.
Este movimiento de hacerse compatible con el sistema rival ya tiene
precedentes en Blackberry, que impotente para hacer frente con su
Blackberry OS se aliaba con Amazon y permite instalar algunas
aplicaciones Android en sus terminales. Ni que decir tiene que no ha
sido una solución para la marca canadiense y habría que ver de qué forma
lo sería para Microsoft. No hay que olvidarse de que ha existido una
serie Nokia X, con su propio fork de Android y aplicaciones que
utilizaban los servicios de los de Redmond sobre Android.
Un millón de apps de diferencia tienen la culpa
Las cifras de venta, como vimos hace poco, no han acompañado este año
a la plataforma que se ha estancado en una tercera posición, aunque a
años luz de las dos primeras y con apenas un 6% del mercado.
Aproximadamente, la Windows Phone Store cuenta con medio millón de apps,
frente a los 1,3 millones que tienen Google Play y App Store. El
próximo 2015 puede ser el principio del resurgimiento o del fin, hay
tantas posibilidades de lo uno como de lo otro pero, y esto ya os lo
preguntamos, ¿dejar las puertas abiertas a las aplicaciones de otras
plataformas sería la solución? ¿puede repetirse el caso de Blackberry?
No hay comentarios:
Publicar un comentario