El propio CEO de Apple, Tim Cook, ha consentido, en un gesto para
mejorar las relaciones de la compañía con las autoridades del país
asiático que tanto les interesa como mercado, que las autoridades chinas auditen la seguridad de los iPhone y otros productos de la compañía.
Es curioso y quizás se podría considerar la psicosis del “espía espiado”, pero las autoridades chinas,
que en más de una ocasión han manifestado lo poco que les gusta cuando
las compañías no les dejan ver qué hay dentro de sus sistemas, se las
han ingeniado para que Apple permita que realicen auditorías de seguridad a sus productos.
En estas auditorías, por otra parte, no se va a producir una
instalación de herramientas o software para monitorizar las
comunicaciones de todos los productos de Apple en China, en realidad, y
al menos de forma pública, lo que busca el gobierno chino es asegurar
que los productos de la empresa de Cupertino no son un caballo de Troya por el que se le está colando, precisamente, programas espía en su territorio.
Es por ello que lo que quieren descubrir es si en los tan populares productos de la manzana en Oriente existen puertas traseras o mecanismos que pudieran suponer un peligro para su seguridad nacional.
Lu Wei, director de la Oficina de Información y Estado de Internet en
China ha manifestado en varias ocasiones su preocupación por esto, y
parece que para dejarle tranquilo no sólo han hecho basta las palabras
de Tim Cook en una reciente reunión donde aseguró por activa y por
pasiva que no había nada oculto en los iPhone, iPads y otros
dispositivos de Apple.
Pese a todo, los californianos han tenido que pasar por el aro bajo pena de ver como se prohibían sus productos,
precisamente, en el país en el que se fabrican y en el mercado que más
le interesa a la compañía, donde en 2015 está previsto abrir nada menos
que 5 Apple Stores, algunas de ellas como la de Hahgzhou, de las más
espectaculares hasta la fecha.
Fuente: MacRumors
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