Pese a la multitud de problemas con los que se encontró Android 5.o Lollipop
en su lanzamiento, parece que las cosas en el software de Mountain View
se han ido arreglando con el tiempo, tanto que se están sumando ya a la
fiesta los fabricantes ahora que Android 5.0.2 ya parece estable. Llega
el momento de compararlo con iOS 8.1, que también tuvo su particular
penitencia al principio, y parece que en esta ocasión el software de Google le gana la partida en estabilidad al de Apple... pero quizás no sea gracias sólo al software.
Crittercism es una solución para la gestión de aplicaciones móviles
encargada de monitorizar como funcionan éstas y, así, diagnosticar los
posibles fallos de las mismas. Es por ello que cuentan con una herramienta que lleva tiempo contabilizando las aplicaciones que, tanto en iOS como en Android, dan problemas y con ello tener una idea de la tasa de fallos que se dan en uno y otro bando.
Aunque hay que señalar que la tasa de penetración de uno y de otro
tiene una diferencia abismal y, por lo tanto, a mayor cantidad de
terminales más probabilidades de que haya errores (y por el contrario, a
menor cantidad más posibilidades de que el porcentaje suba aún
registrando menos), ya con el establecimiento de dos versiones
sólidas tanto de iOS 8.1 como de Android 5.0 Lollipop después de los
problemas de ambos en su lanzamiento, se puede echar un vistazo a cómo funciona el software, tomando los datos con cierta perspectiva como veremos a continuación.
Según Crittercism, la tasa de fallos de ambos sistema, es decir, el ratio de aplicaciones que fallan y se cierran, es muy baja en general, pero Android Lollipop está un paso por delante de iOS 8.1, con un 2% frente al 2,2%. Google ha mejorado los ratios de versiones anteriores en las que Ice Cream y KitKat causaban problemas en el 2.6% de las veces mientras que Apple ha dado un paso atrás ya que iOS 7 marcaba un 1,9% de “crashes” de aplicaciones.
¿Es problema del software de Apple realmente? A lo mejor no tanto
Más allá de entrar en una batalla de Android vs iOS y del “y tu más”,
vale la pena centrarnos en los datos de Apple y la tendencia que han
marcado. Cabe preguntarse si esto está causado por culpa de un software que no va “fino” o hay más factores que no están en el código. Una de las cosas que lleva a gala Apple es que sus actualizaciones llegan a la mayoría de sus dispositivos, y recordemos que iOS 8 (ya no iOS 8.1) alcanzó hasta los iPhone 4S y iPad 2.
Por otra parte, la empresa de Cupertino sigue comercializando, en su rango de precio más bajo, terminales de 16 GB (o incluso en ocasiones de 8 GB como el iPhone 5c). Ya hablamos en su momento del espacio que ocupa por sí solo el sistema operativo y si 16 GB no es ya una marca obsoleta para terminales en 2015 que no tienen posibilidad de ampliarla mediante tarjetas microSD. Además, hoy mismo, Apple ha abierto la mano y permitirá colgar en la App Store aplicaciones de hasta 4 GB. Y contando
que cuando llega una actualización, como iOS 8.1.2, que ocupa cerca de 1
GB y necesita hasta 6 GB de espacio para la instalación, la queja de
los usuarios que, a la mínima, ven el aviso de que se han quedado sin espacio es recurrente.
Hay que recodar que iOS 8, como sus anteriores versiones, tiene un
sistema de “emergencia” que para salvaguardar la estabilidad del
sistema, cuando la memoria RAM no puede más y se queda sin espacio en el
disco para la virtual u otras actividades, directamente corta el
proceso y cierra la aplicación, justo el factor que cuantifica
Crittercism. Es por ello que si unimos una actualización que ha llegado
a terminales antiguos, con menos prestaciones y la mayoría con 16 GB de
memoria además de un crecimiento exponencial en los últimos años del
tamaño de las aplicaciones y los recursos que necesitan, tenemos un
cóctel peligroso para Apple en el futuro donde el ratio de cierres, a
priori, parece que subirá.
Es por ello que de nuevo nos hacemos la pregunta ¿16 GB no es algo que hace tiempo debería haberse superado ya?
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