Diferentes frentes para lograr un mismo fin
De hecho, de últimas hemos asistido a diferentes alternativas frente a la baja densidad de almacenamiento de estos componentes. Ante esta adversidad parecía que la única solución viable sería la carga ultrarrápida, un método que permite extender la duración de la batería por un tiempo más que aceptable a cambio de conectar el smartphone a la red eléctrica por espacio de aproximadamente media hora. A este respecto la alternativa más destacada corre actualmente por parte de Qualcomm y su tecnología Quick Charge 2.0, ya disponible en modelos como el Samsung Galaxy S6. Por suerte, científicos y compañías que quieren hacerse un hueco en el sector nos depararán agradables sorpresas de cara al año 2016.Para 2016
Tal y como podemos leer en Android Authority, una start-up –SolidEnergy- en colaboración con el MIT tiene en marcha un proyecto que promete un gran avance en materia de autonomía. El secreto reside en la utilización de componentes y materiales alternativos a los utilizados hasta ahora. Lo cierto es que la propuesta no es nueva ya que uno de los caminos de la investigación en este ramal se centró hace tiempo en esta práctica. Sin embargo, los ingenieros y científicos han logrado solventar algunos inconvenientes técnicos relacionados con la reacción de materiales entre el ánodo y el cátodo. Y es que la utilización de una delgadísima capa metálica y un electrolito sólido han acabado con el riesgo de inflamación, el mayor inconveniente hasta la fecha en este tipo de pilas alternativas. No solo eso, sino que la solución también garantizan hasta 100 ciclos de carga sin penalizar la vida de la batería, cifra que se espera que aumente próximamente a los 300 ciclos. La mayor novedad al respecto, que según las previsiones la evolución desarrollada por SolidEnergy estará lista a partir de 2016, momento en el cual los fabricantes podría hacer uso de esta nueva solución.Energía concentrada
Pero, ¿en qué afecta este avance en la autonomía de los smartphones? Tal y como ilustra la gráfica, la mejora vendría dada por la densidad de la batería. La reestructuración interna permitiría almacenar la misma capacidad de carga en un menor cubicaje. Por tanto, con una batería actual y la tecnología de SolidEnergy daría como resultado una pila del mismo tamaño, pero más “potente”. Llevado a términos de autonomía, supondría aumentar la duración de la misma, algo que los usuarios llevan esperando desde hace años.Sin duda, una solución mucho más efectiva y cómoda que llevar el cargador en el bolsillo para utilizar la carga rápida, portar en el bolsillo baterías adicionales (en el caso de que el smartphone permitan su extracción) e incluso las baterías portátiles con tomas de recarga. Lo mejor de todo esto, lo más destacado, es que la idea de SolidEnergy estaría disponible para los fabricantes a partir de 2016, una solución que apunta a ser real y efectiva para contrarrestar los problemas de autonomía. ¿Será la definitiva?
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