Xiaomi lleva un comienzo de año imparable en
lanzamientos. Hemos visto nuevos smartphones, hemos visto su nueva
cámara de acción, hemos visto nuevos accesorios, e incluso han anunciado
su llegada a Estados Unidos. Sin embargo, no están en el Mobile World Congress 2015. Y lo mismo ocurre con muchas otras marcas chinas famosas en los últimos tiempos por sus smartphones. ¿Dónde están?
Fabricantes cada vez más importantes
Y no nos equivoquemos. Nuestros error llegaría al pensar que esas
marcas, como Xiaomi, Doogee, Elephone, Cubot, Meizu o JiaYu, son marcas
de poco nivel, inferiores a las marcas más conocidas en Europa o en
América. Sería un error porque no fabrican smartphones de peor calidad.
Fabrican smartphones con la misma calidad. Es cierto que algunos de
ellos son de inferior gama, pero también es cierto que hemos visto
grandes ejemplos de grandes smartphones, como el Xiaomi Mi4 o el Meizu MX4.
¿Por qué entonces no han traído nada al Mobile World Congress 2015
estas compañías? Salvo el Meizu MX4, en su versión con Ubuntu, su
presencia ha sido efímera. Solo fabricantes como Huawei o ZTE han estado
verdaderamente presentes, pero hay que tener en cuenta que estas marcas
estaban universalizadas desde hacía mucho tiempo, y son “muy de aquí”.
Europa todavía no es el objetivo
Decir que el Mobile World Congress 2015 no es un evento internacional
es decir una mentira, sobre todo si tenemos en cuenta que es un evento
que deja 400 millones de euros en la ciudad Condal. Pero tratar de negar
que es un evento que parece ser puramente europeo también sería negar
la mayor. Para muestra, un botón, Apple no está presente en dicho
evento. Aunque claro, ellos no están presente en ningún evento. En el
Mobile World Congress 2015 es fácil ver a todos los peces gordos de las
divisiones de Europa de todas las grandes compañías tecnológicas. Sin
embargo, si viene Mark Zuckerberg se ponen todos los esfuerzos para que
esté bien y vuelva, y eso muestra que el evento no deja de tener sus
bases en Europa, y gusta mucho más lo de fuera que lo de dentro, como
también es propio de nuestras tierras. Aunque eso no es lo que queremos
debatir o analizar en este caso. La conclusión a la que llegamos es que
el Mobile World Congress es un evento dirigido primeramente al mercado
europeo, con una influencia internacional grandísima, pero sobre todo en
el las regiones occidentales, lo que incluye a América, pero deja fuera
a Japón y China, por ejemplo, y allí tienen sus propias ferias y
eventos destacados.
Esa focalización del evento de Barcelona hacia el mundo occidental es
lo que atrae a muchas compañías asiáticas, y hace que no sea tan
interesante para muchas otras. Uno de los ejemplos es Xiaomi, pero
ocurre algo parecido con las demás compañías como Meizu o JiaYu.
Su mercado sigue siendo Asia
Xiaomi es una de las compañías del mundo de la tecnología que más
temen Apple y Samsung, y por ello ya han aprovechado para hablar sobre
su posible futuro en el mundo occidental, y no precisamente bien. El
crecimiento de Xiaomi es notable, y su cantidad de clientes todavía más.
Sin embargo, ¿dónde están esos clientes? Pues en el mismo mercado que
ellos están liderando superando a Apple y Samsung, aunque parezca
mentira que eso sea posible, en China, el país más grande del mundo. Su
próximo objetivo es la India, otro de los países más grandes del mundo
y, lo más importante, uno que en conjunto con China te presenta un
mercado casi mayor que el de continentes enteros como Europa.
Dificultades para llegar a España
Es muy fácil lanzar nuevos smartphones en un país dispuesto a no
respetar las leyes internacionales, en un país que no tendrá ningún
problema en impedir que sus compañías sean afectadas por nadie de fuera.
Es decir, si una compañía utiliza patentes de Apple, no es problema,
porque en China no se les puede atacar. Si una compañía copia el diseño
del iPhone, no es problema, porque los chinos no van a ir a por sus
compañías. ¿La India es igual? Puede que parecido, o menos restrictivo
que Europa o Estados Unidos, pero aun así Xiaomi se ha encontrado
complicaciones a la primera de cambio. Imaginemos lo que pasaría si
Xiaomi lanza el Xiaomi Mi4, un smartphone claramente parecido al iPhone,
en Europa o Estados Unidos y consiguen empezar a ganar popularidad. Las
batallas legales en las que entrarían serían tremendamente grandes.
Eso, en compañías como Doogee o JiaYu, las hundiría, y ni se lo pueden
plantear.
Un proceso de evolución
Es por ello que las compañías chinas tienen primero que llevar a cabo
un procesador de evolución, una metamorfosis en las que pasen de ser
compañías chinas que se dedican a copiar productos, a verdaderas
compañías que diseñan y fabrican sus smartphones. Esto último es lo
fácil. Ellos han sido los fabricantes del iPhone y del Galaxy, y su
facilidad para fabricarlos es lo que les permite ahora independizarse,
pero tienen que comenzar a diseñar. Y después de eso, tienen que
comenzar a diseñar respetando patentes. Esto lleva un tiempo.
Precisamente lleva ese tiempo del que habla Hugo Barra cuando dice que
aún van a tardar en llegar a Europa y América.
Y precisamente en estas compañías se unen muchos factores. Los
precios de los smartphones chinos, tal y como explico Xiaomi al hablar
sobre su estrategia, son tan económicos porque venden casi al precio de
fabricación, sin ganar casi dinero. No obstante, la clave reside en
mantener estos productos durante un tiempo en el mercado, tiempo en el
que los procesos de fabricación mejoran y el precio de producción baja,
lo que genera ganancias. El problema reside en que estos smartphones
perduran en el mercado durante más tiempo. Si uno de estos teléfonos
inteligentes utiliza patentes de Apple, Samsung, Huawei o Ericsson, no
podrá ser lanzado en Europa hasta que se deje de fabricar el smartphone.
A su vez, Xiaomi no quiere dejar de fabricarlo, porque de ello depende
su beneficio económico. Damos por sentado que la estrategia de todas las
demás compañías chinas es la misma. La diferencia reside en que Xiaomi
ya ha comenzado a dar pasos para saltar, no el charco, sino la tierra
que separa a Europa y América (aquí sí charco, en las dos direcciones),
de China.
Xiaomi y su metamorfosis
Probablemente habréis tenido oportunidad de ver las fotografías del
Xiaomi Mi5 que ya han aparecido. Como veis, el diseño del Xiaomi Mi4,
que también podéis ver en fotografías en este post, y que tanto se
parecía al del iPhone, ha desaparecido. El Xiaomi Mi5 es un smartphone
nuevo y diferente, sobre todo en diseño. Y parece claro el objetivo de
la compañía, renovar todos sus dispositivos para poder llegar a nuestros
mercados evitando problemas legales. Con el paso del tiempo, marcará un
precedente para las demás, que encontrarán el mismo camino hasta Europa
y América.
Mientras tanto, han elegido el buen camino, evitar aparecer en muchos
eventos occidentales si no pueden ofrecer nada que sea realmente
interesante. Meizu ha hecho acto de aparición con su Meizu MX4 con
Ubuntu, pero tampoco ha dado una gran importancia al Mobile World
Congress 2015. Lógico, pues su mercado no es todavía este.
Habrá que esperar a que las compañías chinas sigan avanzando en su
metamorfosis hasta convertirse en las verdaderas rivales para las
compañías que triunfan en el mercado occidental. Lo cierto es que no
será fácil competir contra una Xiaomi que conoce a la perfección el
mercado de la fabricación de smartphones. Si existe alguna fábrica
mágica que nadie conoce y de la que llegan los smartphones por poco
dinero, esa sin duda está en China, la casa de Xiaomi. Mientras tanto,
Apple, Samsung y compañía colaboran con aquellos. ¿Pero qué pasará
cuando sean las compañías chinas las que comiencen a ser verdaderamente
grandes? ¿Qué pasará cuando la mano de obra tenga poder para mandar?
¿Seguirán los gigantes occidentales pudiendo fabricar con las mismas
ventajas allí? ¿Cuál tendrá más ventajas?
Eso tendrá que esperar, al menos, hasta el Mobile World Congress 2016.
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