Como ha pasado con los smartphones, que comenzaron como un producto
de precio bastante elevado para popularizarse, cada vez es más habitual
encontrar tablets baratas que cuestan menos de 100€, pero ¿merecen la pena?
Por lo general son productos con grandes limitaciones, que
posiblemente no puedan ofrecer muchos usos que sí pueden dar otras
tabletas de mayor rendimiento, especialmente por su poca autonomía y
limitadísimo almacenamiento interno. Sin embargo, a pesar de todo esto
una tablet barata puede tener un cierto número de utilidades en
determinadas circunstancias o para determinados públicos.
Comprar tablets baratas también puede ser de utilidad
Por ejemplo, si todo lo que quieres de un tablet es poder navegar un
poco, leer las noticias, consultar el correo y las redes sociales antes
de dormirte o antes de levantarte en una pantalla algo más grande que la
de tu smartphone, una tablet de estas características puede servirte
perfectamente para tales menesteres. No hace falta que tenga nada
especial, aunque comprobar que incluya las aplicaciones de Google como
Chrome o Gmail pueden hacerte la vida más sencilla al poder compartir
los favoritos y el historial de tu ordenador, no es algo de vital
importancia.
También puede servirte si lo que buscas es un mediacenter conectado a tu televisor mediante Chromecast u otro tipo de conexión mediante cable MHL.
Si tu intención es reproducir el películas con por streaming mediante
plataformas como Wuaki o Filmin, no deberías tener mayor problema la
mayoría con la mayoría de tablets.
Si tu intención es reproducir video que tengas en la tableta, el
asunto cambia. Muchas de estas tabletas tienen un almacenamiento interno
extremadamente bajo, por lo que con poco que metas un par de videos que
pesen llenarás tu memoria. Por eso, deberás asegurarte de que la
tableta tenga la memoria ampliable mediante SD o tendrás que estar
permanentemente vaciando la memoria para introducir nuevo contenido.
En caso de que tengas pensado usarlo para reproducir contenido desde
el tablet, también tienes que asegurarte que esa tablet barata tenga una autonomía decente,
o como mínimo que tengas la posibilidad de enchufarla cerca del
televisor que vayas a usar para reproducir las películas, además de que
puedas enviar video a la televisión. Lo ideal sería encontrar una
tableta compatible con cables MHL, aunque por un rango de precio tan
bajo igual eso no es tan sencillo.
Si lo que buscas es ver películas directamente en la tableta y no en
tu televisor, la batería cobra aún mayor importancia -la pantalla suele
ser el elemento que más energía consume-. Si además eres de los que te
gusta ver películas con una resolución alta, posiblemente tu mejor
opción sea hacerte con una tableta más cara, ya que posiblemente la
pantalla de una tablet de 90€ deje mucho que desear.
Otra opción para la que puede valer este tipo de tablets es si lo que buscas es usarlo a modo de e-reader,
aunque en este caso si sólo buscas leer libros probablemente un
e-reader sea una opción mucho más acertada, con una autonomía
infinitamente mayor -no querrás quedarte sin batería cuando Quijote y
Sancho están a punto de liarse- y tus ojos agradecerán una pantalla de
tinta electrónica, mucho más adecuadas para largas sesiones de lectura.
Además, tampoco son excesivamente caros. Si aun así quieres un tablet, deberías asegurarte de que la batería es lo suficientemente grande para aguantar una sesión de lectura larga, ya que el simple hecho de tener la pantalla encendida puede ser un golpe serio para las tabletas con baterías de 2000 mHa.
Cuidado con posibles engaños
Normalmente las tablets tienen como objetivo un público que no conoce
excesivamente la tecnología, para el que mirar la hoja de
especificaciones del gadget es como mirar un mural escrito en klingon.
Por eso hay que tener cuidado con la publicidad de estas, que en
ocasiones la imagen puede inducir a engaño.
Valga como ejemplo la tableta que ofrece un popular diario de nuestro
país, donde podemos ver que entre las aplicaciones de la tableta se
encuentra el Whatsapp, cuando esta no tiene versión para tablets (aunque
sí se puede instalar por otras vías). Esto nos debe poner en alerta y
hacernos poner en duda que el resto de pantallazos que se nos muestran en la publicidad puede no ajustarse en absoluto a la realidad.
Las tablets baratas: productos con grandes limitaciones
Como es evidente por el precio, este tipo de tablets baratas tienen
unas limitaciones enormes que pueden hacerlas completamente inútiles si
lo que buscas es darle un uso más intensivo, para trabajar o simplemente porque quieres realizar con tu tablet tareas que solías hacer con el ordenador, mejor vete olvidando de este tipo de productos
porque lo único que harás será tirar el dinero y posiblemente dañar
notablemente su sistema nervioso y reaccionar como el niño loco alemán
cuando esa baratísima tablet empiece a mostrar sus peores limitaciones. Y
si buscas una plataforma para jugar, aún con más razón deberías buscar
una tableta de mayores prestaciones.
No es raro ver tablets de 7 pulgadas con una batería de 2000 mHa
-menos que la mayoría de smartphones actuales-, una combinación que hace
que la autonomía de una tableta sea de medio asalto. También es
habitual ver que estas tabletas tienen un almacenamiento interno muy limitado
-de 4 GB, por ejemplo-, que puede hacer que con cuatro aplicaciones que
tengas instaladas satures toda la memoria. Sí, en ocasiones la memoria
es ampliable mediante SD, pero Google pone bastantes trabas a este tipo
de ampliaciones debido a sus intereses en vender espacio extra en la
nube.
Poco almacenamiento y actualizaciones
Otro elemento a tener en cuenta es que muchas de estas tabletas pueden no tener Google Play Services,
con lo que no tendrías acceso a Play Store y eso limitaría
tremendamente el acceso a buena parte de la oferta de aplicaciones de
Android. Es cierto que podrías seguir descargando APKs de otras fuentes
-lo que podría suponer un riesgo de seguridad si se hace de forma
indiscriminada- y existen alternativas como la tienda de aplicaciones de Amazon y la que pueda traer instalada la tablet, aun así la ausencia de Play Store es una limitación notable.
Y también es posible que esa tableta tan barata que has comprado no vuelva a tener una actualización de software
hasta pasado el fin de los días, por lo que si esperabas poder usar
Lollipop con una de estas tablets, es mejor que te vayas poniendo cómodo
en el sofá para esperar a que te llegue, porque seguramente no ocurrirá
nunca, por lo que deberías asegurarte de que al menos tenga la versión
de Android más nueva posible, como mínimo la 4.4.4 Kit Kat.
Al final, todo se resume en saber qué buscas tú y qué te ofrece la tableta.
Por muy barata que sea la tableta y aunque por el precio pueda parecer
que no arriesgas mucho al comprarla, tienes que ser muy consciente de
las limitaciones de este tipo de productos o puedes llevarte un buen
chasco. También existe la posibilidad de que en un primer momento
pienses que sólo usarás tu tablet para navegar y leer el correo y que a
medida que pasa el tiempo empieces a echar en falta más capacidades. La
naturaleza humana es así y poco puedes hacer contra ello, más allá de
pensártelo bien antes de lanzarte a por un producto así. Sin embargo, no
todo el mundo es un hard-user y es muy posible que haya quien encuentre
entre estos dispositivos una tableta que se ajuste a sus necesidades.
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