Algunas personas piensan que existiendo este tipo de teléfonos no merece la pena gastarse una mayor cantidad de dinero, mientras que otros creen piensan que estos teléfonos son un timo. ¿Son realmente tan buenos o tan malos? Hoy destapamos todos los mitos de los teléfonos chinos.
Los móviles chinos tienen componentes de peor calidad
Los componentes que varios fabricantes chinos utilizan suelen ser bastante similares a los que nos encontramos en occidente. Algunas como OnePlus, ZTE o Xiaomi recurren a procesadores de alta gama de Qualcomm, mientras que otros como Meizu utilizan incluso los chips Exynos de Samsung. En el apartado de las baterías muchos apuestan por baterías creadas por LG o Sony, la mayoría de paneles de calidad son fabricados por Japan display (compañía en la que trabajan fabricantes como Sony o Sharp) y cuando hablamos de cámaras, Sony es casi un denominador común.
Del mismo modo, también existen un gran número de fabricantes que siguen la tendencia de hacernos creer que lo que estamos comprando es mejor que lo que vamos a recibir, pero esto ocurre cada vez menos. Para los fabricantes chinos, alardear de grandes componentes da una imagen de marca a sus productos, por lo que si son de calidad, nos lo harán saber en las especificaciones.
¿Quieres saber si los componentes de un smartphone chino son de calidad? Mira en sus especificaciones. Si en la ficha técnica aparece el fabricante de cada componente, es que son de fiar, mientras que si solo aparecen números sin ninguna referencia es que probablemente no sean de primer nivel.
El diseño de los teléfonos chinos es cutre
El diseño es uno de los puntos clave para aquellos que buscan un teléfono de gama alta. China ha sido un país que durante los últimos años ha destacado por realizar copias baratas de buenos productos, y es un mito que si nos fijamos en el mercado, descubriremos que es verdad. Hay miles de clones del iPhone, hay miles de clones de la serie Galaxy. Pero es más, cuando nos salimos del mercado de los clones, nos encontramos con diseños que o están altamente inspirados en la competencia, o que simplemente están un escalón por debajo.
El mercado más interesante es el de las inspiraciones, y es que con el paso del tiempo nos estamos encontrando con diseños basados en el HTC One, con mejoras como un sensor de huellas trasero. Si mal no recuerdo, Huawei fue el primero en apostar por este diseño con el Mate 7, y su éxito se ha hecho patente, debido a que la gran mayoría de teléfonos metálicos optan por seguir las mismas líneas.
Por marcar otro ejemplo de inspiración, tenemos el de Xiaomi frente a Apple. Son muchos los que consideran a Xiaomi como la Apple china, debido a que tanto el diseño externo como el del sistema operativo guardan una gran relación.
Que los diseños estén altamente inspirados o puedan ser considerados como copias no es algo que debamos considerar como malo, ya que muchos nos de estos diseños en ocasiones acaban superando a los originales. Un ejemplo claro reside en productos con gran personalidad como el OnePlus One y OnePlus 2 y sus acabados en piedra.
Las capas de personalización no están a la altura
Si hay algo que parece calar hondo en el mercado chino sin duda son las capas de personalización. En este aspecto, los fabricantes que aspiran a lo más alto modifican Android hasta el punto que parezca un sistema operativo distinto.
Las capas de personalización a menudo suelen añadir características muy interesantes a costa de empeorar el rendimiento de un producto, y esta norma se cumple tanto en las capas de personalización chinas como en las demás. Si eres un amante del rendimiento, lo más seguro es que los teléfonos chinos que tengan su propia capa de personalización te acaben decepcionando.
Por otro lado, si buscas un teléfono que tenga la mejor capa de personalización posible, tras valorar todos los pros y contras, podemos afirmar que MIUI, el sistema de Xiaomi, probablemente sea la mejor de las capas que nos encontramos en todo el mercado, al tomar lo mejor de Android e IOS en un único terminal sin penalizar el rendimiento.
Otras capas muy interesantes son Flyme OS de Meizu, Emui de Huawei y Color OS de Oppo. Son capas de personalización que pueden competir perfectamente de tú a tú con la mayoría de fabricantes, aunque también es cierto que aún necesitan mejorar en algunos aspectos.
El soporte de actualizaciones es muy malo
La estrategia de ventas de los teléfonos chinos para conseguir beneficios, consiste en vender teléfonos muy baratos que tengan ciclos de vida muy cortos. Siguiendo esta estrategia, a los teléfonos chinos se les ha acusado en varias ocasiones de ser teléfonos con un software que nunca será actualizado, y en gran parte de los casos es una norma que suele cumplirse.
Por lo general, los teléfonos chinos suelen venir con la última versión de Android que se encuentre en el mercado, y esa será la versión con la que nazcan y mueran. Esto se debe a que el margen de beneficio de cada teléfono es tan bajo que no resulta rentable dar un buen soporte. Desarrollar software es un proceso muy costoso que solo los más grandes están dispuestos a asumir.
Aún así, si nos dirigimos a la gama alta china, podemos ver como cada día el compromiso aumenta, y en este caso Xiaomi vuelve a ser la compañía pionera, actualizando de forma semanal la mayoría de sus dispositivos. Esta tendencia también nos la encontramos en otros fabricantes chinos que quieren alcanzar la gloria del mercado de alta gama como OnePlus o Huawei. Los teléfonos chinos han mejorado mucho en este aspecto, y conforme pase el tiempo, aquellos que quieran ser relevantes invertirán fuerte en este aspecto.
Es muy complicado adquirirlos
Otro mito acerca de los smartphones chinos es lo dificultoso que es hacerse con uno de esos modelos estrella que tan buena relación calidad / precio tienen. Ya no es solo la barrera que nos impongan complejos sistemas de invitaciones o que se agote el stock en cuestión de minutos tras su lanzamiento, sino que tenemos una última frontera, y es el tener que comprar a China.
Comprar un teléfono a China es una aventura que muchos no están dispuestos a perder, y es que a pesar de que consigamos un precio muy reducido tenemos que encontrar un vendedor que sea fiable, esperar largos trayectos y arriesgarnos a que las aduanas no cacen el envío, lo que supondría un desembolso extra.
Afortunadamente, los mayores fabricantes chinos se están expandiendo de forma internacional con sus propias tiendas en las que nos ofrecen un precio más elevado a cambio de enviarnos nuestro teléfono cumpliendo con todas las normativas de nuestro mercado. Cada día es más frecuente encontrarnos fabricantes chinos con su propia página Española o Europea, mientras que los pocos rezagados que aún no han llegado a nuestro país pueden ser adquiridos mediante tiendas que viven de la importación.
Es evidente que en estas tiendas no conseguiremos un precio tan barato como comprándolo en China, pero estaremos pagando impuestos, el margen de beneficio del importador y una garantía, además de la comodidad de no tener que esperar un mes a que nos llegue el teléfono cruzando los dedos por que no lo pillen las aduanas. Por otro lado, también existen grandes almacenes chinos que comienzan a enviar sus productos desde almacenes europeos, reduciendo los inconvenientes a la hora de comprar un teléfono de marcas chinas.
¿Y si tengo problemas con la garantía?
Otra duda que asalta a muchos que se preocupan al adquirir el teléfono en China es como funciona el tema de las garantías, y es que si ya nos preocupa que la calidad no sea la adecuada, la garantía cobra mayor importancia, ya que es la que nos asegura que el teléfono realmente no se romperá en dos días.
Por lo general, si compramos el teléfono en una tienda china, lo más seguro es que no tengamos derecho a garantía, y si nos la ofrecen, en la mayoría de los casos será una lotería en la que no sabremos si se harán o no cargo de nuestro problema. En caso de que si nos acepten garantía, tendremos que hacernos caro de un envío directo a China, lo que acaba siendo una experiencia completamente negativa.
En cambio, si compramos en una tienda Española o Europea (donde os recordamos, estamos pagando un sobreprecio) la tienda se debe acoger a la normativa de nuestro país, en la que se contemplan dos años de garantía en la que no debería haber ningún susto.
¿Qué defecto esconden con un precio tan bajo?
Este es el mayor mito acerca de los smartphones chinos que he escuchado continuamente, y es que muchas personas al hablar de teléfonos chinos me han respondido que “algo malo tendrán si son tan baratos”. Como dice un antiguo refrán, nadie da duros a cuatro pesetas, y en esta ocasión se cumple.
No existe ninguna fórmula mágica, y aunque muchos creáis que sí, las grandes compañías no sacan 600 euros de margen de beneficios de un móvil de 500. La diferencia de precio de los teléfonos chinos tiene muchas bases, pero desde luego os comento que no están descubriéndoos ninguna fórmula mágica.
Las compañías chinas tienen menos costes, y esto se aplica a los componentes. Como hemos visto, muchas utilizan componentes de gran calidad, pero nunca de la mejor posible, y esto se debe a que en el precio de los componentes, existe un punto donde para mejorar un poco se requiere pagar un precio superior. Las compañías chinas hacen auténticos malabares con la elección de los componentes, pero también se aseguran de poder fabricar el mayor número posible de teléfonos (mientras más fabriques, más barato es el precio por unidad) asegurándose de que no se quede ningún dispositivo en sus almacenes.
También a la hora de hacer promoción recurren mucho a las redes sociales, ahorrando de forma considerable los gastos de marketing. La optimización del software y el soporte a largo plazo también juegan un papel esencial, además de la ausencia de impuestos en los precios finales o el bajo número de intermediarios.
Como todo, hay que medir lo que estamos comprando, y con el precio de los terminales hay que valorar lo que estamos comprando. Existen teléfonos chinos que merecen muchísimo la pena como otros tantísimos que realmente son una castaña. Lo más importante a la hora de decidir si comprar un teléfono chino es dejar de valorar la compra con nuestros prejuicios y empezar a pensar con sentido común a que se deben los precios, que estamos consiguiendo y a que estamos renunciando.
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