A pesar de que uno de los informe realizados por el FBI aseguraba que ZTE (ni Huawei, otra de las compañías acusadas) compartían datos con el gobierno, la compañía asiática se vio obligada a paralizar sus ventas en todo el mundo, con los perjuicios económicos que eso puede conllevar -y conllevará- para la compañía.
Por fortuna para la empresa, un nuevo aliado ha salido en su defensa y ha asegurado que se encuentra trabajando para que todo vuelva a la normalidad lo antes posible y se permita a ZTE vender todos sus productos en norteamérica. Y ese aliado es nada menos que el presidente del país, Donald Trump.
Así lo hizo en la misma tarde de ayer, a través de su red social favorita, Twitter. El propio Trump aseguró que la decisión ha hecho que se pierdan “muchos trabajos en China” y que al Departamento de Comercio ya se le ha encomendado que encuentre una solución.President Xi of China, and I, are working together to give massive Chinese phone company, ZTE, a way to get back into business, fast. Too many jobs in China lost. Commerce Department has been instructed to get it done!— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) 13 de mayo de 2018
No deja de ser curioso que a alguien como Donald Trump le preocupe la situación laboral del país asíatico, más teniendo en cuenta que China fue uno de sus principales objetivos durante la campaña electoral. Por el momento, parece que pronto ZTE conseguirá alcanzar la luz al final del túnel, aunque nunca se sabe si este será el final teniendo en cuenta la rápidez con la que cambia de parecer el presidente americano.
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