Las relaciones comerciales entre las empresas no sólo dependen de las decisiones de sus ejecutivos y responsables, tampoco de sus accionistas. Muchas veces las normas gubernamentales obligan a que las compañías operen de una u otra forma.
En los últimos meses hemos visto cómo Estados Unidos se posicionaba fuertemente en contra de que los smartphones de Huawei se pudiera venden en su territorio, presuntamente por motivos de espionaje y seguridad nacional.
Las operadoras no podrán usar equipos de Huawei
Según informa Reuters, varias fuentes cercanas al gobierno han confirmado que Donald Trump podría firmar esta misma semana una orden ejecutiva que prohibiría a las operadoras de telecomunicaciones utilizar dispositivos en sus redes que hayan sido fabricados por Huawei.Esta decisión se lleva estudiando durante un año pero ha sido pospuesta en numerosas ocasiones y si bien esta podría ser también una de esas veces, todo apunta a que dado el agresivo enfrentamiento comercial en el que estamos por la ejecución de los aranceles entre ambos países, es posible que, ahora sí, Donald Trump ejecute la orden.
El gobierno estadounidense sigue alertando de que sus comunicaciones no deberían pasar por equipamiento chino dado que el gobierno asiático podría obligar a Huawei a usar dichos dispositivos para fines políticos. La empresa ha negado constantemente que esto haya sido así en algún momento y aunque no hay pruebas ni casos reales los americanos prefieren poner el parche antes de la herida.
Encarecimiento de productos
Operadoras europeas ya han dicho que si se prohíbe que Huawei provea de equipos de telecomunicaciones los servicios se encarecerán y el despliegue de las redes 5G será más lento. Algunos países como Inglaterra o Alemania están estudiando la posibilidad de tomar medidas pero por el momento ninguno ha dado el paso.
La respuesta de Huawei
La empresa afectada ha emitido un comunicado en el que expresa su malestar con esta decisión:
Huawei es el líder indiscutible en
5G. Estamos listos y dispuestos a colaborar con el gobierno de EE. UU. y
proponer medidas efectivas para garantizar la seguridad del producto.
Restringir a Huawei del negocio en
Estados Unidos no hará que Estados Unidos sea más seguro o más fuerte.
Solo servirá para limitar a EE. UU. con alternativas más caras y de
menor calidad, dejando a EE. UU. rezagado en el despliegue de 5G y
perjudicando los intereses de sus empresas y consumidores.
Además, las irracionales restricciones infringirán los derechos de Huawei y plantearán otros graves problemas legales.
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