A finales de la semana pasada conocíamos que
Estados Unidos había extendido el veto inicial a Huawei, metiendo ahora
también en las restricciones al gigante TSMC, que provee de componentes a
los
procesadores Kirin de Huawei. Ahora conocemos que
China está preparando un gran contraataque contra la administración
Trump y sus intereses comerciales, algo que se veía venir.
Hasta ahora el negocio de semiconductores y chips de Huawei, que
depende directamente de la taiwanesa TSMC, no se había visto afectado
por las restricciones de Estados Unidos, hasta que hace solo unos días
el veto se ha extendido a este proveedor vital para la firma china.
TSMC no fabricará más procesadores de Huawei
Es evidente que si en su momento la imposibilidad de poder utilizar
el software de Google en los teléfonos de Huawei fue uno de los mayores
retos a los que se ha tenido que enfrentar el fabricante chino, este
golpe definitivamente podría hundir su negocio. Sin los
componentes que suministra TSMC a Huawei
es imposible fabricar sus procesadores Kirin, el auténtico corazón de
sus móviles. Por tanto las medidas que estaría preparando China para
responder a este «ataque» de Estados Unidos serán proporcionalmente
contundentes.
Así lo ha desvelado el medio chino
Global Times, que
cita a una fuente cercana al gobierno chino
para hablar de los planes de este para infringir el mismo daño
comercial a las empresas norteamericanas. Esta fuente le ha dicho al
medio chino que «
China tomará medidas enérgicas para proteger sus legítimos derechos» algo que como es lógico implica una respuesta dura a las acciones de Estados Unidos, pero ¿en qué consistirán estas medidas?
Investigaciones, restricciones y desgaste a las grandes tecnológicas americanas
La intención de China es comenzar un proceso de seguimiento de las
actividades de las grandes empresas norteamericanas con intereses en el
país asiático. En el centro de esta estrategia se encontrarían
empresas como Apple, Cisco, Qualcomm y Boeing.
Estas medidas que está barajando china parten de la declaración de
estas empresas como «entidades poco confiables» para las empresas y
organismos chinos. Esto implicaría que esas empresas norteamericanas
comenzarían a sufrir investigaciones del gobierno chino relacionadas con
leyes antimonopolio, de ciberseguridad y cualquier otra que pueda
lastrar el negocio de estas empresas en aquel país.
En el caso de Boeing, China amenaza con
vetar la compra de sus aviones,
lo que podría suponer para la empresa entrar en pérdidas, si tenemos en
cuenta que hay al menos 100 aeronaves reservadas. Las autoridades
asiáticas incluso contemplan el pago de indemnizaciones millonarias a la
empresa aeronáutica con tal de infringir ese daño a Estados Unidos
comercialmente hablando. Aunque son las medidas que tomaría contra
Apple, Cisco y Qualcomm las que desde China consideran como una
auténtica «bomba nuclear» en términos comerciales.
Apple y Qualcomm, principales damnificadas
Si Boeing tiene un gran volumen de negocio en el mercado chino, en el
caso de Apple y Qualcomm su dependencia de este es muy notable. Solo en
el caso de
Apple, este mercado representa el 14.8% de sus ingresos,
como se ha podido comprobar en el primer trimestre de 2020. La medida
que tomaría el gobierno chino contra estas empresas sería la venta en su
país de chips fabricados por estas, lo que quiere decir que los iPhone
con tecnología propia, y del resto de móviles que integran procesadores
de Qualcomm, fabricados en parte por empresas norteamericanas, no
podrían venderse en China, replicando así la última restricción de
Estados Unidos a los procesadores de Huawei.
Lógicamente la intención de China es la de que las propias
empresas norteamericanas sean las que persuadan a la administración Trump
del enorme daño para sus cuentas que puede suponer un veto de China a
sus productos, que sería proporcionalmente mayor que el que reciba China
en el caso de Huawei. De hecho la industria de seminconductores es una
de las que goza de mejor salud en Estados Unidos, siendo uno de los
principales exportadores.
Un sector capaz de generar un superávit comercial, que ha aumentado en estos últimos años precisamente por el aumento de las
ventas a China.
Por lo que las medidas del gobierno asiático seguro tendrían un
importante efecto en el balance de estas empresas. Hablamos de una
industria que contribuye con
36.000 millones de dólares
en ingresos a la economía norteamericana. Lógicamente un veto a al
inversa de China generará también importantes pérdidas a la cadena de
suministro en el desarrollo de la industria de semiconductores
norteamericana.
Así que de convertirse en realidad estas amenazas veladas del
gobierno chino, tanto Apple, como Qualcomm, Cisco y Boeing podrían
entrar e formar parte de la
lista de entidades extranjeras
que perjudican los intereses legítimos de las empresas chinas, una
lista creada en mayo de 2019 como respuesta al veto inicial de Estados
Unidos respecto del software de Google.
La idea de las autoridades chinas es la de
comenzar litigios administrativos contra estas empresas
en las cortes chinas, en los que se abrirán investigaciones contra
ellas que probablemente terminen en una revocación de estas empresas
para poder operar en el mercado chino, siempre en base a la legalidad
del país asiático. Lo que es responder con la misma vara de medir a
Estados Unidos donde más le puede doler, en los ingresos de sus empresas
más grandes, representativas y con mayor peso en el mercado chino.
Para Huawei es una decisión arbitraria y perniciosa
A raíz de todo esto, Huawei ha emitido hoy un duro comunicado en el que
se defiende una vez más de las acusaciones
de Estados Unidos, y donde se opone de forma categórica a las medidas
tomadas por el Departamento de Comercio de Estados Unidos. Un comunicado
que arranca recordando que el gobierno estadounidense incluyó
injustificadamente a Huawei en la Entity List.
En su comunicado de hoy, la firma china asegura que «
Esta decisión ha sido arbitraria y perniciosa,
y amenaza con socavar a toda la industria a nivel global. Este nuevo
reglamento afectará a la expansión, el mantenimiento y la operativa de
redes por valor de cientos de miles de millones de dólares que hemos
implementado en más de 170 países»
Una decisión que para Huawei
no está motivada por la seguridad de las redes,
ya que se está perjudicando a los intereses de millones de usuarios de
la firma en todos los países donde opera, ya que es una decisión por
parte del gobierno norteamericano que afectará también a los servicios
de comunicaciones. Desde la firma china también aseguran que esta nueva
escalada en las restricciones impuestas a los proveedores de Huawei,
como TSMC, tendrá un impacto grave en diversas industrias en todo el
mundo, lo que podría desembocar en más perdidas dentro del mercado de
semiconductores.
En la parte final de su comunicado, Huawei habla sobre el futuro y
las consecuencias que tendrán estas decisiones sobre su negocio, que «
se verá inevitablemente afectado,
pero haremos todo lo posible para buscar una solución. Esperamos que
nuestros clientes y proveedores continúen apoyándonos y minimicen el
impacto de esta decisión discriminatoria» ha concluido la firma china.