El móvil se ha convertido de unas de las herramientas que más manejamos a lo largo del día y que cada se emplea para realizar diversas tareas. Hoy en día un terminal no es solo un simple teléfono, sino que también lo utilizamos como reproductor de música, consola portátil, televisor, cámara y hasta de ordenador portátil. Por ello, estamos más preocupados que nunca en su rendimiento, ya que no solo estamos pendientes de que no se arañe o se rompa, pues también tenemos en cuenta cuando nuestro dispositivo comienza a ir más lento de lo que deseamos.
Esto ha llevado a que muchos usuarios hayan decidido, en algún momento de su vida, instalar en sus móviles alguna de esas famosas apps que nos aseguran una estupenda optimización de la RAM o ahorro de batería para lograr que nuestro terminal tenga un rendimiento alto. Aunque, por desgracia, si aún no te has enterado, no conviene en absoluto tener instaladas este tipo de aplicaciones, pues harán todo lo contrario a aquello que nos habían prometido desde un principio.
El problema de estas apps
Este tipo de aplicaciones, las cuales llevan mucho tiempo circulando por Google Play Store, han logrado hacernos pensar que nuestro móvil podrá rendir como el primer día si comenzamos a utilizar su app. Además, nos aseguran que no tendremos que hacer nada y que conseguiremos hasta ahorrar batería, un factor que también es clave para los usuarios, ya que son muchos los que acaban cayendo en la tentación de instalar estas aplicaciones gracias a esa ventaja.
El problema viene cuando con el paso del tiempo, tras usarlas un largo periodo, nos damos cuenta de que no sólo no optimizan el rendimiento de nuestro teléfono como afirmaban, sino que hacen todo lo contrario, provocando que llegue a rendir mucho más lento que antes. Pero, ¿por qué pasa esto? La respuesta es sencilla, este tipo de aplicaciones trabajan rastreando nuestro smartphone en busca de las apps que tenemos abiertas (consumiendo grandes recursos en la CPU) y, en cuanto le damos al botón de optimizar, simplemente las cierra.
Este aspecto va totalmente en contra de la naturaleza de Android, pues está programado para mantener las apps en segundo plano con el objetivo de que, cuando tú quieras, se ejecuten más rápido que si lo haces desde cero. Además, si abrimos una app desde el principio llegaremos a conseguir un consumo mayor de batería, incluso empeoraremos su rendimiento. Es decir, el procesador necesitará trabajar más, lo que demandará una mayor cantidad de energía y hará que la batería se gaste más rápido que de lo habitual. Por lo que, si tenemos una aplicación abierta en segundo plano, el procesador tendrá menos trabajo que hacer, lo que beneficiará en gran parte a nuestro dispositivo.
Clean Master y otros optimizadores
Esta app, conocida como Clean Master, se convirtió en una de las aplicaciones de limpieza y optimización más conocidas de Google Play Store. Pero, lejos de optimizar, harán ralentizar aún más tu teléfono. Estos optimizadores simplemente cierran las aplicaciones en segundo plano, algo que puedes hacer tú mismo desde la multitarea.
Todos los aceleradores de memoria RAM, también conocidos como ‘Task Killer’, lo que hacen es forzar el cierre de los procesos en segundo plano, provocando que el efecto contrario al que se desea: ralentizar el sistema. Y es que, en definitiva, no hace falta instalar Clean Master, ni ningún optimizador similar ya que no valen para nada. Y Android sabe muy bien cómo gestionar la RAM por sí mismo.
Promesas de ahorro de batería o carga rápida
Estas apps suelen prometer un menor consumo de batería, ajustes automáticos para un mejor ahorro, cierre de aplicaciones. Pero, no suele ser la realidad, puesto que la mayor parte de apps que se dedican al ahorro de batería tienen unos permisos abusivos, llegando incluso a instalar malware. Aunque eso no es todo, ya que podrían también empeorar la vida útil de la batería de nuestro móvil.
Bueno, y qué decir de las aplicaciones de carga rápida. Estas apps se aprovechan de que la gente desconoce que la carga rápida de nuestro móvil únicamente depende de la tecnología que tenga para cargarlo. Por tanto, os recomendamos alejaros de estos dos tipos de apps, y cuanto más lejos mucho mejor.
Cómo trabaja la memoria RAM en Android
Muchos sabrán que, en algunos sistemas operativos como Windows, cuanta más RAM se tenga instalada, mejor será el rendimiento puesto que al llenarse dicha memoria de todo tipo de programas, el sistema empezará obligatoriamente a utilizar espacio del disco duro como RAM virtual, provocando una ralentización que solamente se solucionará al cerrar todo lo que no se esté usando. Sin embargo, Android no funciona así.
El sistema operativo de Google está diseñado para ocupar la mayor cantidad de memoria RAM posible, haciendo que se ejecuten numerosos procesos en segundo plano y que, además, se permiten a otros servicios, como las notificaciones, un funcionamiento continuo. Cuando instalamos en nuestro dispositivo apps como Twitter, Gmail o Facebook, estas siempre contarán con procesos que correrán siempre detrás de las aplicaciones, a pesar de que estén cerradas y los cuales no se pueden detener a menos que sea desinstalado el propio programa.
Además, desde Android 7 se implementó que el sistema operativo sea capaz de cerrar automáticamente una app que esté en segundo plano si se observa que una aplicación en segundo plano consume mucha RAM, el sistema operativo la cerrará automáticamente.
Optimiza tu móvil manualmente
Ahora que ya conocér el por qué no deber tener instalados estos optimizadores de RAM y similares, es importante conocer una serie de consejos para que mejoréis vosotros mismos el rendimiento de vuestro Android de la mejor manera posible. Por lo que os contaremos cuáles serán los mejores pasos para ganar velocidad en tu smartphone.
Borra la memoria caché
Esta memoria es el espacio reservado donde se van almacenando aquellos archivos temporales de las apps, aunque en muchos casos pueden llegar a ocupar varios GB. Por tanto, al guardarse estos datos y acumularse grandes cantidades, lo que provocará es que el móvil vaya más lento. Y es que al contrario que la RAM, Android no lo hace por sí solo, por lo que toda aplicación que instales se reservará un espacio en esta caché. Por tanto, cada tiempo es aconsejable limpiarla, tan solo tendremos que entrar a Ajustes > Almacenamiento > Datos almacenados en caché. Y una vez dentro, eliminar la caché de aquellas apps que no nos importe o no utilicemos.
Cierra las aplicaciones más recientes
Las aplicaciones de Android, como ya dijimos antes, se quedan siempre abiertas en segundo plano. Asimismo, el sistema operativo está preparado para ello y sabe gestionar estos recursos sin ningún problema, pero, de vez en cuanto no viene mal cerrarlas desde el botón de aplicaciones recientes.
Desactiva las animaciones
El consumo de batería no es lo único que afecta a nuestro móvil con las animaciones, ya que con el tiempo notaremos un menor rendimiento. Esto se debe a que van consumiendo RAM continuamente, afectando también a que nuestro móvil tenga que cerrar más procesos y realizar un mayor esfuerzo continuamente en todo el hardware interno. Y aunque esta es una opción un pelín más complicada de realizar es igualmente útil. Para ello, debemos entrar a ‘Opciones de desarrollo’ mediante Ajustes > Información del teléfono y pulsar siete veces en ‘Número de compilación’. Entonces aparecerá un mensaje de que las Opciones de desarrollo están activadas. Una vez dentro, vamos a Animaciones y las desactivamos.
Y si quieres ahorrar batería…
Después de desinstalar esas apps que nos prometen un ahorro perfecto para la batería de nuestro móvil, es hora de ponerse manos a la obra y conseguir buenos resultados por nuestra cuenta.
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