La situación de Huawei es bastante preocupante. La compañía que fue durante un tiempo el gigante tecnológico mundial hoy se ve entre la espada y la pared ante una serie de sanciones que han generado consecuencias catastróficas, como cierres de tiendas, despidos y unos números de ventas muy decepcionantes, ¿qué le depara el futuro a la marca?
Desde que se produjo el veto de Donald Trump a la empresa asiática, Huawei tiene las manos completamente atadas. El hecho de no disponer de los servicios de Google es un factor diferencial para los usuarios, quienes apuestan por otros fabricantes que los incluyan junto con Android. De modo que las opciones a nivel mundial de la organización son prácticamente nulas, ya que la política estadounidense la ha dejado en jaque mate en el mercado europeo.
Huawei: crónica de una muerte anunciada
Todo parece indicar que la única salvación de la marca radica en el mercado nacional, es decir, China. La globalización pasó a ser un imposible después de las restricciones estadounidenses, puesto que no solo no pueden obtener acceso a las aplicaciones de Google ni al sistema operativo Android, sino que tampoco es posible aprovechar la conectividad 5G en los procesadores Snapdragon, los cuales, en un primer momento, tampoco les estaban permitidos.
Desde la propia entidad no han mencionado el estado de Huawei a nivel global, pero el presagio no es para nada positivo. Son muchos los empleados de alto rango que han dejado el equipo durante estos últimos años.
Esto es completamente lógico, ya que la cuota de mercado en ventas de smartphones de Huawei ha pasado de un 30% a tan solo un 1%. En un primer momento fueron ambiciosos con estos establecimientos, que abrieron las puertas tras el veto, aunque no tiene sentido alguno que permanezcan abiertas si nadie compra ninguno de sus móviles.
En cambio, los teléfonos de Huawei no disfrutan del mismo contexto. Cada vez son menos los terminales que llegan a nuestro territorio. Basta con echar un vistazo a los presentados a lo largo del 2022. El último de ellos ha sido el tope de gama Huawei Mate 50 Pro, pero ni siquiera hemos visto de primera mano la versión estándar del dispositivo, que se ha quedado en China. En cuanto a la gama de entrada o media, apenas tenemos lanzamientos aquí, ya que la mayoría prefiere apostar por cualquier otra marca.
¿Una nueva esperanza?
Siendo sinceros, el estado de Huawei en el mercado europeo no es esperanzador. Hubo un ápice de ilusión cuando Donald Trump fue sustituido por Joe Biden como presidente de los EE. UU., pero este último tampoco cambió la película. Si bien es cierto que relajó ciertas medidas, pero las prohibiciones seguían presentes.
Visto lo visto hasta ahora y en los últimos años, me temo que a los smartphones de Huawei no le queda mucho tiempo de vida fuera de China, donde continúa gozando de una extrema popularidad. No obstante, en España cada vez son menos los smartphones bajo su sello y esto también se extrapola al resto de Europa. Es innegable que cuentan con potencial, pero el lastre de Android y Google es un varapalo del que difícilmente puede levantarse la compañía. Ahora los ordenadores, altavoces, smartwatches y otros accesorios bajo el sello Huawei parecen ser el gran atractivo de la compañía.
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