Google soluciona el problema de las actualizaciones en 
Android: Project Treble permite que los fabricantes actualicen sin tener
 que aplicar modificaciones.
¿Cuánto tiempo llevamos arrastrando 
el problema de las actualizaciones
 en nuestro sistema? Casi desde que Android es Android. O desde que el 
sistema operativo de Google se popularizó y surgieron fabricantes con un
 único interés: vender nuevos teléfonos a costa de mantener a sus 
antiguos modelos de esta manera, 
anticuados. ¿Google ha hecho algo? Lo cierto es que ha intentado solucionarlo, pero ahora lo consigue. Al menos en la teoría.
Project Treble, quédate con ese nombre. Y 
con Android O: a falta de saber el nombre de postre definitivo que le 
darán a la próxima versión (Oreo suena fuerte, pero bien podría ser 
cualquier otro), Google ha desvelado sus planes para acabar con el 
problema de las actualizaciones proyectando una 
nueva arquitectura para Android.
“El mayor cambio en la arquitectura de bajo nivel de Android hasta la fecha”

Así describen en 
Android Developers a 
Project Treble. Este proyecto para solucionar uno de los mayores problemas de nuestro sistema no es algo a futuro ya que 
se encuentra implementado actualmente en la preview para desarrolladores de Android O.
 Cuando Google lanzó dicha versión comentábamos que planteaba el fin de 
la fragmentación en cuestión de actualizaciones. No íbamos 
desencaminados.
            
                
                Android O tiene el apoyo los fabricantes. ¿Es el fin de la fragmentación?
                
                
            
Project Treble incide sobre dos vertientes: la arquitectura 
del sistema y la relación con fabricantes de smartphones y componentes 
de hardware base. Google evoluciona el proceso que ha de sufrir cada 
nueva versión de Android para que las marcas no necesiten modificarla y 
puedan actualizar sin complicaciones.
La nueva arquitectura de Android separa el sistema de las modificaciones del fabricante

Cada nueva actualización supone un proceso de autenticación y
 modificaciòn que termina por alargar el lanzamiento y, en demasiadas 
ocasiones, descartarlo por ser poco viable. Este es el principal 
argumento que esgrimen los fabricantes: 
actualizar terminales antiguos supone un gasto excesivo en desarrollo para adaptar desde los drivers a la capa. Eso se acabó.
Los fabricantes ya no necesitarán adaptar nada para lanzar una actualización
Google ha planteado Android O 
separándolo en dos capas principales gracias a Project Treble.
 En una se encontraría el framework Android, el sistema propiamente 
dicho; en la otra se situarían todas las modificaciones del fabricante 
que hacen a un móvil ser de esa marca. Al liberarse una actualización el
 fabricante no tendría que modificar nada, solo aplicar el nuevo 
framework sobre la capa de modificaciones realizada en el lanzamiento 
del móvil.
Las actualizaciones no necesitarían ni inversión de dinero ni de tiempo: la marca solo tendría que 
aplicar el nuevo framework de Android sobre sus modificaciones sin tener que adaptar nada más. Sobre el papel es la solución definitiva al problema de las actualizaciones.
Google acuerda con los fabricantes de hardware que sus drivers funcionen a futuro

En los pasos que necesita una actualización antes de que el 
usuario final la reciba se encuentra uno crucial: cada fabricante debe 
asegurarse de que 
los drivers de sus smartphones funcionan con la nueva versión. Esto implica el gasto de tiempo y dinero en adaptarlos, paso que Google elimina gracias a los acuerdos que ha alcanzado.
Es otro de los puntos clave de Project Treble: 
Google se asegura que los drivers funcionarán en futuras versiones de sistema,
 por lo que sitúa dichas piezas de software dentro del framework de 
Android. Entre los acuerdos alcanzados están Qualcomm o Sony.
Los fabricantes no necesitarán adaptar los drivers porque vendrán incluidos en la base del sistema
Gracias a que el framework de una nueva versión de Android 
incluirá desde los cambios realizados sobre la plataforma a los drivers 
necesarios para que esta funcione, los fabricantes de smartphones no 
necesitarán ninguna modificación extra 
aparte de la que deseen realizar sobre su propia capa de modificaciones.
La solución planteada por 
Project Treble es
 consistente y también rotunda: Google por fin ha metido mano al 
problema con decisión. Ahora solo falta que los móviles lanzados hasta 
ahora reciban el futuro Android O, algo que ya será más complicado. 
¿Llegaremos a ver el fin de la fragmentación de versiones?