Tercer asalto. 2015, año en el que
HTC puede dar la
vuelta a la tortilla, puede volver a ser lo que fue, puede dominar el
panorama Android y tratar de hacer lo propio con el panorama móvil
general. ¿Cómo? con un smartphone de gama alta a la altura, nunca mejor
dicho, un flagship para dominarlos a todos, un
HTC One M9 bueno en todos los sentidos, ¿lo habrá conseguido?.
Meses. Llevamos meses conociendo detalles del Hima, ese nombre en clave que finalmente no es el comercial y que escondía detrás al M9,
la nueva generación del HTC One.
Especificaciones, funciones, diseños… mil detalles filtrados que lo
hacían parecer casi un smartphone perfecto… sobre el papel. Finalmente vio la luz el 1 de marzo, coincidiendo con el pistoletazo de salida del Mobile Wolrd Congress 2015.
Allí, en la Fira de Barcelona, pudimos tocarlo, pero poco más que
unas primeras impresiones, en las que apreciar su cuerpo, las
sensaciones que desprende ese acabado en aluminio y, brevemente,
comprobar su rendimiento. Un rendimiento que ha estado envuelto en
polémica, por el Snapdragon 810, por sus temperaturas, por su cámara… sin embargo los taiwaneses
defendieron que había margen de mejora, que el software de aquellos terminales no era el final.
Tras unas semanas, es hora de conocer las verdaderas impresiones que
desprende este terminal con un uso diario, sometido al mundo real, donde
no todo son benchmarks.
Nuestro análisis del HTC One M9.
Review del HTC One M9: índice
- Características
- Diseño, materiales y sensaciones
- Pantalla
- Cámara
- Software: Sense 7.0 y extras
- Batería
- Conclusiones y Opinión
Características técnicas del HTC One M9
Comenzamos, como es habitual, haciendo un repaso por las
características del M9,
si hardware. Pese a que la tendencia en los últimos años ha sido
aumentar el tamaño de pantalla unas décimas de pulgada con cada
generación, así como la resolución de la misma, HTC ha mantenido en el
One M9 un panel de
5 pulgadas con resolución FullHD. A priori podríamos pensar que exactamente el mismo que el del M8, pero no es así.
En su interior nos encontramos con el
Snapdragon 810,
la última generación de los procesadores de Qualcomm. Un componente que
montarán la gran mayoría de smartphones y tablets de gama alta este
año, aunque no todos, porque recordemos que Samsung ha saltado del
barco, al menos en esta generación, apostando por sus procesadores
Exynos en el Galaxy S6/S6 Edge.
El
Qualcomm Snapdragon 810 es un procesador con
arquitectura 64bits fabricado en 20nm, está compuesto por 8 núcleos: 4x
Cortex A53 a 1.5GHz y otros 4 Cortex A57 que corren a 2.0GHz, como ya
comentamos cuando hablamos de él.
Tampoco falta potencia gráfica, siendo su
GPU la nueva Adreno 430,
un chip a 600MHz que según la compañía ofrece un rendimiento de hasta
un 30% a la anterior Adreno 420, permitiendo además mejorar la
experiencia con dispositivos con pantallas hasta 4K (y otras muchas
mejoras en el apartado de modem, conectividad y más).
Todo ello se cierra con
3GB de RAM LPDDR3 y 32GB de
memoria interna en el dispositivo, aunque podemos ampliarla fácilmente
metiendo hasta 128GB más con una tarjeta
microSD.
Especificaciones del HTC One M9
- Pantalla IPS SuperLCD3 FullHD (1920×1080) de 5 pulgadas con Gorilla Glass 4 – 441ppi
- Procesador Qualcomm Snapdragon MSM8994 (4xCortex A53 a 1.5GHz + 4xCortex A57 a 2.0GHz)
- Procesador Gráfico GPU Adreno 430
- Memoria RAM de 3GB LPDDR3 y Memoria interna de 32GB + microSD hasta 128GB
- Cámara trasera: Sensor BSI 20.7MP f/2.2
- Cámara frontal: sensor BSI UltraPixel 4MP f/2.0
- Batería de 2840 mAh (no extraíble)
- Conectividad LTE
- Wifi 802.11 a/b/g/n/ac, Bluetooth LE 4.1, sensor acelerómetro, proximidad, giroscopio
- A-GPS Glonass / MicroUSB 2.0, MHL 3.0, NFC
- Android 5.0.2 Lollipop con Sense 7.0
- Medidas: 144,6 x 69,7 x 9,61 mm
- Peso: 157 gramos
La
cámara, otra gran novedad de la que a
continuación hablaremos. Se deja atrás la tecnología UltraPixel en la
trasera (sí la tenemos en la frontal) y se pasa a un sensor BSI
“tradicional” de
20.7MP con apertura f/2.2. Este es un punto en el que HTC debía dar un paso adelante, ¿lo habrán hecho?.
En cuanto a la
conectividad, el One M9 va bien
servido. Por supuesto tenemos soporte de redes 4G, WiFi a/b/g/n/ac,
Bluetooth 4.1, NFC y todos los sensores que solemos encontrar
habitualmente. Lollipop está presente en el M9 en su versión
Android 5.0.2
desde que sale de la caja, aunque como suele ser habitual no lo
encontramos con forma stock, sino que viene personalizado por la última
edición de la capa de HTC,
Sense 7.0 que incluye algunas novedades aunque en líneas generales no representa un salto espectacular.
Diseño y construcción: acabados premium sin sorpresas
Si hay algo de lo que HTC puede presumir desde la primera generación del One es de su
diseño.
Cada versión se ha presentado al mercado como uno de los smartphones
mejor construidos de su categoría y en este M9 no han faltado a la cita.
El diseño del nuevo One es bueno, muy bueno, pero
ya no es sorprendente.
Encontramos aluminio en prácticamente todo su cuerpo, el
aluminio pulido que tanto nos gusta, por su acabado, por su tacto y por las sensaciones de
solidez,
de bloque, que ofrece al agarrarlo. Sin embargo, este año lo va a tener
más difícil, los fabricantes se han dado cuenta, por fin, que los
usuarios también queremos
calidad de fabricación y uno
de los modelos que más ha avanzado en este sentido es el Galaxy S6.
Atrás queda el plástico dejando paso al aluminio y el cristal.
Nos gusta el diseño del One M9, HTC cumple este apartado aquello de
“si funciona no lo toques”, pero nos queda cierta sensación de que es
más de lo mismo y, lo peor, siguen sin corregirse detalles por los que
les han llovido críticas en la anterior generación. Sí, me refiero a
la dichosa franja negra del frontal.
Aun con sus 5 pulgadas,
las dimensiones del M9 se reducen
en el alto y en el ancho (aumenta ligeramente el grosor hasta los 9.6
milímetros) con respecto al M8, su pantalla pasa a ocupar poco más del
68% del frontal (66.7% en M8). Es decir, se ha aprovechado un poquito
mejor el espacio, pero la mejora es mínima. El paso de los botones a la
pantalla ha dejado el hueco de los capacitivos, la barra negra bajo el
panel está ahí, HTC continúa asegurando que es necesaria para alojar
componentes, pero el usuario no tiene oído para excusas.
Obviamente, el M9 es especial, su tamaño también se ve “perjudicado”
(según se mire) por sus altavoces. Una vez más, tenemos la tecnología
BoomSound con el
doble altavoz frontal
que nos proporcionan una gran experiencia. La mejora de la calidad de
sonido es más que notable y, sin duda, si le das valor al consumo de
música y contenidos multimedia desde el smartphone, debes tener en
cuenta al M9.
En la parte superior y bajo la rejilla del altavoz nos encontramos también el
LED de notificaciones.
Siempre se agradece que esté ahí, pero de nuevo se vuelve a fallar en
su ubicación. Mirando el terminal de frente se ve a la perfección, pero
el problema llega cuando lo hacemos desde un ángulo, por ejemplo al
tener el móvil a un lado de la mesa. En ese caso y debido a la
profundidad del LED, no veremos un pimiento.
Una gran novedad con respecto al One M8 y que se agradece mucho es la
nueva ubicación de los botones.
Hablamos de los físicos. Por fín el de encendido pasa al marco derecho,
y es que hasta esta generación HTC lo había colocado en el marco
superior, integrado en la franja negra del
emisor IR,
pero esa ubicación es realmente incómoda dado el tamaño del teléfono.
Así, en la derecha pasamos a tener 3 botones, ya que el de volumen se
divide en dos pulsadores, todos metálicos, con un buen tacto y como
detalle el de encendido tiene un relieve diferente para identificarlo al
tocarlo.
Sobre ellos está la ranura para la tarjeta SIM (el HTC One M9 utiliza de tamaño
NanoSIM),
mientras que la otra bandeja para la microSD está en el marco derecho.
Como decía, en el superior está la franja negra que sirve de salida para
las conexiones inalámbricas junto con las líneas que cortan la trasera y
es donde se encuentra el emisor de infrarrojos que nos permitirá
controlar televisores y otros equipos. Por último, en la base y
ligeramente ladeados tenemos el conector microUSB 2.0 y el jack de
3.5mm.
Realmente en todo el frontal no encontramos apenas cambios, incluso a primera vista
es fácil confundir al M9 con el M8
y viceversa, mientras que en la trasera, si no fuese por la ausencia de
la DuoCamera, pasaría lo mismo; por eso decimos que tenemos la
sensación de “más de lo mismo”, una sensación que seguramente se
intensifica por el
hype que nos crearon algunos renders filtrados previos a la presentación.
Por tanto en la trasera, que como es costumbre
no es desmontable
ni se puede acceder a la batería (de forma sencilla, si te apellidas
iFixit sí), tenemos el cristal de la cámara – de zafiro – con un diseño
cuadrado redondeado y junto a él el doble flash y un micrófono
adicional.
En la mano se siente genial, aunque no es
precisamente de los más ligeros con 157 gramos, pero es el precio a
pagar por los materiales utilizados. En general el M9 es un terminal
cómodo por su ligera curvatura y pese al aluminio no me ha parecido
resbaladizo por su acabado pulido, aunque si hay un detalle que no me
acaba de convencer es el biselado de los bordes frontales, pero éstos
también permiten que la
funda oficial DotView se integre con el cuerpo a la perfección.
Hablando de los bordes, el M9 llega al mercado en
tres colores de aluminio:
gris ceniza completo, el
oro de moda y en esta generación el plata no es sólo plata, sino que es
oro sobre plata porque todo el marco que rodea el dispositivo es dorado.
Pantalla: pero qué has hecho HTC
A la guerra de las especificaciones se ha sumado, poco a poco,
la guerra de los píxeles.
En muy poco tiempo hemos pasado de pantallas HD a las 2K y el salto es
más que notable. El pasado año ya fueron algunos fabricantes los que se
animaron con el 2K (véase entre los conocidos, el LG G3) mientras que
muchos otros, como HTC en el M8, Sony en el Z3 o Samsung en el S5
decidieron mantener la resolución FullHD. El salto no se ha hecho
esperar y el S6 ya incluye QHD, el Z4 tiene pinta que también traerá
nueva pantalla y del G4 no lo dudamos. Sin embargo HTC no ha dado el
paso.
El HTC One M9 vuelve a repetir fórmula: pantalla de 5 pulgadas con panel SuperLCD3 de resolución
FullHD
(1920×1080), lo que nos da una muy buena densidad de pantalla con 441
píxeles por pulgada. Hasta aquí genial, puesto que esto nos lleva a
pensar que se ha vuelto a montar el panel del M8, por tanto sería motivo
de alegría, porque aquel era/es fantástico.
La mala noticia es que no ha sido así. Algo ha
debido pasar por la cabeza del equipo de desarrollo del teléfono para
que hayan tomado la decisión de cambiar el panel. Sí, sigue siendo un
SuperLCD3 y sí, es FullHD, pero no,
ni de lejos es el mismo que conocíamos.
El
brillo máximo es menor, aunque continúa siendo
alto, cercano a los 480 nits y es más que suficiente en interiores,
aunque en exteriores a pleno Sol ha perdido un poco de visibilidad. No
es algo en lo que destaquen todos los smartphones, la verdad, pero está
ahí.
Por otra parte tenemos el ratio de
contraste, que en
el One M8 se colocaba en 1300:1, siendo una pantalla espectacular en
ese sentido, pero que en el M9 inexplicablemente sólo llega a 900:1.
¿Que tenemos con esto? unos
ángulos de visión terribles. No hay más que ver la foto que acompaña a estas líneas, en la que aparece el One M9 junto al Oppo Find 7
y se aprecia perfectamente como la pantalla del M9 clarea una
barbaridad al mirarla con ángulo. Los colores se vuelven grises, se
pierde toda la profundidad de las imágenes.
Dejando a un lado esto, la pantalla del HTC One M9 disfruta de una gran
definición,
hoy en día muchos seguimos prefiriendo un panel FullHD ante la falta de
contenido QHD y, además, también hace trabajar menos a la GPU lo que se
traduce directamente en un menor consumo y mejor rendimiento.
Cámara: adiós UltraPíxeles… en la trasera
HTC se la jugó en el One M7 original, apostó por la
tecnología UltraPixel,
píxeles más grandes para captar más luz pero con un gran problema, una
resolución limitada que nos impedía hacer recortes en fotos y obtener
instantáneas con calidad. Hubo quejas, se la jugaron y no salió todo lo
bien que imaginaban, tendrían que mejorar en el siguiente.
Llegó el One M8 y, sorpresa, ahí estaban de nuevo los UltraPixeles, mismo sensor de 4.3MP aunque esta vez con otra novedad, la DuoCamera,
un segundo sensor que capturaba más información de la escena y que nos
permitía reenfocar a posteriori. Tampoco convenció y la competencia
igualó esa características con soluciones de software.
2015, es el momento del One M9. Este año no, no se ha repetido la historia, HTC deja atrás la tecnología UltraPixel. Bueno en realidad no, ya que
la cámara frontal de este terminal sí es Ultra Pixel, algo que sí tiene sentido puesto que permite selfies de mayor calidad en entornos con menos luz.
Como decía,
adiós al UltraPixel en la cámara trasera
del M9, un cambio necesario. Cuando las filtraciones apuntaban a un
sensor de 20MP todos nos imaginamos que los taiwaneses tirarían por el
Exmor de Sony, sin embargo no ha sido así. La cámara del HTC One M9
monta un
sensor BSI fabricado por Toshiba, es de 20.7MP con una apertura f/2.2.
Ante este nuevo sensor, los píxeles son más pequeños aunque a cambio
tenemos una mayor resolución con la que podemos jugar para hacer
recortes y reencuadrar fotografías. Algo que
echamos en falta es el estabilizador óptico de imagen. Estuvo presente en el One M7 aunque desapareció tanto en el One Max como en el M8. Una generación más tarde tampoco ha vuelto.
La cámara era la gran asignatura pendiente de HTC
con su buque insignia, había muchas esperanzas puestas en la del M9 y,
por desgracia, no es tan buena como nos gustaría, le costará, de nuevo,
luchar contra las de la competencia, que este año llega más fuerte que
nunca con la del S6 y los esperados LG G4 y Xperia Z4.
A continuación podéis ver una serie de fotos tomadas desde el M9 en
diferentes situaciones, a plena luz del día, en interior, macro… Su
calidad nos deja decepcionados,
no está a la altura de un gama alta en pleno 2015. En prácticamente todas vemos una clara falta de detalle, incluso a pleno Sol, cuando ampliamos detalles al 100%
la definición de los elementos deja que desear y esa pérdida se aprecia más en los laterales.
La rapidez del enfoque y disparo con buena luz es rápida, no tenemos
queja en ese sentido, pero cuando la luz cae se vuelve más lento, le
cuesta encontrar el foco correcto. Además, en esa situación, tratando de
contrarrestar la falta de luz, ISO y ruido suben y junto al
agresivo postprocesado la definición acaba desapareciendo con el marcado efecto acuarela.
Por otro lado hablemos del
rango dinámico. En
situaciones con elementos con claras diferencias de iluminación es
bastante probable que acabemos con parte de las fotos quemadas o sin
información. Por ejemplo, en casos como el siguiente, el cielo aparece
quemado, no hay datos, pero si lo tratamos de corregir cogiendo su
exposición obtendremos pérdida de información en el resto de la escena.
No hay término medio, aunque podemos utilizar en estos casos el
modo HDR,
creando imágenes de alto rango dinámico. En parte se corrige, aunque en
ocasiones también se falsean los colores, quedados irreales y, además,
nos tenemos que preocupar de activarlo.
La aplicación de cámara del One M9
La aplicación de cámara no ha sufrido demasiados cambios con respecto
al M8 y otros dispositivos con Sense, como los últimos Desire.
Su rendimiento es muy bueno y además
muy intuitiva
y bonita, algo que también pedimos. Podemos cambiar entre modos de
disparo desde el botón dedicado o deslizando el dedo para pasar entre la
cámara frontal, la trasera, modo panorámica, bokeh, captura dividida
(toma foto con frontal y trasera al mismo tiempo) o fotomatón.
Si lo preferimos, podemos tener un
mayor control de las imágenes variando ISO, exposición y tipo de iluminación en automático o directamente pasar al
modo Manual total que, mediante una sencilla interfaz nos permite ajustar todo lo anterior más obturación y enfoque. A él se suman
otros modos
como noche, HDR, retrato, paisaje… incluso uno dedicado para
fotografiar texto. En cuanto a la grabación de vídeo, el M9 captura
imágenes hasta en resolución
4K y dispone de grabación en slow motion a 120fps limitando la resolución a 720p.
Pero… ¿con Lollipop no llegaba la nueva API de Cámara con soporte RAW? Así es, la
Camera2 API
ya es una realidad, aunque este M9 no tiene acceso a ella, mejor dicho,
no tiene acceso completo. Como hemos dicho antes, permite multitud de
ajustes manuales, pero
entre los que deja fuera está el soporte para disparar en RAW,
es decir en calidad bruta del sensor, obteniendo más información y sin
ser fotos autoprocesadas, así que de momento nos quedamo sin ver cuál es
la calidad máxima o nativa que puede ofrecer el sensor de 20MP de
Toshiba.
Software y rendimiento
No encontramos sorpresas en el apartado de
software. HTC continúa con la evolución de su capa de personalización, que en esta ocasión alcanza la versión
Sense 7.0
y se coloca sobre Android 5.0.2, una de las últimas versiones del
sistema de Google. Sense se ha vestido de Material Design para la
ocasión, pero no por completo.
Encontramos
colores renovados, menús y botones planos, animaciones y la nueva zona de notificaciones y ajustes rápidos que HTC
ha adaptado a su manera, permitiendo personalizar los interruptores.
Del mismo modo también se incluye la nueva gestión de perfiles de sonido
por prioridad (aunque el M9 sí especifica un modo Silencio dedicado y
directo).
BlinkFeed sigue jugando un papel fundamental para
los taiwaneses, lo tenemos colocado en la primera pantalla de nuestro
escritorio y, por si no lo conocéis, se trata de un
feed vertical casi infinito
por el que podemos desplazarnos haciendo scroll para navegar entre
noticias y demás temas de nuestro interés, para eso personalizamos las
fuentes de información,
palabras clave e incluso tenemos la posibilidad de añadir nuestras
redes sociales para que BlinkFeed se convierta en una especie de muro
social combinado.
Otra novedad de Sense 7.0 es el
widget HTC Sense Home
que detecta nuestra ubicación para ofrecer aplicaciones personalizadas
al momento. Por ejemplo, si estamos en el trabajo aparecerán nuestras
apps de productividad que habitualmente usemos, mientras que si estamos
en casa hará lo propio con las de ocio, aunque todas son personalizables
y podemos fijar las que usemos siempre.
Hace poco hablamos de la fiebre de los temas, una forma de
personalización
para cambiar por completo la estética del smartphone sin apenas
esfuerzo. Hasta hace poco, había que recurrir a ROMs compatibles para
aplicarlos, pero poco a poco los fabricantes están integrando sus
propios sistemas y
tiendas de temas. HTC no se ha
quedado atrás y desde la aplicación “Mis Temas” permite cambiar fondos,
iconos, fuentes, sonidos y más en pocos toques, creando los nuestros o
descargando otros.
El
sonido es otro de los puntos fuertes del One M9, HTC se asocia con
Dolby para potenciar la experiencia
BoomSound,
creando un sonido de mayor calidad a lo que solemos estar acostumbrado
en smartphones. Vídeos, música, juegos… la mejora del audio los
potencia.
Los extras del BlinkFeed, HTC
Zoe o el Modo Niños,
entre otros, se agradecen, aunque su uso real irá en función del tipo de
usuario. Un aspecto que podría mejorar Sense es el de la muestra de las
aplicaciones recientes. No es tan visual ni agradable de usar como el
nativo de Lollipop, las clásicas previsualizaciones en cuadrícula deben
quedar atrás.
El rendimiento del HTC One M9
es muy suave, con un
uso diario, habitual, utilizando las aplicaciones que todos conocemos de
redes sociales, navegación web, reproducción de contenido, mensajería
instantánea…
todo corre sin parones y reacciona muy rápido, no es para menos dado su hardware.
La polémica de las temperaturas
Dejando a un lado el uso cotidiano, ha habido una gran polémica por las continuas acusaciones hacia Qualcomm por el supuesto
sobrecalentamiento del Snapdragon 810.
Durante el MWC, en los mismos terminales de exposición (que recordemos
llevan horas y horas encendidos y siendo toqueteados continuamente por
todos los asistentes) surgieron noticias de que la temperatura que
alcanzaba el M9 era elevada, demasiado.
HTC salió a defenderse comentando que
el software de aquellos modelos no era el definitivo
y nosotros mismo, en nuestra unidad de prueba, hemos recibido un
paquete de actualización con “mejoras del sistema” (y que sigue sin ser
la definitiva que tendrán los modelos comerciales).
Con un uso continuo e intensivo del One M9 se calienta, sí, pero no tanto como los casi 56 grados que captaba una cámara térmica hace unos días.
En una ronda para comprobar su rendimiento, hemos pasado una y otra vez el benchmark AnTuTu y la temperatura se ha elevado,
como máximo hasta los 43 grados, aunque eso sí, tras cada test, la puntuación era menor, lo que se conoce como
Thermal Throttling, proceso por el cual la velocidad del SoC se reduce para regular la temperatura.
Esto, como decimos, ha sido con benchmarks, aunque una vez más
repetimos que nada tienen que ver las puntuaciones de los test con la
experiencia real que el usuario acaba recibiendo.
Jugando durante largo periodos a juegos exigentes, como el Modern Combat 5
no hemos superado nunca los 40 grados y con la funda Dot View puesta, tampoco hemos notado un sobrecalentamiento excesivo. Hablemos de ella.
HTC Dot View, mucho más que una funda
Con el M8 llegó la
Dot View, una funda de tapa un
tanto diferente que también recibe el One M9. Esta funda cubre todo el
cuerpo, es decir protege tanto la parte trasera, de plástico
transparente, como el frontal, aunque su peculiaridad llega cuando vemos
que podemos usar determinadas funciones del teléfono sin tener que
abrir la tapa.
Con una serie de
perforaciones (que no llegan a ser completas, no son agujeritos), la pantalla se enciende y puede formar mensajes con puntos. Por ejemplo,
podemos ver quién nos llama, si tenemos un email, un mensaje o cualquier otra notificación sin abrir la funda.
Lo mejor es que es sensible al tacto, con un doble toque se enciende y
podemos interactuar con ella deslizando (para coger una llamada, por
ejemplo).
Todo esto ya lo podía hacer la anterior generación de la funda Dot View, pero en esta ocasión también se ha potenciado con un
“creador de mensajes”
e incluso un juego!. Así es, a través de la aplicación dedicada,
permite escribir mensajes con el color y fondo que queramos,
deslizándose, parpadeando… es muy curioso. Y, como decía, tenemos hasta
un juego de tipo
Brick Breaker al que jugaremos usando la tapa y gracias al acelerómetro.
Batería
Pese a que las dimensiones del M9 son ligeramente más compactas que
en el anterior One, sí es un pelín más grueso, esa quizá haya sido la
clave para aumentar levemente la capacidad de la baterías hasta los
2840mAh.
Sin embargo, en el uso real, no tenemos unos resultados soberbios, sino más bien
normalitos. Con el uso detallado anteriormente, rascamos un día y poco al terminal. Parece que según algunas pruebas el
consumo
podría haber aumentado con respecto al One M8. Lo cierto es que durante
las primeras jornadas con él, el consumo era inexplicable, con un uso
mínimo lo teníamos pidiendo a gritos un cargador y apenas había hecho 2
horas de pantalla (redes sociales).
Con el paso de los ciclos,
se ha estabilizado y mejorado, pero aun así, alcanzamos 4.30 – 5 horas de pantalla con uso mixto,
una cifra escasa siendo un terminal de última generación, esperemos que
siga mejorando y afinándose con versiones finales de software (el calor
no se lleva bien con las baterías).
Por cierto, tenemos
modo de ahorro de energía y modo extremo,
que limita las funciones del teléfono a lo básico (llamadas, mensajes,
calendario, reloj…), reduce brillo, desactiva conexiones, animaciones y
limita el procesador para estirar al máximo los últimos puntos de
batería.
Con el Snapdragon 810 también tenemos tecnología de
carga rápida Qualcomm Quick Charge 2.0, permitiendo recargar hasta un 60% de batería 30 minutos. Eso sí, para ello necesitamos el cargador/cable preparados y
no son los que vienen en la caja del M9, sino que se compran por separado (aquí puedes verlos
en la tienda de UK).
Conclusión del análisis del HTC One M9
Llegamos al final del análisis del HTC One M9, un smartphone del que
esperábamos mucho, mucho más de lo que realmente nos ofrece.
HTC continúa jugando con el diseño que tantas alegrías le ha dado y no
es para menos, una generación más, su construcción y los materiales
utilizados son fantásticos, aunque eso implica poco cambio a ojos del
usuario final.
El One M8 ya era un buen smartphone aunque con unos puntos que debían mejorar. Debían mejorar y deben, porque
HTC los sigue teniendo pendiente e incluso se le suman otros nuevos. La pantalla del One M9 es un
paso atrás,
la batería también y la cámara, aunque se deja paso a un sensor de
mayor resolución, deja mucho que desear para un smartphone que,
recordemos, cuesta más de 700€.
749€, ese el precio exacto al que ahora mismo encontramos el
HTC One M9 en preventa, tendrá que bajar está claro, pero es una cantidad muy alta vistas sus
carencias.
Los usuarios buscamos un rendimiento a la altura en todos sus aspectos y
también un acabado premium, sí, pero la diferencia está en que este año
la competencia por reinar la gama alta está teniendo en cuenta más que
nunca esto último. HTC tenía el acabado premium desde hace años,
sólo tenían que mejorar lo conseguido en el One M8 y en el M9 no ha ocurrido.
Puntuación