El
presidente de Estados Unidos, Donald Trump sigue sin sacar a Huawei de
la lista negra de entidades del Departamento de Comercio desde que fuera
puesta allí a mediados de mayo, bloqueando esencialmente la firma de
todo trato con las empresas estadounidenses y el uso de sus productos.
Huawei ya ha desarollado su propio sistema operativo para móviles, HarmonyOS, en caso de no poder seguir usando Android. Sin embargo, hay una tercera vía que ya está estudiando la marca.
Hace unos días Huawei declaraba que iban a apostar por el uso continuado de Android, el sistema operativo
Android
Google en sus futuros teléfonos, a pesar de que su presencia en la
lista negra de Estados Unidos siga estando presente y sea un tema aún
sin resolver. Por este motivo el vicepresidente senior de la compañía,
Vincent Yang, dijo que la marca no tiene planes de lanzar un teléfono con HarmonyOS como sistema operativo.
Sin embargo, parece que la compañía se ha fijado en
AuroraOS,
un sistema operativo desarrollado por Rostelecom, un grupo de
telecomunicaciones controlados por el gobierno ruso. ¿Podría estar la
cosa más interesante?
¿Qué es AuroraOS?
Huawei ha estado buscando alternativas al sistema operativo de Google
desde que Washington puso al segundo mayor fabricante de teléfonos
inteligentes del mundo en su «Entity List». Por ello la firma ya trabaja
en un proyecto piloto, según una fuente cercana a la compañía en declaraciones a Reuters, «la primera etapa para poner en marcha el sistema operativo de Rusia en los dispositivos de Huawei». El
primer paso sería instalar este sistema operativo en miles de tabletas
de la marca que se pondrían a la venta en Rusia el año que viene.
Aurora OS no es más que la versión rusa de
Sailfish OS,
la evolución del intento de Nokia e Intel de crear un sistema operativo
móvil de código abierto que plantara cara a Google. En esencia hablamos
de un software desarrollado con diseño QML que se plantea como una
versión de Linux adaptada a teléfonos móviles. El sistema cuenta con sus
propias aplicaciones pero también es compatible con las aplicaciones de
Google por lo que podría ser una tercera vía en caso de que la negociación con Google acabe rota por completa y el desarrollo de
HarmonyOS no avance a la velocidad esperada por el propio fabricante.
Por el momento parece que queda mucho «pescado que cortar» en torno a toda la polémica entre China y EEUU.