Desde hace ya un tiempo se viene hablando (y documentando) la posibilidad de que
Samsung
pase a fabricar terminales con carcasa de metal. Esto, hace uno o dos
años era algo que ni el más osado podía pensar que sucediera, pero todo
apunta a que esta compañía está más que dispuesta a dar ese paso.
Y no es una cuestión menor, ya que esta es precisamente una de las
grandes demandas, y quizá fallos, que muchos (y me incluyo entre ellos)
han encontrado en los modelos de Samsung, en especial los de gama más
alta. La
ausencia de metal en las carcasas de modelos
que superan con creces los 600 euros era algo que no era muy explicable
y, además, viendo que otras compañías sí que tenían modelos así, parecía
que este fabricante jugaba con desventaja.
Es cierto que el uso del plástico tiene algunos aspectos positivos,
como por ejemplo el poder quitar la carcasa trasera para cambiar la
batería, algo que muchos hacen. Además, detalles como una mejor
manipulación en la fabricación
y los costes también podrían influir. Pero, el caso, es que Samsung con
el uso de este material, aunque de muy buena calidad, estaba algo
limitada a la hora de competir frente a modelos como el HTC One y, como
no, el iPhone de Apple (y algunos más).
Pues bien, parece que cuando en Samsung dejaron de contar no hace mucho con el
máximo responsable del diseño de sus dispositivos,
estaban ya planeado el lanzamiento de los modelos con carcasa metálica
para, de esta forma, competir al máximo nivel frente a cualquier
compañía del mercado.
¿Versiones únicas o una variante adicional?
Pues esta es la gran duda que puede existir en la llegada de los
nuevos modelos que prepara la compañía coreana. Sí, serán dos según todo parece apuntar: el Galaxy S5 Prime (Galaxy F) y el Galaxy S5 Alpha, de los que tienes sobrada información . Por lo tanto, para nada este es un movimiento puntual.
El caso es que existe la duda de cómo obrará en la gama alta de
producto Samsung, que es en la que se integrarán los modelos que dejarán
de utilizar plástico. Lo cierto, y conociendo cómo trabaja
habitualmente esta compañía, lo normal es pensar que lo que hará es s
umar una variante más
(sí, una más) en su gama de producto y ofertará, al menos en un primer
momento, modelos con y sin carcasas de metal. Evidentemente, tiene que
existir una diferencia de precio, como es lógico -y, posiblemente, en
algunos componentes para justificar esto-. De esta forma, existiría
cobertura para que todo tipo de usuarios accedieran a modelos potentes
y, además, también es posible que Samsung de esta forma pueda hacer
frente a las “amenazas” que llegan desde China.
Un movimiento que, en principio, sería positivo
La verdad es que la llegada de estos terminales todo parece apuntar a que son
un acierto,
ya que se solventaría uno de los grandes “fallos” que tienen los
terminales de gama alta de esta compañía, que por otro lado en lo
referente al hardware y opciones que incluyen (a modo de funciones
adicionales) son de lo mejor que se puede encontrar en la actualidad. De
esto no hay duda.
Pero, lo cierto, es que la llegada de los dispositivos con carcasa de
metal (veremos si esto también ocurre con algunos tablets) demuestra
que el
mantenerse enrocado en el uso del plástico no era positivo para Samsung
y, por lo tanto, se reconoce -sin hacerlo- que debe ponerse al nivel de
construcción de sus rivales en el mercado para seguir siendo una
referencia en el mercado.
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