Cuando nosotros compramos una aplicación para Android en la Play Store o en cualquier otra tienda de aplicaciones, en teoría, estamos pagando por mantener un servicio con cierto soporte y ciertas actualizaciones. Cuando Google actualice su sistema operativo es de esperar que los desarrolladores actualicen sus aplicaciones de forma gratuita para seguir dando soporte a las nuevas versiones, las nuevas APIs y a los nuevos dispositivos que, en ocasiones, requieren volver a compilar el código para que funcione correctamente, sin embargo, esto no está siendo como se esperaba.
Muchos desarrolladores para Android han decidido abandonar el desarrollo de sus aplicaciones clásicas de cara a volver a vender el mismo producto. Un ejemplo muy sonado de esto ha ocurrido no hace mucho con Tapatalk. Hasta entonces, esta aplicación contaba con una versión gratuita y una de pago con más funciones. Los usuarios que pagaron la correspondiente “licencia” se han encontrado con que al final no ha servido de más que para regalar dinero a los programadores ya que, actualmente, se ha quedado completamente sin soporte y ahora todas las funciones se encuentran en una versión gratuita con compras in-app para comprar las funciones adicionales por “módulos”.
Otro ejemplo reciente de esto ha sido Talon, el cliente de Twitter. Aprovechando que el proyecto original ha alcanzado el límite de tokens de acceso a la red social el desarrollador ha decidido retirarlo de la tienda de aplicaciones y lanzar otra versión llamada Talon Plus, por la que habrá que volver a pagar de nuevo más de 3 euros por el mismo producto, salvo por un cambio de interfaz y un mayor soporte de actualizaciones que en cualquier momento podría esto volver a pasar.
Al igual que los dos ejemplos anteriores hay más aplicaciones para Android que están siguiendo esos pasos, sin embargo, por fortuna también hay desarrolladores honestos ya que, por ejemplo, en el caso de Greenify se ha distribuido una actualización de apariencia completa para Material Design de forma gratuita incluyendo también nuevas funciones para ahorrar batería.
Debemos mantener un seguimiento de nuestras aplicaciones ya que a los dos ejemplos anteriores pueden sumarse muchos más en las próximas semanas. La decisión final recae sobre nosotros: ¿Queremos pagar de nuevo por un mismo producto por el que ya hemos pagado anteriormente para Android y que únicamente cambia dos colores estéticamente o deberíamos plantearnos en buscar alternativas de desarrolladores honestos que no busquen vender dos veces un mismo producto a los usuarios?
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