No creáis que esto es algo nuevo ya que se conocen movimientos de los de Cupertino en este terreno desde hace algunos años. Ya en 2011 tuvimos noticias de que estaban buscando cómo atenuar los destrozos ante una caída accidental, y en 2013 se materializó una patente que buscaba un objetivo similar a esta que os traemos hoy. Eso sí, la del año pasado no parecía tan elaborada como esta que ha trascendido hace unas horas.
El fundamento de la patente es bien sencillo: los iPhone llevarán en su interior una pieza que será capaz de conocer en qué momento el dispositivo está cayendo al vacío y, entonces, maniobrará para colocarlo en la posición más adecuada y que le permita recibir la menor cantidad de daños.
La forma de llevar a cabo esta original maniobra de aterrizaje sería un motor de vibración, que imaginamos que ya que lo ponen para evitar las caídas, servirá para todo el entramado de notificaciones que solemos recibir cuando mantenemos el terminal en silencio. Y como podéis ver en los diagramas, estaría colocado en uno de los lados del dispositivo.
A pesar de estas medidas de seguridad, que siempre vienen bien, lo mejor al final es que no se nos caiga. Y si lo hace, que tenga una funda. Y si no se cumple esta última condición…. entonces lo mejor es rezar. ¿No os parece?
Fuente: TechnoBuffalo
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