Se trata de uno de los grandes desconocidos que a
menudo se conoce más gracias a un descuido que a propósito. Hablamos del
modo seguro, una herramienta que nos permite
diagnosticar problemas en nuestro teléfono gracias a la inhabilitación
de nuestras aplicaciones de forma temporal, lo que nos ayudará a
discernir qué tipo de problema sufre nuestro Android. ¿Quieres aprender a
utilizarlo y sobre todo, ver lo que permite hacer?
Al igual que Windows con su famoso modo a prueba de fallos, el modo
seguro de Android realiza una tarea similar, deshabilitando todo aquello
instalado y configurado por el usuario y arrancando un sistema
operativo lo más limpio posible, eso sí, totalmente operativo. Para acceder a éste existen varias formas dependiendo del fabricante y de la propia versión del sistema operativo
(stock, rom conocinada…), aunque generalmente existe una opción en el
propio menú de apagado o por el contrario, debemos encender el teléfono
y, una vez aparezca el logo de la compañía, soltar el botón de encendido
y presionar el de bajar volumen hasta que el smartphone se inicie
completamente. Éste es el caso del Samsung Galaxy Note 4, modelo que
utilizaremos para mostraros los detalles del modo seguro.
Como pueder ver, lo primero que llama la atención del modo seguro es que Android muestra una ventana de color negro con letras blancas
en la esquina inferior izquierda que indican que nos encontramos en
este modo. Además, tendremos una notificación permanente en la barra que
nos servirá para acceder de nuevo al modo “normal”, reiniciando el
dispositivo.
Cuando nos encontramos en el modo seguro, Android no permite el acceso a ninguna aplicación que no estuviera presente por defecto en el teléfono cuando lo compramos,
incluyendo servicios como la conectividad de datos, la sincronización
en segundo plano o la cámara. Es decir, todo aquello que hayamos
descargado de Google Play Store habrá desaparecido, mostrando el icono
de una aplicación con una tarjeta SD en el frontal. Por esta razón,
obviamente el modo seguro es una opción que solo deberíamos utilizar cuando verdaderamente lo necesitemos.
Con él podremos descubrir los distintos problemas que por ejemplo provocan reinicios continuos o una bajada drástica de la autonomía del terminal –algo muy común tras haber instalado una aplicación desconocida-. Así podremos comprobar si efectivamente se trata de un problema de software, más concretamente de alguna aplicación instalada, sin necesidad de deshabilitar las apps una o por una, o si más bien es algo relacionado con el hardware
o con las aplicaciones preinstaladas. Eso sí, podremos desinstalar
todas aquellas aplicaciones que deseemos sin abandonar el modo seguro.
Una vez hayamos terminado, pulsaremos en la notificación y el
teléfono se reiniciará sin más, volviendo todo a la normalidad. En
resumen, se trata de una herramienta temporal para poder cuidar al
máximo nuestro Android.
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