Si llevas mucho tiempo con Apple, es muy probable que recuerdes los 
tiempos en los que la compañía permitía que los usuarios probasen las 
versiones betas. No me refiero a lo que ha ocurrido como novedad en el caso de Mac OS X Yosemite, ni lo que pasará con las betas de iOS 8.3 e iOS 9 como
 ya te anunciamos en nuestro blog. Me refiero al hecho de que las 
restricciones de acceso para desarrolladores eran mucho más livianas, y 
casi cualquier usuario con un poco de maña podría hacerse con ellas. 
Pero eso cambió y no gustó demasiado el cambio. Pero Apple continúo 
adelante, dejando solo disponible para aquellos con cuentas de 
desarrollador las pruebas y de forma limitada por el público que suponen
 frente al público general.
Sin embargo, tras aquella polémica decisión, parece que Apple ha vuelto a cambiar de idea.
 Rectificar es de sabios, dicen. De hecho, la primera prueba de esa 
nueva filosofía la han superado con éxito en el caso de Mac OS X 
Yosemite, que si utilizas los ordenadores de la marca, sabrás que ha 
estado en una fase abierta al público general que quiso probarla. Y 
parece que el experimento funcionó, y lo hizo tan bien que ahora 
Cupertino quiere repetirlo con iOS 8.3 e iOS 9. Pero ¿qué es lo que ha 
hecho cambiar a Apple de idea? ¿Por qué justo ahora en la manzana se 
trastocan temas que parecían zanjados?
A la espera de la versión x.1
En realidad, aunque las cosas han cambiado ahora de repente, Apple 
lleva sufriendo problemas con su sistema operativo desde iOS 6. Es más, a
 partir de esa versión es que hemos visto como muchos usuarios reportan 
problemas en sus dispositivos que están relacionados con la estabilidad,
 y toda una serie de bugs que ninguna compañía como Apple podría permitirse.
 Se supone que en Cupertino nos venden la sencillez de tenerlo todo a 
mano, y la facilidad de manejo de sus productos. Si todo esto se 
para por el hecho de que no se han hecho las suficientes pruebas con el 
software, sí que nos podríamos encontrar con la que hasta ahora parecía 
la tesis más común de los iFans “La próxima versión, la iOS 6.1/ iOS 
7.1/ iOS 8.1 sí que va a ser buena”.
Es como si las versiones anteriores, o mejor dicho, la versión principal
 de un nuevo sistema operativo, fuese en efecto una beta que había que 
pulir y que no llegaba a mostrar todo su potencial hasta que aparecía la
 versión x.1. Y está claro que eso no daba una buena imagen de Apple, y 
hacía también que la competencia tuviese motivos para atacarla. Tras la 
nueva decisión, es mucho menos probable que eso ocurra, tal y como te 
explico a continuación.
Quién mejor que el usuario para ayudar a Apple
Los propios usuarios, esos que van a sacar partido del terminal y de todas las nuevas posibilidades que cubran los SO recién presentados
 son los mejores para ayudar a la compañía. Aunque los desarrolladores 
pueden hacerlo de otro modo, destacando fallos en códigos, o problemas 
de seguridad, el usuario va a ser capaz de mostrar las debilidades de 
cara a lo que vemos. Y Apple va a poder tomar nota y resolver todos esos
 problemas antes del lanzamiento oficial con la nueva filosofía. Esto no
 solo le hará bien a Apple, y a los usuarios finales, sino que se 
conseguirá también que muchos de los que accedan a las betas se sientan 
como en una gran familia, generando una mejor percepción de la propia 
marca.
Eso sí, usuarios de Apple hay muchos, y por ello la compañía limitará las betas de sus nuevos sistemas operativos públicas a tan solo 100.000 usuarios.
 Es decir, será casi una lotería por la que nos pelearemos. Y lo haremos
 para hacerle un favor a Apple, para ser parte de la mejora de un SO que
 usaremos nosotros mismos, y también para que la comunidad lo perciba en
 su lanzamiento final como más estable. ¿Cómo es que no se le había 
ocurrido antes a la empresa de Cupertino? Quizás esa nueva filosofía de 
apertura le esté sentando realmente bien ¿no te parece?
 
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