Son muchas las teorías sobre el fallo de las baterías; y parece que las más acertadas apuestan por un fallo en el diseño interior del smartphone. Además de una deficiencia en la revisión en las baterías, como evidenciarían las últimas noticias relacionadas con el Samsung Galaxy Note 7.
Samsung fue en contra de la industria al certificar las baterías ella misma
Para vender los dispositivos electrónicos a través de las operadoras de Estados Unidos uno de los requisitos es que las baterías adquieran la certificación CTIA. Las pruebas se realizan sobre las baterías en sí y también con ellas dando energía al smartphone. Para obtener la certificación CTIA resulta imprescindible acudir a uno de los 38 laboratorios acreditados a nivel mundial.Samsung lleva certificando las baterías en su laboratorio desde el 2009Samsung posee un laboratorio apto para obtener la certificación CTIA. Curiosamente, dicho laboratorio está autorizado para probar el elemento que ha resultado fatal para el Note 7, la batería. Que Samsung avale las baterías en sus propios laboratorios no infringe ninguna normativa, pero sí que va en contra de la industria: el resto de fabricantes certifica sus baterías en laboratorios independientes.
Si te subes a un avión con el Note 7 puedes acabar en la cárcel
Si al Samsung Galaxy Note 7 le faltaba poca fama, la noticia de la prohibición definitiva en aerolíneas estadounidenses es otra de las que colma el vaso.
El Departamento de Transporte de Estados Unidos ha emitido un aviso conforme se prohíbe el embarque del Samsung Galaxy Note 7 en los aviones operados en el país. Esto no sólo afecta al equipaje de mano, también al facturado: si la policía de aduana encuentra el móvil será confiscado de manera automática y su dueño se enfrentará a una sanción; si se detecta dentro del equipaje facturado, el dueño podría incurrir en una causa criminal además de a la sanción.
Si facturas un Note 7 en un vuelo de Estados Unidos podrías enfrentarte a una causa criminalSamsung está colaborando con las autoridades para la retirada de todos los Galaxy Note 7 en circulación. En el caso de que tengas uno y no quieras devolverlo, abstente de subirlo a un avión. Hasta las aerolíneas están avisando de ello en el embarque.
No son buenos tiempos para Samsung
Además de todo el dinero que deberá desembolsar para reciclar los Note 7 y compensar a los frustrados dueños, Samsung Electronics ha perdido una buena cantidad en bolsa. Seguramente no sea lo peor: la crisis de reputación aún le saldrá más cara.
Hacer frente al fiasco del Note 7, potenciar las ventas del Galaxy S7 y S7 Edge de cara a las Navidades y mantener el desarrollo del próximo Samsung Galaxy S8. Nadie sabe qué ocurrirá con el Note 8, pero todo apunta a que no habrá tal continuación. Eso sí: esperemos que todos los modelos futuros pasen la certificación de sus baterías en laboratorios independientes. Una y no más, Samsung.
Vía Wall Street Journal
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