En los últimos meses cada vez son más los analistas, historiadores y sociólogos que apuntan a que la revolución digital no es tan grande como nos habían prometido a finales del siglo pasado.
Durante décadas se nos ha dicho que estábamos a las puertas de una segunda revolución industrial, que Internet, la inteligencia artificial y la robótica serían clave para cambiar nuestra forma de entender el mundo como antes lo fueron la electricidad o los coches.
Quizás no estemos ante un cambio de ese calibre pero sin duda vivimos años de cambios, años en los que la forma de comunicarnos, de trabajar, de estar y de relacionarnos han entrado en una pantalla. Y gran parte de esa culpa la tiene un móvil que hoy cumple su primera década, el iPhone.
El último gran hito
Desde los inicios de la informática hemos asistido a varios momentos clave en los que el rumbo de la misma ha girado de manera más dramática de lo habitual.El factor forma
El propio Steve Jobs bromeó con la apariencia física de su nuevo producto como vemos en la imagen, una suerte de iPod con el típico teclado circular de los teléfonos antiguos, algo similar a lo que Nokia hizo en el Nokia 3650 por cierto.Todos los móviles son iguales, desde élPero más allá de las bromas es cierto que ni el iPhone fue el primer móvil táctil, ni el primer smartphone, ni el primer teléfono que podía conectarse a Internet ni que era capaz de reproducir música.
Pero sí fue el primero en usar una pantalla de un modo que no se había visto hasta el momento. Esa idea del rectángulo negro dominado por la pantalla y centrado en el usuario es algo que otras marcas como Xiaomi han llevado a su última expresión en el Mi MIX pero que empezó aquí.
El reflejo de la industria
Durante las siguientes semanas, meses e incluso años la industria se debatió entre las mofas de algunos ilustres representantes como Steve Ballmer y la preocupación de otros como los creadores de Android que en ese momento estaban desarrollando la primera versión de este sistema.El día en que Android tuvo que cambiar de rumbo... por el iPhoneEstá claro quién reaccionó de la manera correcta, aunque verlo con 10 años de ventaja no sea justo. Sin embargo aún hoy son muchos los fabricantes que se ríen de Apple cada vez que modifica algo, como la doble cámara, el jack de audio o la batería integrada.
Pero sus cambios también afectaron a la industria de las aplicaciones móviles, a las operadoras por la insistencia de los de Cupertino en que tuvieran bonos de datos. Fueron cambios a muchos niveles.
Pasándome al lado oscuro
Llevo usando Android desde 2009 y en todos estos años no he quedado desilusionado con él. Sin embargo el iPhone supuso un impacto tan fuerte que me decidí a usar un móvil de Apple durante un año. Quería ver cómo era el otro lado.El iPhone 5s fue el elegido, un móvil pequeño para mis estándares pero que me permitió vivir de primera mano cómo era el móvil que había supuesto tanto para tantos.
Un año después volví a Android, con ganas, pero sabiendo cómo pensaba y cómo era su principal rival. Resultó interesante.
El pasado y el presente pero ¿el futuro?
Sin embargo el iPhone es un móvil que, siendo increíble, ha vivido bastante de esa ventaja que Jobs y su equipo le dieron en 2007. Era un terminal adelantado a su tiempo de una manera que aunque la competencia quisiera alcanzarlo tardaría años en hacerlo. El problema es que han pasado años.Los rumores hablan de que en este 2017 asistiremos a una nueva versión del móvil de Apple revolucionaria. Pero no en el sentido maniqueo usado por la mitad de los directivos de la empresa americana, sino en uno realmente literal.
Tim Cook sabe que se juegan mucho en un momento en el que están dejando de lado los Mac y en el que las cifras de ventas de iPad y Apple Watch no son tan buenas como querrían.
La cuestión es sencilla, ¿será Apple capaz de reinventar la misma industria dos veces en una década?
Imagen conceptual iPhone8i.net
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