El iPhone X ya está aquí, y con él una larga lista de tradiciones; desde las colas a las puertas de las Apple Store, hasta las primeras unidades rotas por haber intentado comprobar sus límites.
En Omicrono hemos podido hacernos con el iPhone X; a la espera de nuestro análisis, puedes ver el “unboxing” y la primera prueba que hemos retransmitido hace unas horas en Facebook. O si no quieres gastarte tanto, puedes leer el análisis del iPhone 8 Plus.
Otra gran tradición es el despiece que realizan en iFixit; la web que se ha convertido en una referencia en esto de revelar los secretos del hardware que compramos.
Dos baterías para aprovechar mejor el espacio
En efecto, el iPhone X ya ha sido abierto y analizado, y lo que nos encontramos dentro es sorprendente, por muchas razones. Y es que este nuevo modelo ha sido diseñado desde cero, y realmente no se parece mucho al interior de cualquier otro iPhone. Como si la pantalla y las nuevas tecnologías como Face ID no fuesen suficiente recordatorio.El interior del iPhone X parece haber sido diseñado como una partida de Tetris; los componentes encajan perfectamente, aprovechando todo el espacio disponible. Aunque haya que tomar decisiones extrañas.
La más llamativa, sin duda, es que el iPhone X en realidad tiene dos baterías; pero eso no significa que tenga mucha más capacidad de batería que un iPhone 8 Plus, por ejemplo. El X tiene 2716 mAh, y el 8 Plus 2691 mAh. Entonces, ¿Por qué dividirlas en dos?
Por cuestión de espacio, simplemente; es una decisión inteligente, teniendo en cuenta las limitaciones de espacio. Lo habitual es que la forma rectangular de la batería ocupe buena parte del dispositivo; en vez de eso, nos encontramos una batería que es más ancha que alta en la parte inferior, y otra más alta en la parte superior. En la imagen superior, están marcadas en rojo.
El interior del iPhone X es como una partida de Tetris
En realidad, la placa en la que están el SoC y la mayoría de los componentes del iPhone X apenas ocupa espacio; la placa sólo ocupa el 70% del espacio de la placa del iPhone 8 Plus.Eso es porque, en el proceso de fabricación, la placa se dobla y las dos partes se sueldan. Lo malo, claro está, es que el fallo de un solo componente implica descartar toda la placa. Gracias a esto, si desplegamos todos los componentes, en realidad ocupan el 135% del tamaño de los componentes del 8 Plus.
Curiosamente, el iPhone original usaba un diseño similar; y de hecho, el interior del iPhone X se parece más al del primer modelo que a los últimos.
Claro, que esto también supone que reparar el iPhone X es tarea difícil. La gran cantidad de pegamento, la dificultad en reemplazar la pieza trasera de cristal, y la unión de componentes suponen una baja nota en reparabilidad.
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