Son varios los móviles de Nokia que ya han actualizado a Android 9 Pie, aunque aún hay otros tantos en camino. La compañía ha querido hacer un ejercicio de transparencia, explicando como funciona su proceso de actualizaciones.
La primera fase, el despliegue de Google
La primera fase del proceso de adaptación es común para todos los fabricantes. Quien actualiza primero es Google, y una vez despliega la actualización es cuando libera el código de la nueva versión de Android y los kits de desarrollo para que el resto de fabricantes puedan adaptarlo.
Nokia indica que algunos fabricantes reciben versiones previas de estas actualizaciones de Android, lo que ayuda a estos fabricantes a ser de los primeros. Razón por la cual móviles como el OnePlus 6 o el Nokia 7 Plus actualizasen tan rápido a la versión final.
La adaptación de Android
Es necesario esperar también al lanzamiento de la adaptación del fabricante del procesador. Esto permite que el fabricante pueda abstraerse de la complicada labor de adaptación de la capa de abstracción del hardware.
El siguiente proceso es la personalización de la nueva versión del sistema. Nokia añade propios añadidos para mejorar la experiencia de uso, indicando que añadir un menor número de características ayuda a que el despliegue sea más rápido. Al no añadir capas de personalización, Nokia afirma poder preparar antes la actualización.
Fase de testeo
Una vez la actualización está preparada llegan 3 fases de testeo, donde despliegan las nuevas versiones a un círculo limitado de usuarios. En caso de encontrar errores durante dichas betas, el fabricante para el proceso y vuelve al punto anterior para solucionar los errores que hayan sido encontrados.
Nokia agradece a más de 120 000 usuarios que ayudan probando sus versiones previas de Android, ya que sin ayuda de tanta gente las pruebas en búsqueda de errores serían mucho más lentas.
El toque final
Una vez está lista la versión final, el móvil debe volver a pasar por las pruebas finales, donde comprueban que el móvil cumpla unos estándares de rendimiento y conectividad. Las certificaciones más comunes son las de Bluetooth y Wi-Fi.
Por último, vuelven a comprobar que todo esté correcto y deben pasar las pruebas de operadores. Incluso si tu terminal el libre, el fabricante debe certificar que tu móvil vaya a funcionar en cualquier operador que puedas utilizar, ya que en ocasiones aparecen errores específicos con algún operador en un determinado país.
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