Consumer Electronics Show de Las Vegas eche la persiana, todo el pescado parece vendido en el primer gran cónclave tecnológico del año, a la espera de que el Mobile World Congress de Barcelona le tome el relevo el próximo 22 de febrero desde entonces.Samsung quita la vista de Android y mira a Microsoft
¡Tranquilos! No se va a acabar el universo Android, tal y como lo conocemos. Al menos de momento. Samsung seguirá haciendo dispositivos con nuestro sistema operativo pero en este CES de Las Vegas 2016 ha intentado cortar alguno de los múltiples apéndices que le unen con Google.
Probablemente lo que más haya llamado la atención de lo que ha llevado consigo la factoría surcoreana ha sido la Samsung Galaxy Tab S Pro.
Se trata de tableta con pantalla de doce pulgadas SuperAMOLED, Intel
Dualcore M de sexta generación, 4GB de RAM y SSD de 128 GB o 256GB.
Samsung Galaxy Ecosystem, la alternativa a Google y Android
Lo más importante, sin embargo, es que han apostado por
Windows 10 como sistema operativo (versión Home y versión PRO). Una
clara señal para Android: ¡necesitamos soluciones más productivas para tabletas Google! Ya pasó con Pixel C: un hardware excelente y software poco enfocado a la productividad.
No, no era turno para los smartphones
Con el Mobile World Congress a la vuelta de la esquina y la campaña de Navidad recién finiquitada, lo cierto es que el CES de Las Vegas 2016 es un momento delicado para apostar por presentar nuevos terminales. En el pasado lo hicieron marcas como Asus o Sony pero en esta ocasión los grandes fuegos de artificio en lo que se refiere a smartphones se han reservado para la cita de Barcelona.
‘Moto by Lenovo’. Adiós a Motorola como marcaAsí hemos visto como Huawei ha puesto en juego una edición dorada del Nexus 6P, Alcatel ha creado una familia de tres terminales y una tablet low cost bajo el epígrafe Pixie 4 o cómo Polaroid ha lanzado dos terminales de gama media. ZTE ha aprovechado CES para anunciar que sus Nubia llegarán a España y Archos ha presentado su propuestas de Power y Cobalt: móviles muy baratos y con gran batería.
¿Los ordenadores de bolsillo son la era Post-PC?
Llevamos oyendo hablar de ello meses, incluso, años. La era Post-PC.
Un mundo en el que dispositivos electrónicos como tabletas y móviles
canibalizarán y fagotizarán a ordenadores y demás. Por el momento, eso
está lejos de ocurrir. Lo que hemos visto en este CES de Las Vegas 2016
es la miniaturización de estos equipos. No hablamos de ultrabooks,
hablamos de… ordenadores de bolsillo.
La miniaturización es la norma en los ordenadores en esta edición: equipos que caben en una pastilla
Hemos visto, por ejemplo, una nueva propuesta de Intel en este aspecto concentrada en once centímetros: Quark SE SOC,
un equipo que conectándose a un puerto HDMI, se convertirá en un equipo
de cuatro núcleos Atom, 2 GB de RAM y 32 GB de almacenamiento. ¿El
precio? 149 dólares por la versión con Windows 8.1.
Otras propuestas que hemos visto en este sentido han sido Lenovo Link,
un nuevo stick para controlar Android desde nuestro PC; o Kangaroo
Mobile Desktop Computer, un pequeño gadget que lleva en su interior
Windows 10. Bastará con conectarlo a una pantalla pequeña.
HTC ‘retoca’ sus proyectos más allá de los móviles: HTC UA Band y Vive Pre
Ya sabemos que HTC está sufriendo en el
mercado de los smartphones a pesar de sus propuestas. Sin embargo, la
taiwanesa ha querido aprovechar este CES de Las Vegas 2016 para poner a
puntos sus proyectos al margen del circo de los móviles: los wearables y la realidad virtual.
La HTC UA Band era una cuenta pendiente a saldar desde Grip, la pulsera inteligente presentada en el pasado MWC y
de la que nunca se volvió a saber. Cuenta con sensor cardiaco y una
pantalla transparente que es invisible cuando no se usa. Se venderá
individualmente, pero también en un pack con una báscula y un medidor
cardiaco.
Por otra parte, la taiwanesa también presentó HTC Vive Pre,
la evolución de sus gafas de realidad virtual que aún no han llegado al
mercado. Las mejoras se centran: en el diseño del casco y la
estabilidad del sistema. El control también ha sido rediseñado con una
mejor respuesta háptica.Wearables un tanto ‘monótonos’
Quizás estemos pidiendo demasiado. Pero
los wearables vistos en CES de Las Vegas me dejan, un año más, un tanto
frío. Las propuestas que veremos en el mercado dentro de poco son más de
lo mismo.
Quizás estemos pidiendo mucho, pero sinceramente me faltan propuestas innovadoras para que los wearables despeguen
El cinturón de Samsung, por ejemplo, es
algo diferente pero tardará y mucho en verse hecho realidad, si es que
llega en algún momento al mercado.
Sin embargo, Fitbit, Casio o la renovación de los relojes de Huawei
-incluyendo un modelo para mujer- me parece que no aportan realmente
nada diferente, un aspecto necesario para el despegue de una tecnología
que no termina de carburar cómo muchos esperan.
Coches autónomos y conectados
La revolución del coche conectado parece que empieza a rodar con fuerza y coger velocidad. GM se ha asociado con Lyft
para crear un servicio autónomo de ‘taxis’. Ford ha anunciado que
incluirá Android Auto y Apple Car en sus coches a partir de 2017.
Fiat Chrysler también se subirá al carro del OS de Google para vehículos.
Bosch, por su parte, presentó una impresionante pantalla que cubre la
consola central, el salpicadero y parte de las puertas para ofrecer una
experiencia inigualable a bordo.
La revolución de Android Auto y el coche conectado tiene fecha
Y prepara un sistema que podría bloquear los frenos si el
automóvil detecta que va en dirección contraria a la marcha. En el CES
de las Vegas 2016 también hemos visto nuevos chips para estos findes de NVIDIA y de Qualcomm en este sentido.
Aunque todavía queda un largo camino, el
interés por llevar las bondades de internet a la carretera es
manifiesto. Dos de los lobbies más poderosos del mundo económico, el
tecnológico y el del motor, deben conjugar esfuerzo para sacarlo
adelante, con todos los cambios legales y regulatorios que conllevan.
¿Demasiado pronto para hablar del 8K? ¿Y pantallas flexibles?
Hay veces que los fabricantes llevan un
ritmo exagerado y endiablado en comparación a los usuarios. Cuando el
mercado no ha digerido aún el 4K en su totalidad, LG ya ha sacado músculo con una pantalla 8K. Los surcoreanos, después de haber tomado la bandera del OLED,
parecen dispuestos a liderar las principales innovaciones en este
mercado y ya hablan de una nueva resolución, a pesar de que la actual
todavía no se ha convertido en algo generalizado.
En el CES de Las Vegas 2016 también hemos podido ver, de la mano de LG, una pantalla flexible de 18 pulgadas.
Parece que esta tecnología está lo suficiente avanzada como para hacer
un debut serio en el mercado. El primer smartphone plegable del mercado
podría aparecer este año. Los analistas apuestan porque será Samsung
quien se atreva con ello.
Tatuajes digitales
En el CES de Las Vegas 2016 la biometría
ha demostrado estar más cerca. Y lo ha hecho con tatuajes digitales que
nos permitirán desbloquear el móvil o sustituir nuestro DNI en un
futuro. Los que hemos visto en la capital del juego han sido
desarrollados por M10. Hay dos modelos uno para investigación y otro para el consumidor.
Tatuajes digitales, termometros sin contacto o relojes con proyectores, son los gadgets más innovadores vistos en Las Vegas
Se tratan de parches que han conseguido meter en un espacio super reducido cosas como un giroscopio o acelerómetro.
Son capaces de hacer un seguimiento de la actividad eléctrica generada por los músculo así como realizar un electrocardiograma.
Chaotic Moon es otra empresa que se ha
dedicado a este terreno, usando pintura conductiva removible en tatuajes
que se irían con un lavado, de forma que pueden controlar temperatura
de la piel, el estrés y otros biomarcadores, enviándolos al smartphone.
Gadgets imposibles
Cómo no, el CES de Las Vegas 2016 nos ha dejado una serie de gadgets e innovaciones, simplemente, imposibles. Al menos en el corto plazo. Hemos asistido a la creación de una máscara de paintball equipada con Android, un reloj de muñeca con un miniproyector para ver vídeos y películas en nuestra pared, un térmometro que no necesita contacto físico o hasta un drone autonónomo por nada más y nada menos que 300.000 dólares. Ustedes dirán.