La compañía acaba de dar un giro de 180 grados a su estrategia como
compañía después de notar un considerable bajón en el número de usuarios
que decidían compartir públicamente el lugar en el que se encuentran.
Ahora tendrá que competir en un mercado en el que Yelp es el rey y en el
que Google continúa dando pasos de gigante.
Foursquare y su red social basada en los check-in no ha pasado por sus mejores momentos.
Tras unos años de bonanza
en el que la fiebre por conseguir puntos, alcaldías e insignias estaba
en el día a día de todos los usuarios, estos han dejado de participar
tan activamente en algo que se parecía más a un juego que una red social
para puntuar y dar a conocer sitios de interés.
Foursquare ha reaccionado ante esta situación, cambiando por completo
su línea de negocio y olvidándose por completo de los check-ins,
derivando todas sus características sociales a la nueva aplicación
Swarm. De esta manera, Foursquare estrena una especie de bicefalia con
la que espera recuperarse.
Creo que
Foursquare ha reaccionado tarde a algo que se veía venir.
Dio en el clavo con su estrategia de gamificación para teléfonos
móviles pero no ha sabido reinventarse y aprovechar un negocio que podía
haber explotado mucho mejor. Más aún si tenemos en cuenta que otras
grandes compañías sí han sabido posicionarse. Tal es el caso de
Yelp,
que sigue acumulando usuarios y ofreciéndoles nuevas herramientas o
Google, que cada vez está dando un lugar más relevante a los lugares que
puedes encontrar a través de Google Maps. De hecho, hace sólo unos días
ha desplegado en todo el mundo la última actualización de su aplicación
móvil en la que
ha añadido la herramienta ‘Cerca’ para
poder visualizar los lugares cercanos e interesantes basándose en el
geoposicionamiento del teléfono. Estos lugares incluyen las opiniones y
calificaciones que aportan el resto de usuarios.
El tiempo nos dirá qué tal le funciona a Foursquare este nuevo
planteamiento. No será fácil ya que la compañía tiene que hacerse a la
idea de que era el líder absoluto del check-in pero que nunca lo ha sido
en los ‘lugares de interés’. Ahora su aplicación de renombre tendrá que
luchar cara a cara con los líderes de este sector y Swarm… digamos que
no lo tiene tan fácil. Se enfrenta a un reto doble. Por un lado volver a
enganchar a los usuarios al juego del check-in y por otro capear el
temporal de críticas por parte de todos aquellos que han visto con muy
malos ojos el cambio obligado de una aplicación a otra. Y ya sabemos que
un fan resentido es el peor embajador de una compañía.