Vivimos en la era de la comunicación. Queremos estar conectados unos
con otros. Constantemente. Que todas las comunicaciones sean cada vez
más rápidas, más fáciles y lo más importante, eficientes. Es por eso que
cada año se intente mejorar lo que ya se tiene o anunciar nuevas
tecnologías. Sucede con las redes móviles (3G, 4G y 5G que viene en
camino), con los protocolos de 802.11 (WiFi) y demás.
Pero hoy no vamos a hablar de ninguno de ellos. Sino de algo a lo que
aún no se le ha sacado todo el ‘jugo’ que tiene. Se trata del
NFC, que viene de las siglas
Near
Field
Communication
(Comunicación de campo cercano). Una tecnología centrada en la
comunicación inalámbrica. Pero con una desventaja, sólo a corto alcance.
Los pilares del NFC están en el RFID
Antes de empezar a hablar largo y tendido sobre el NFC, vamos a
hablar de los orígenes de esta tecnología. En primer lugar, que aunque
se trate de algo nuevo, sus pilares están asentados sobre el RFID, una
tecnología que lleva ya unos años con nosotros. Sin ir más lejos, en
muchas etiquetas de las prendas de ropa en las tiendas. Cuando tú pagas,
el identificador de dicha prenda se deshabilita, por tanto puedes salir
por la puerta sin que suenen las alarmas.
Las etiquetas de las prendas de una tienda incorporan tecnología RFID
RFID se centra en algo más simple. En la
comunicación inalámbrica para transferir un identificador mediante ondas de radio. De hecho, sus siglas vienen de
Radio
Frecuency
IDentificacition
(Identificación por radiofrecuencia). Por ejemplo, para identificar un
producto u otro objeto al que se le pegue la etiqueta RFID.
Pues a diferencia del RFID, el NFC está más vitaminado. Aquí podemos
transferir datos de forma inalámbrica y no sólo un identificador.
Estamos hablando de archivos o establecer una comunicación entre dos
dispositivos.
NFC está normalizado por la ISO para que todos puedan implementarlo
El NFC se basa en la ISO 14443, que es un
estándar internacional relacionado con las tarjetas de identificación electrónicas.
Pero dicho estándar está centrado en las tarjetas de proximidad el cual
marca una frecuencia que ha de tener una tecnología que siga
esta norma. Concretamente,
13,56MHz de frecuencia. Podemos decir que se trata de tecnología a alta frecuencia.
NFC es un estándar internacional y por tanto, una norma en la ISO
Al estar basado en la
norma ISO 14443, el NFC transmite la información a través de
inducción de un campo electromagnético. Es decir, cada tarjeta NFC cuenta con una
antena en espiral. Cuando ambas están dentro de un campo magnético se puede realizar la transmisión de datos.
Funcionamiento del NFC: Modo activo y pasivo
Dicho campo electromagnético ha de ser generado por uno de los
dispositivos (o por los dos a la vez). Por eso, los dispositivos dentro
del
estándar NFCIP-1 tienen que funcionar tanto activa como pasivamente.
El chip NFC es capaz de generar su propio campo electromagnético o usar el de otro
El
modo activo hace que ambos dispositivos generen su campo electromagnético y así realizar la transmisión de datos. Mientras que en el
modo pasivo, uno de los dos dispositivos simplemente se aprovecha del campo generado por el otro.
Muchos os preguntaréis.. ¿Cuál es la velocidad del NFC? Pues según la norma ISO, las velocidades son
desde los 106 Kbit/s hasta los 848 Kbit/s.
La velocidad a la que van a transmitir/recibir ambos chips NFC se
acuerda al inicio de la comunicación. Esta velocidad es variable según
las necesidades.
Usos del NFC: Los que usamos (y los que no)
El NFC ya está entre nosotros. Y hasta hace no mucho le dábamos menos
uso del que merece. Por ejemplo, altavoces que usando NFC se
sincronizan por bluetooth con tu móvil. También auriculares
inalámbricos. Unos accesorios de Sony que buscaban precisamente eso, explotar el uso del NFC que llevan sus modelos Xperia.
Pero no ha sido hasta la llegada de los
pagos móviles
cuando se ha empezado a quitar el polvo del chip NFC de nuestros
móviles. Con Android Pay (no disponible aún en España y ya les vale),
Samsung Pay o las propias aplicaciones de los bancos que se hacen compatibles.
Es ahora cuando se está dando más uso, aunque tampoco algo desmesurado.
Ya sabemos como recibe el usuario medio estas nuevas tecnologías.
Hay muchas cosas que puedes hacer con NFC. De hecho, yo tuve una serie de
tarjetas adhesivas NFC
por la casa que me hacía diversas cosas. Por ejemplo, al lado del
interruptor tenía una que actuaba como interruptor para una lámpara Hue.
En definitiva, las nuevas tecnologías tienen que hacer el camino
fácil de cara al usuario medio. Los pagos por NFC son un muy buen paso y
quizás, en unos años, ya se utilice para mucho más.
Los pagos móviles son la mejor forma de acercar el NFC al usuario medio