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Aunque somos muchos los que esperamos con ganas poder probar el Snapdragon 835 hay muchos otros dispositivos que necesitan nuevos procesadores con potencia muy inferior y también con un coste mucho más bajo.
Para esos dispositivos Qualcomm ha presentado hoy el nuevo procesador 205 Mobile Platform que entre otras cosas trae el 4G a los featured phones o móviles tontos, aquellos que no tienen un sistema operativo avanzado aunque parece que no es del todo así.
Características 205 Mobile Platform
Esta nueva plataforma está pensada para incluirse en móviles básicos, que se siguen usando mucho en países en vías de desarrollo, sobre todo en Asia y en África.Gracias al nuevo procesador contarán con un módem LTE Cat 4 con hasta 150 Mbps de velocidad de descarga y 50 Mbps de subida.
Obviamente además de ser compatibles con redes 4 G lo serán las redes 3G y 2G y también tendrán conectividad Wifi 802.11 b/g/n, Bluetooth 4.1, ANT+, soporte para dual SIM y radio FM.
La potencia vendrá dada por dos núcleos a 1.1 GHz cada uno y por una GPU Adreno.
Los smartphones que usen este chip podrá tener hasta dos cámaras, una trasera y una delantera, ambas de hasta 3 Mpx, y su pantalla podrá ser de hasta 480 px de ancho, con una tasa de refresco de 60 fps.
Podremos reproducir vídeo HD así como usar conectividad NFC para pagos móviles y GPS.
¿Y Android dónde queda?
Lo curioso de este nuevo procesador es que Qualcomm indica que sobre él funciona un sistema operativo basado en Linux pero cual es la sorpresa al ver que es una versión recortada de Android.En concreto es Android 4.4.4 Kit Kat pero sin rastro de los servicios de Google, Play Store o las apps de la empresa del buscador, en su versión AOSP.
De esta manera Qualcomm facilita a los fabricantes de móviles una plataforma barata, para gente que no quiere instalar aplicaciones pero en cuyos dispositivos pueden implantarse de serie apps como Facebook o WhatsApp de forma sencilla.
Además esto hará que la autonomía de estos modelos sea muy superior a la de los móviles Android normales, que consumen ingentes cantidades de energía en gestionar las conexiones de las múltiples aplicaciones que instalamos, por no mencionar los servicios de Google.
