El “problema”, si es que se le puede llamar así, es que el motor de renderizado del navegador de los de Redmond se basa en Trident. Y aquí topan con las exigencias de Apple ya que si Microsoft algún día quiere llevar su navegador a iOS tendría que utilizar WebKit en vez de Trident. Esto forma parte de una política de Apple que no tiene visos de cambiar. Además, entienden que quien quiera llegar a iOS para poder llegar a más gente debería hacer un esfuerzo si está realmente interesado.
A Apple no le beneficia
Asimismo, hay que tener en cuenta que los únicos beneficiarios de una hipotética llegada de Edge a iOS serían Microsoft y los usuarios de los dispositivos móviles de los de Cupertino en el caso de que el nuevo navegador fuera mejor que Safari. Apple apenas ganaría nada ya que, de momento, poca gente se compra un iPhone o un iPad por la posibilidad de utilizar diferentes navegadores. No es un elemento importante a la hora de vender su producto y, por tanto, ellos no harán ningún esfuerzo que suponga una excepción a la regla.Aunque claro, todo esto puede cambiar si en un futuro Microsoft Edge se convierte en el navegador favorito de los usuarios, o si los dispositivos de Apple se convierten en imprescindibles para Microsoft, tal y como lo han sido para otros programas como su paquete Office y Outlook, que ya se encuentran desde hace tiempo en iOS.
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