Los dos problemas del Samsung Galaxy S8 antes de su presentación

Samsung ha tenido dos problemas con su nuevo Samsung Galaxy S8 y eso que aún no lo ha presentado oficialmente.
El que es posiblemente el smartphone más esperado del año, con permiso del iPhone décimo aniversario, está creando unas expectativas enormes pero también se enfrente a algunos problemas incluso antes de haberse hecho oficial.
Son dos los contratiempos a los que se enfrenta Samsung, uno por culpa de un proveedor y otro por el buen hacer de su competencia, algo que no se esperaban.

El motivo de que el sensor de huellas esté detrás

Una de las mayores sorpresas que nos ha deparado el Samsung Galaxy S8 fue ver que el sensor de huellas estaba situado en la zona trasera y no en la pantalla. Se especuló con que quizá la tecnología necesaria no estaba aún disponible y las últimas informaciones parecen confirmar eso.
Según informa The Investor la empresa que desarrollaba el sensor de huellas que iba a implementar el S8, Synaptics, no lo había terminado a tiempo y las pruebas que se realizaron fueron muy poco satisfactorias.

Es por eso que en una decisión tomada en el último momento, ya que la producción en masa debía empezar, los responsables coreanos decidieron instalar el sensor de huellas en la zona trasera, aunque fuera junto a la cámara y no bajo ella.
Tendremos que esperar para ver si los usuarios penalizan esto aunque desde nuestro punto de vista sea un acierto. Por otro lado Samsung ahora corre el riesgo de que sea Apple la primera en lanzar un dispositivo con esta tecnología.

El LG G6 está vendiendo demasiado bien

No es perfecto pero es lo mejor que ha hecho LG en mucho tiempo.
Tan bien está funcionando en Corea del Sur, su patria, que Samsung ha tenido que lanzar un anuncio de televisión para recordar que el S8 se presentará en breve.
Según Kim Dong-won, analista de KB Securities, el LG G6 ha vendido más de 20.000 unidades en su primer día, un récord para el fabricante asiático. esta cifra es superior a la lograda por Samsung con modelos tan icónicos como el Galaxy S7 Edge o el Galaxy A5.

Si LG sigue vendiendo a este ritmo dentro y fuera de sus fronteras Samsung podría tener un problema para posicionar el Galaxy S8, que aún tardará dos semanas en presentarse y más de un mes en estar disponible en las tiendas.
Parece que la apuesta de LG de llegar primero aunque fuera a costa de no poder implementar el Snapdragon 835 le estaría saliendo bien, si bien desde Qualcomm desmienten cualquier acuerdo con Samsung.