Con toda la locura del Mobile World Congress hemos
asistido a un gran número de presentaciones de teléfonos y tablets.
Estos dispositivos son de gran importancia para la telefonía móvil sin
ningún tipo de dudas, pero no son el único aspecto importante de la
telefonía móvil.
Las redes de comunicaciones también son un integrante bastante
importante en la mayor feria de telefonía móvil del mundo, y es que
sin las redes de comunicación, nuestros smartphones perderían muchos puntos. En el Mobile World Congress los fabricantes muestran sus innovaciones con una meta en común, innovar en la industria.
La conectividad 5G es ahora mismo una de las mayores prioridades de las grandes empresas de comunicaciones. Hace relativamente poco que llegaron las redes 4G, ¿pero en que se diferencian estándares como el 5G? ¿Qué es el 4.5G o 4G+?
El 4G sigue evolucionando, 4G+, 4.5G y la locura de los estándares
No todas las redes “4G” son iguales
Antes de comenzar a hablar del 5G, quizás lo más apropiado sea
aclarar el lío que existe
en la conectividad actual que existe por las redes respecto a las
conexiones actuales. En Internet es frecuente encontrarnos múltiples
conversaciones sobre 4G, 4G+, LTE, LTE-Advanced y demás tipos de
conectividad.
¿Son todas iguales? ¿En que se diferencian?
Pues bien, como en la mayoría de productos tecnológicos, en el mundo
de la telefonía existen una serie de estándares que definen las
capacidades de un producto.
Un estándar es un certificado que garantiza que un producto cumple unas determinadas capacidades.
En el caso de las redes de telefonía, los estándares certifican de lo
que es capaz cada red. Por ese motivo, cada una de estas redes no
difiere solo en el nombre, sino también en sus características.
LTE o 4G
La primera conexión móvil de la que vamos a hablar es el LTE, también
conocido como 4G. Esta conexión lleva ya unos cuantos años con nosotros
y, a pesar de que aún no se ha acabado de desplegar del todo, ya cuenta
con una gran cobertura en muchos países . El 4G estándar nos permite tener
una conexión que oscila entre los 100-150 Mbits/s de descarga y 50 Mbit/s de subida.
LTE Advanced o 4G+
La siguiente conexión a la que le echamos un vistazo es al LTE
Advanced, también conocido como 4G+. Este tipo de redes es más reciente,
y a pesar de que ya está implementada en varias grandes ciudades, su
expansión es mucho menor que el 4G estándar.
Este estándar se mueve a unas velocidades mínimas de 300 Mbit/s de descarga y 100 Mbit/s de subida.
Cabe destacar que aunque nuestro operador haya implementado el 4G+ en
nuestra zona, no todos los teléfonos con 4G son compatibles.
LTE Advanced Pro o 4.5G
Por último, tenemos un nuevo tipo de conectividad 4G que se está
presentando estos días durante el Mobile World Congress, y es el LTE
Advanced Pro.
Este último estándar es el que entendemos como 4.5G, el cual se encuentra a
medio camino entre el 4G y el futuro 5G.
El 4.5G no destaca sólo por ofrecer mayores velocidades que las conexiones actuales,
sino que brilla especialmente en el tema de las latencias.
Mientras que la velocidad define cuantos datos es capaz de transmitir
un dispositivo por segundo, la latencia define el tiempo que tarda la
conexión en enviarlos. Reducir la latencia es importante para mejorar la
comunicación entre dispositivos conectados,
lo que hace que el 4,5G sea realmente el primer estándar preparado para el Internet de las cosas.
El 5G es real y llegará en 2020
Hace poco que el 4G llegó a nuestras vidas, y en la actualidad no
solo ha recibido una evolución (el 4G+) sino que además los gigantes de
las telecomunicaciones ya están dando luz verde a una conexión que hará
de puente entre el 4G y el 5G (el 4.5G). No obstante,
este nuevo estándar de conectividad no es más que un estándar de transición.
Si existe un denominador común entre los grandes de las
telecomunicaciones, es que el estándar 5G estará listo para llegar a
nuestras vidas para el próximo año 2020,
o así lo afirma la Union Europea.
Tanto con el 4G e incluso con el 3G ya disfrutamos de conexiones móviles de alta capacidad, por lo que
a veces nos surge la duda de si realmente es necesario invertir en nuevas infraestructuras de redes ¿Que ventajas nos aporta el 5G?
El 5G y su gran relación con el Internet de las cosas
El 5G llegará en 2020, y llegará para el Internet de las Cosas
El 5G es una red que permite una mayor velocidad de conexión, pero no
es la principal virtud de esta nueva red. Una de las principales
tendencias del mercado es
el crecimiento de los dispositivos conectados
al Internet de las cosas. Actualmente no existen muchos dispositivos,
pero se estima que, en un futuro próximo, el número de dispositivos
conectados aumente de forma exponencial.
Las plataformas más importantes del Internet de las Cosas
El Internet de las Cosas se
acerca cada vez más con el fin de mejorar nuestras condiciones de vida
al tener acceso a la información de todo, o casi.
Un interesante concepto sobre las redes de telefonía es
la densidad de dispositivos por kilómetro cuadrado a las que una antena de teléfonía puede responder.
Ya hemos visto en la actualidad que en ciertas zonas con una gran
densidad de población tienen menores velocidades de conexión debido a la
gran cantidad de dispositivos conectados.
Necesitamos una red para más dispositivos
Según Huawei,
para el año 2025 se espera que existan 100.000 millones de dispositivos conectados a Internet.
Teniendo en cuenta que en la actualidad somos cerca de 7.000 millones
de seres humanos en la tierra, las previsiones afirman a que existan
unos 15 dispositivos conectados por cada ser humano en la tierra.
A eso hay que sumar que no van a existir el mismo número de
dispositivos conectados en una gran zona urbana que en un pueblo rural,
por lo que en las grandes ciudades la relación podría ser de 50 a 100
dispositivos conectados por cada habitante de la misma.
Una red LTE convencional no está preparada para albergar tantísimas conexiones, y es algo que el 5G pretende solucionar.
Las latencias necesitan evolucionar
Otro asunto importante para la evolución de las redes móviles es la
latencia. Como ya mencionamos con las redes 4.5G, la latencia es el
tiempo que un dispositivo tarda en comunicarse con otros. Si bien es
cierto que a la hora de navegar por Internet o ver vídeos la latencia no
importa,
a la hora de jugar online la latencia juega un papel fundamental para evitar el tan odiado lag.
Por otro lado, en lo que respecta a la latencia, también es
importante para el Internet de las cosas. Los dispositivos conectados
del futuro tienen un gran número de sensores que proveen información.
Algunos dispositivos requerirán transmitir la información en tiempo real, lo que hace que conseguir una buena latencia sea importante.
En la actualidad, las redes LTE tienen una latencia de entre 80 y 100 milisegundos,
mientras que con el 5G prometen reducir la latencia hasta los 10 milisegundos, llegando a poder competir con las conexiones de cable tradicionales de alcanzar esa optimización.
Las conexiones cercanas también son importantes
Por último, las conexiones 5G tienen una última característica que
las hace imprescindibles para el Internet de las cosas, y son las
conexiones cercanas.
Un dispositivo móvil generalmente se comunica con otros a través de una antena.
Por ejemplo, para que un sensor nos envíe al móvil información, este
primero envía esos datos a las antenas de telefonía, que acaban
redirigiendo el tráfico a nuestro dispositivo.
Con el 5G,
los dispositivos cercanos serán capaces de comunicarse entre ellos de forma directa, algo que ya han comenzado a intentar Google y Apple con las llamadas
Beacons.
Una interesante implementación podría ser un wearable para personas
ciegas que reciba información sobre los posibles obstáculos que se
encuentren en la ciudad (como un semáforo en rojo). De este modo, los
dispositivos conectados de la ciudad mandarán información de forma
directa al wearable.
Algunas incógnitas en el aire
El 5G ofrece un futuro prometedor para el Internet de las cosas y los
dispositivos conectados, pero aún existen algunos problemas presentes.
Si bien el 5G (y el 4.5G) son redes preparadas para el Internet de las
cosas,
que el despliegue esté aún tan lejos es un bache para el mismo Internet de las cosas, que actualmente depende del despliegue del 4.5G.
Si hacemos un poco de memoria,
el 4G aún no se encuentra presente en un gran número de zonas,
y si hablamos del 4G Plus el impacto es aún menor. Si tenemos en cuenta
los lentos despliegues del mundo de la telefonía, esto puede significar
que la revolución del Internet de las cosas no acabe llegando hasta por
lo menos dentro de 10 años, y que no empiece a popularizarse hasta
dentro, de por lo menos, 5 años.